Siete aspectos de la piel que hay que cuidar si tienes cáncer

Agencias

Cuando una persona tiene cáncer esta enfermedad abarca todos los esfuerzos del paciente, quien en en muchas ocasiones, abandona el cuidado de otras partes del cuerpo, como la piel.

Aunque en la actualidad los tratamientos para esta patología se han modificado y existen diversas alternativas terapéuticas que van más allá de la quimioterapia clásica, como las terapias específicas dirigidas a dianas concretas, los efectos secundarios siguen existiendo y la piel es uno de los grandes afectados.

Los expertos señalan que tras los tratamientos es frecuente que aparezcan lesiones, como infecciones alrededor de las uñas y erupciones acneiformes. “La piel se vuelve sensible y seca. Necesita cuidados especiales y requiere cambiar los hábitos. En la higiene, por ejemplo, hay que utilizar sustancias simples, sin detergentes, (pueden ser en pastilla, gel, crema o leche), pero, siempre suaves para evitar la agresión de la piel”, explica Aurora Guerra, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid.

La experta recomienda prestar especial atención a los siguientes aspectos:

Hidratación

El primer punto es utilizar cremas hidratantes sencillas y diseñadas para pieles sensibles.

“Hay que hidratar porque a veces la piel está seca. En estos casos conviene que la composición de las cremas sea sencilla porque, a mayor multiplicidad hay más riesgo de alergias y de intolerancias”, afirma.

Además, esta hidratación deberá ser mayor en la piel radiada, ya que ésta tiene la peculiaridad de que es más frágil, por lo que hay que cuidarla de manera especial y, sobre todo, prevenir, antes de la radioterapia con una hidratación y una higiene adecuadas.

Protección solar

Tras los tratamientos la piel es más sensible a los rayos de sol, por lo que habrá que tener en cuenta también la fotoprotección. Guerra recomienda utilizar preferiblemente fotoprotectores físicos, que son menos alergénicos.

Uñas

Las uñas van a ser también objeto de daño puesto que la cutícula de la uña se está reproduciendo constantemente y también es sensible a estos quimioterápicos.

Hay que tener las uñas cuidadas, no cortarlas demasiado. En el caso de la mujer, es importante no tocar las cutículas cuando se hace la manicura. Pero, ¿y si están pintadas? Guerra aclara que no está contraindicado, a veces incluso las protege, lo que no podemos tener son uñas postizas, acrílicas, de gel o de porcelana porque pueden dañar las uñas o limarlas.

“ Aconsejamos siempre mantener las esquinas cuadradas e hidratarlas mucho con cremas especiales para las uñas. Las personas que se las muerdan deberían intentar no traumatizarlas ni morder el borde o retirar la cutícula. Ahí hay que tener mucho más cuidado e incluso, si necesitan dormir con guantes, que lo hagan”, añade.

Pelo

Hay tratamientos con los que no se cae y otros con los que sí. La mayoría de las veces el pelo se va a recuperar, pero no en todas.

En este aspecto la especialista indica que las decisiones son muy personales: hay quienes se cortan mucho el pelo o se afeitan la cabeza para no ir viendo la caída día a día; otros utilizan peluca.

Lo importante al utilizar pañuelos, turbantes o pelucas es que sean adaptadas y no tengan adhesivos que puedan irritar la piel, porque el cuero cabelludo también está sensible. Además, conviene que tengan al menos seis horas al día el cuero cabelludo descubierto. “Si no se ponen nada y salen en algún momento al sol también tendrán que ponerse protección en el cuero cabelludo desnudo”, advierte.

Por otro lado, Guerra indica que algunas terapias no provocan la caída del pelo pero si modifican su aspecto. Así, una persona con el pelo lacio puede llegar a tenerlo rizado o incluso cambiar de color. En estas situaciones no hay inconveniente en que usen mascarillas o suavizantes, pero no se recomiendan los tintes y los baños de queratina porque son mucho más agresivos.

Cejas, párpados y pestañas

Las cejas y las pestañas también se caen. Si es transitorio, como ocurre en la mayoría de los casos, será suficiente con maquillarlas. Si después de acabar el tratamiento, vemos que no se recuperan podemos hacer una micropigmentación o un tatuaje, pero siempre pensando que ya es irreversible: puede ocurrir que el paciente decida realizarse una micropigmentación y que posteriormente salga el pelo y luego no coincida.

En los párpados hay que prestar cuidados especiales porque muchas veces también hay sequedad en los ojos. Utilizar contornos de ojos suaves e hidratantes puede ayudar.

“Con las pestañas es mejor no hacer nada y esperar. Se pueden pintar con un lápiz pero no aconsejamos las pestañas postizas porque irritan la zona”.

Cicatrices

En cuento a los tratamientos de cirugía, la especialista señala que tras la intervención puede quedar una cicatriz hipertrófica. Éstas hay que tratarlas, hidratarlas y poner parches de silicona para intentar que reviertan y la piel vuelva a estar a su ser.

Pigmentaciones

Con muchas quimioterapias salen manchas en la piel, sobre todo en los pliegues: axilas, ingles, y también en la cara, en las zonas laterales del cuello. Además, con algunos medicamentos aparecen pigmentaciones flageladas.

Esta pigmentación, en general, va a ir recuperándose. Mientras tanto, Guerra indica que hay que utilizar protección solar para que no se incremente, tener paciencia y no usar despigmentantes convencionales, como se usan en otras situaciones, porque son irritantes.

“Aconsejamos la fotoprotección, el maquillaje y cuando va pasando el tiempo ponerse en manos de un dermatólogo para que le ayude”, añade. “Es importante considerar el cuidado cosmético porque mejora la calidad de vida, la percepción de la enfermedad y eso ayuda en la recuperación”.