El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán efectuó su programa MUNA Académico

El Metropolitano Digital

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán efectuó su programa MUNA Académico titulado “Hijas de Antígona. Mujeres en la oposición durante las dictaduras militares en Centroamérica (1930-1940)”, el pasado 8 de marzo.

La ponencia fue conducida por el director del MUNA, José Heriberto Erquicia, y la antropóloga Ninel Pleitez, con la intervención de la escritora e historiadora Elena Salamanca.

“Conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres desde un enfoque de derechos humanos. Un día para reconocer las desigualdades que enfrentan las mujeres en las diversas esferas de la sociedad, ya sean estas económicas, políticas, sociales y culturales”, indicó el director del museo.

Al mismo tiempo,  Erquicia  expresó que esta fecha sirve para reconocer “a las mujeres (por) sus aportes en la vida económica, social y política” y a través de ello “se rememora, revalida el acceso y ejercicio de las mujeres a todos los derechos, igualdad de oportunidades, no discriminación y a una vida libre de violencia”, concluyó el académico.

La joven investigadora abrió el panel expresando que las “mujeres aparecen como agentes políticos que no habían sido contemplados antes en el proyecto de investigación”.

En el trabajo por ella se subraya el papel de las mujeres que se quedaron en sus países de origen, siendo las que conservaban y defendían la cultura política de los hombres exiliados, pues son ellas quienes “resisten en el espacio asediado por la violencia institucionalizada de los gobiernos en turno”, explicó la autora.

Salamanca introdujo en su investigación un panorama del estado de las mujeres en el contexto centroamericano antes de 1930. Entre 1910 y 1920, es Honduras el país que contempla el mayor movimiento de sufragistas. Mujeres, en su mayoría maestras, empiezan a exigir el sufragio. Sin embargo, es la última nación de Centroamérica en decretar el voto femenino.

“Un asunto muy paradójico es que se dan 50 años de lucha y pocas mujeres que iniciaron el movimiento del sufragismo en Honduras no alcanzaron a votar, porque  es muy probable que estuvieran muertas”, sostuvo la historiadora.

Según Salamanca, las mujeres de la primera década del siglo XX de América Latina se organizaron continentalmente y establecieron redes con sus iguales porque el Estado nación no respondía a sus necesidades. “Entonces no tenían por qué tener redes nacionales y buscaron más allá de sus fronteras”, aclaró.

El trabajo de la investigadora salvadoreña  destaca el periodo entre 1931 y 1947, en donde Centroamérica fue gobernada por generales.

Los gobiernos militares de Jorge Ubico, en Guatemela; Maximiliano Hernández Martínez, en El Salvador;  Tiburcio Carías, en Honduras, y Anastasio Somosa, en Nicargua, se mantuvieron en el poder a través se golpes de Estado y reformas constitucionales sucesivas que permitían la reelección e incluso la posibilidad del gobierno a perpetuidad.

La investigadora amplía: “Es aquí donde las que menos tuvieron posibilidades de salir de estos países fueron las mujeres”. Ellas tenían que quedarse en el hogar, cuidar a los hijos, a los enfermos, padres viejos, mantener la memoria y conservar el patrimonio, “pero quedarse para conservar el patrimonio y la memoria familiar implicó ser vigiladas, intervenidas, allanadas, torturadas y  en algunos casos violadas”, explicó Salamanca.

El trabajo de Salamanca tiene por objetivo destacar el papel de las mujeres como custodias de las memorias familiares, buscar los espacios que entre el encierro y el destierro se trazaron para dilatar el entierro, y ver los lugares que hicieron posible soportar las prácticas represivas para continuar con la vida y la lucha política.

La investigación también busca ser referente para las nuevas generaciones, en especial para quienes estudian historia, que tengan la posibilidad de investigar “el exilio como una alternativa política e histórica de larga duración en la historia salvadoreña y que no es abordado en el estudio de la historia intelectual y política”, concluyó la invitada del MUNA Académico.

La investigación que presentó Salamanca, la cual que dio nombre al programa académico del museo este mes, es producto de la beca de Estancia de Investigación Académica que ganó en el Programa de Movilidad Académica de la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA, 2017).