Teyo Orellana, fotógrafo: “Prefiero fotografiar gorditas que modelos de belleza”

Teyo Orellana

Por Santiago Leiva

Teyo Orellana no nació con una cámara bajo el brazo, pero el ADN fotográfico corre por sus venas y nadie duda que tiene ojo clínico para registrar y darle vida a las imágenes que capta con sus lentes y adorna con luces.

Él es uno de los rostros más conocidos en este campo del arte y el periodismo nacional y su vida profesional ha estado ligada a la fotografía. Podría decirse que Teyo llegó a la fotografía de rebote, pero era la medicina el camino a seguir para llegar a la cámara. Fue en la Universidad de El Salvador, donde, mientras se preparaba para usar gabacha blanca y convertirse en un prominente médico encontró el gusto por el revelado de fotos y el deseo de captar con un lente las mejores postales.

Descubrió que tenía madera cuando fotografió un cráneo y vendió las fotos como “pan caliente” entre sus compañeros de la Facultad de Medicina. Un tiempecito después, el cineasta Alejandro Coto vio algunas fotos que él había captado de Suchitoto y le auguró éxito en esta carrera. Después de la ofensiva de 1989, Teyo decidió renunciar a la medicina y enfocarse en una carrera como comunicaciones; de ahí saltó como pasante al Diario de Hoy donde trabajó por muchos años antes de arribar a LA PRENSA GRÁFICA.

En la actualidad trabaja independiente y su última obra es una exposición fotográfica puesta en escena ayer en Panchimalco bajo el nombre de “Estereotipos rotos”. Con esta temática Teyo explora temas sensibles como los complejos que tiene la mujer por el simple hecho de ser gordita.   “Comencé a hacer fotografías de mujeres gordas, con el afán de que se vieran bien en foto porque aún yo tenía el perjuicio ese que nos ha metido la publicidad de que una mujer por el simple hecho de ser gorda es fea”, recuerda sobre este proyecto que inició desde hace unos 15 años.

Empero, Teyo no es solo amante de la fotografía, también tiene talento para la escultura, y ama el trabajo agrícola. Incluso no duda en afirmar que si no fuera fotógrafo sería agricultor. “Siempre lo digo que soy campesino de la ciudad jajaja. Allá (en Jucuarán) tengo varios proyectos agrícolas y voy casi todas las semanas. Tengo una plantación de árboles de Teca, estoy experimentando también con la “Pitahaya” y estoy desarrollando la apicultura. A mí el campo y la naturaleza me llena”, sostiene. Teyo Orellana es nuestro personaje de la semana.

¿Qué papel juegan las mujeres en, tu caso, la fotografía artística?

Fíjate que la mujer en mi caso como fotógrafo artístico es fundamental. De hecho vengo desarrollando desde hace unos 15 años el proyecto (de fotografiar) mujeres gorditas, de tallas gruesas, y es un proyecto que nació por una mujer, y fue fundamental el papel que ella jugó sin proponérselo.

A ver contame…

Sí fíjate que la inquietud nace por una ex novia con la que conviví por mucho tiempo. En ese tiempo yo hacía fotografías en blanco y negro, pero de mujeres “bonitas”,  de cánones de belleza, y ella (ex novia) siempre me decía: mire y usted porque siempre fotografía mujeres con cuerpo diferente al mío. Y no era un reclamo, pero era algo como para que yo me pusiera a pensar el porqué. Y pues sucedió que cuando nos separamos comenzó eso a golpearme en el cerebro, y es así como nace el proyecto. Comencé a hacer fotografías de mujeres gordas con el afán de que se vieran bien en foto porque aún yo tenía el perjuicio ese que nos ha metido la publicidad de que una mujer por el simple hecho de ser gorda es fea.

La mujer por naturaleza es vanidosa y obvio le gusta verse bien y si tiene libras de más pues no le gusta la foto ¿cómo quebraste el tabú a tu modelo?

Me costó más de un año buscar modelo, primero le dije a una señora me dijo sí, la fotografié y después me dijo que no. Después busqué otra y me dijo que con ropa sí, pero desnuda no. Le propuse el proyecto de fotografiarlas desnudas quizá a unas diez o 12 mujeres y dijeron que no. La modelo de las fotografías que tengo, ella era modelo de un amigo pintor y ella me dijo que con gusto, pero cuando le dije que sería desnudo lo pensó un poco. Después cuando vio que no eran fotos morbosas o pornográficas dijo que sí.

¿Tenés una sola modelo o hay más?

Sólo una modelo, pero es por ese perjuicio del que hablamos que la mujer por ser gorda se siente fea.

¿Vos que pensás de eso?

Yo creo que no. Ese un perjuicio que lo ha alimentado la publicidad y nosotros mismos como sociedad lo vamos alimentando

Umm yo creo que también los medios de comunicación sobre todo los televisivos…

Sí los medios de comunicación tienen también mucha culpa en eso, porque a nosotros desde pequeño nos van educando que ser gordo es sinónimo de ser feo. Un niño cuando está chiquito dicen: bien bonito el niño gordito, pero a medida que va creciendo dicen: mirá que cipote más gordo, mirá que feo. Y eso se lo meten ellos en la cabeza y ahí están con las dietas.

En la Tv para presentador buscan gente con algún físico…

Esa es otra cosa que yo trato en la temática de mi foto. El como se siente la mujer, porque la mujer quiere ser delgada o quiere permanecer delgada por el mismo hecho de ser aceptada, porque si no lo son, no son aceptadas por la sociedad que tiene un montón de tabúes y perjuicios. Marginan a la gente gordita.  Una mujer puede ser muy bien preparada, puede tener una licenciatura o post grado y no le dan el trabajo simplemente porque es gordita, y te lo digo en LA PRENSA (GRÁFICA) vi dos casos de eso. A una compañera no la querían aceptar que entrara a la revista “Ella” por el simple hecho de ser gordita, y luego a una editora le quitan la revista porque no tenía la presencia que la revista necesitaba.

Tenés montada la exposición fotográfica “Estereotipos rotos” ¿es la primera con el tema de “gorditas”?

No, ya hubo exposiciones anteriormente. Yo había parado en hacer exposiciones de mi trabajo, por mi trabajo en LA PRENSA, pero ahora lo he retomado.

¿Cuál es la diferencia en lo expuesto en años anteriores a la exposición en escena?

Fíjate que en esta se tratan temas más sicológicos por los elementos simbólicos que estoy usando. En las exposiciones anteriores (la modelo) casi siempre estuvo de espalda no dio la cara , pero la temática era lo que sufría la mujer al no tener las medidas para poder ser aceptada. En esta exposición como te digo son aspectos más sicológicos de la mujer: de cómo se siente, de como se ve en la sociedad, lo que pasa por su mente.

¿Cómo representas esos aspectos en fotos?

Hay una de una cadena, y ahí está haciendo fuerza ella para reventar esos tabúes. Hay otra en la que aparece un bodegón servido de futras y comida y ella tiene una especie de máscara. Hay otra que en el peinado tiene enrollada una cinta métrica que refleja el pensamiento que ella tiene de mantener esas medidas que la sociedad nos impone…son nueve fotografías, nueve temáticas diferentes.

Tu modelo se ve es una señora, y supongo una madre ¿no encontraste oposición de su familia, sus hijos, esposo para que te modelara?

Fíjate que no. El compañero de vida que tenía en ese momento me conocía a mí, incluso estuvo él en varias sesiones y vio que no había ningún perjuicio. Es que lo que sucede a veces es que muchos fotógrafos o artistas se aprovechan algunos de esa situación para otros propósitos.

Vos hacías fotos a modelos anteriormente, ¿que te gusta fotografías los desnudos o los paisajes?

Yo me formé en fotoperiodismo en el Diario de Hoy. En el Diario de Hoy trabajé en noticia diría, en deportes y para revistas. Y fue estando ahí que me nació lo de hacer fotografías de desnudos, pero yo lo califico de belleza por belleza. Bonita la fotografía en blanco y negro, pero no te decía nada más. En cambio en estas fotos (en exposición) me siento más cómodo porque transmito algo, las fotografías entran en un diálogo con el espectador.

¿Cómo definirías tu estilo?

Fíjate que yo me siento más cómodo haciendo fotografía de arte. Porque yo compongo, quiero que trasmitan algo. En fotoperiodismo no se puede arreglar una foto, ni en deportes, pero en arte tenés la libertad de poder manipular incluso desde antes de hacer la foto. Muchas veces mis fotografías se vuelven como bodegones, como puesta en escena. Todas mis fotografías llevan una iluminación artificial.

¿Cómo defines la fotografía, qué es para vos?

Cuando yo hago una retrospectiva de mi trabajo y la fotografía, pienso que no sé que estuviera haciendo sin la foto… fíjate que cuando comencé a hacer las fotografías de las “gordas” fue como una catarsis, fue sacar un  montón de cosas que yo sentía. Me sirvió como escape. Para mí la fotografía es un medio de expresar lo que yo siento y lo que yo pienso.

¿Tenías problemas?

Sí, la separación con esta mi novia que te digo. Mi separación con la gordita me dejó  en depresión y  fue la fotografía como mi escape a todo eso que sentía en ese momento. En ese entonces tomaba bastante; me metí en una vida más bohemia y me fui encontrando con muchos artistas que me fueron alimentando a desarrollar el proyecto artístico.

¿Cómo y cuándo es que llega la primera cámara a tus manos?

En la Facultad de Medicina. Estudié dos años en la Facultad de Medicina de la Nacional porque mis papás querían que fuera médico. Estando ahí me hice amigo de unos cheros que tenían a cargo el cuarto oscuro del laboratorio fotográfico del Departamento de Periodismo. Ahí comenzamos. Me enseñaban a revelar y me prestaban cámaras para tomar fotos en las marchas que se daban, te hablo de 1987-1988. En eso vino un primo de Estados Unidos y trajo una cámara, una AE1 Program Canon como con cinco lentes, él me la prestó por un tiempo. Y te cuento que una de mis primeras fotos que hice fue la de un cráneo que tenía por cuestiones de estudio. Le hice varias fotos y me quedó, una muy buena, fue tanto el éxito que vendí como cincuenta fotos entre los estudiantes de medicina. Eso me motivó a la foto y cuando se da la ofensiva de 1989 decidí dejar la carrera de medicina y estudiar comunicaciones.

¿De niño viste la fotografía como forma de vida?

No, no. En mi familia no hay artistas, no hay nada. Si yo hubiera sabido que había bachillerato en arte en el momento que decidí estudiar bachillerato en enfermería habría tomado bachillerato en arte.

¿Dónde viviste tu niñez?

Mi niñez fue en Jucuarán. Me la pasé solo jugando. Si me preguntaran a que etapa de tu vida quisieras regresar yo diría que cuando tenía entre cuatro y ocho años. En ese tiempo mi onda era jugar. A mí no me gustaba ir a la escuela, creo que repetí primer grado como tres veces.

¿Cogiste la cuma en algún momento?

No, a mí me gustaba el campo, pero andar con mi Papá con las vacas, porque él tenía vacas y algunas parcelas de café.

Aprendiste a ordeñar…

Sí.

¿Te consideras un campesino?

Sí, siempre lo digo que soy campesino de la ciudad jajaja. Allá ( en Jucuarán) tengo varios proyectos agrícolas y voy casi todas las semanas. Tengo una plantación de árboles de Teca, estoy experimentando también con la “Pitahaya” y estoy desarrollando la apicultura. A mí el campo y la naturaleza me llena.

¿Si tuvieras la oportunidad de volver a la universidad que estudiarías?

Alguna cuestión relacionada con el arte, por ejemplo una Licenciatura en Artes Plásticas, que va con la pintura, escultura, dibujo y la fotografía que también va adentro de las artes plásticas. Yo considero que la foto como tal, sin importar las ramas, si es una buena foto, es una foto artística porque muchas de las fotos que se tomaron en los años 20s o 30s y que en ese momento era fotoperiodismo ahora se venden como arte. Para mí la fotografía es un arte.

¿Qué te ha dado la fotografía?

Muchas sensaciones. Cuando tomo una foto experimento esa sensación de sentirme lleno, de decir lo logré, hice una buena foto. Cuando te llaman al estrado porque tu foto ha quedado entre las mejores te da una emoción que no se puede comprar tampoco.

¿Dentro de las fotos que has hecho cual sería tu carta de presentación?

Fíjate que esa no la he hecho todavía, todavía ando en la rebusca.

¿Qué prefieres, fotografiar  desnudos de modelos de belleza o desnudos de gorditas”

A las gorditas porque son las que me permiten transmitir más lo que quiero decir al público con mis fotos. Con las gorditas me puedo expresar mejor, le puedo sacar más los sentimientos y lo que yo quiero decir con mi foto. Una modelo profesional ya tiene bien cuadriculada las poses como las hacen y me limita mi trabajo.

¿Entiendo que también tenés madera para la escultura…

Sí, sí, hago escultura en madera sólida y en madera reconstruida. La madera reconstruida es aserrín con cola blanca.

¿Dónde aprendiste?

Me la enseñó Miguel Martino que es un escultor argentino-salvadoreño que trabaja en Suchitoto.

¿Qué te gusta hacer?

Fíjate que hice una serie de bolsas, como los sacos de frijoles y maíz con madera reconstruida, y también en madera sólida hago lo que le llaman escultura orgánica.

Teyo, si no fueras fotógrafo ¿qué serías?

Agricultor, es que me gusta la agricultura.