Venezuela sustituye el dólar por el euro en las transacciones internacionales

El vicepresidente económico de Venezuela, Tarek el Aissami (de pie), junto al presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega

Agencias

Venezuela dejará de realizar sus transacciones internacionales con la moneda estadounidense, el dólar, y primará el euro, los yuanes o cualquier otra moneda convertible para las operaciones en el exterior. Esta medida adoptada por el Gobierno de Nicolás Maduro se adopta en respuesta a las sanciones que ha emitido la Administración de Donald Trump contra funcionarios chavistas en los últimos meses.

 El vicepresidente del Área Económica, anterior vicepresidente, Tarek el Aissami, junto al presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega, informaron de que en la nueva etapa del «Programa de recuperación y crecimiento económico» -puesto en marcha el pasado mes de agosto con el llamado «paquetazo rojo» y la eliminación de cinco ceros de la moneda- se excluirá el dólar de las operaciones cambiarias nacionales, incluyendo las subastas del Dicom (sistema de mercado cambiario), en las que concursan solo empresas y personas aliadas al régimen para obtener divisas en un país con control cambiario.

El Aissami alegó que el bloqueo financiero impuesto por Estados Unidos no solamente es hacia el sector público, sino que también han bloqueado cuentas del sector privado venezolano en las áreas de agroindustria y farmacéutica. «Esto es para que se vea hasta dónde llega la locura del imperialismo. Cada vez es más hostil hacer operaciones con su moneda», dijo el responsable económico.

La crisis económica en el país, que no tiene precedente, ha llegado a niveles inimaginables: una inflación pronosticada por el FMI del 10.000.000 por ciento para el 2019. A su vez, la tasa de cambio del mercado paralelo también es muestra del deterioro económico de la nación: un euro equivale a 195,90 bolívares soberanos en negro, mientras que en la tasa oficial se cotiza a 63,03 soberanos, tres veces menos.

La banca privada

Desde el Palacio de Miraflores, el vicepresidente del área económica aseguró que el Gobierno de EE.UU. «ha impuesto nuevas sanciones» que impiden las transacciones en dólares y se refiere a que hay una prohibición «ilegal y arbitraria». Por otro lado, la banca privada venezolana, que estuvo excluida durante años como ente intermediario en cualquier transacción con moneda extranjera, volverá a estar habilitada para participar en las subastas del Dicom.

El ministro indicó que desde que fueron anunciadas las medidas económicas por Maduro, se han entregado 60 millones de dólares a través del Dicom a industrias y laboratorios farmacéuticos. Además, se les asignaron 420 millones de euros de manera directa a otros grupos económicos a los que no especificó.

El economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, señaló en su cuenta de Twitter que, «a pesar que lo anuncien en euros, y suponiendo se concrete, dada la interconexión tan profunda del sistema financiero global con Venezuela, al provenir de un Estado bajo sanciones financieras, genera serios problemas al sector privado».

El gabinete económico también pedirá a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que apruebe una ley para que penalice a las personas u organizaciones que utilicen los billetes venezolanos para contrabando.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha sancionado desde 2008 a funcionarios venezolanos o empresarios presuntamente vinculados con el narcotráfico, corrupción, terrorismo y violaciones a los derechos humanos. La larga lista asciende a más de 70 personas penalizadas por el gobierno norteamericano: militares, ministros, magistrados y diputados, entre otros.

Recientemente se sumaron a la lista el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello; su esposa y ministra de la cartera de turismo, Marleny Contreras; su hermano y presidente del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), José David Cabello, y el empresario Rafael Sarria, quien poseía varias propiedades y empresas en territorio estadounidense.