Papa Francisco pide raíces fuertes para los jóvenes

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PANAMÁ (AP) — El papa Francisco llamó el sábado a los adultos a ayudar en una formación sólida para los jóvenes tras escuchar conmovedores testimonios de peregrinos que debieron sortear problemas de drogas y crecer en lugares de conflicto.

En una multitudinaria y colorida vigilia en un campo al que se le bautizó Juan Pablo II, Francisco dijo que “es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra”.

“Qué fácil resulta criticar a los jóvenes y pasar el tiempo murmurando si les privamos de oportunidades laborales, educativas, comunitarias desde dónde agarrarse y soñar el futuro”, señaló el papa, en el penúltimo día de la Jornada Mundial de la Juventud organizada por la Iglesia.

La del sábado fue una jornada en la que Francisco también trató de inyectar una dosis de energía al fatigado clero latinoamericano, que según el Santo Padre sufre de cansancio por el trabajo intenso que hacen y por los propios pecados en que ha incurrido la Iglesia.

Éste también fue un día en que Francisco compartió una comida con diez jóvenes peregrinos de diversos países, un momento inolvidable para los chicos dado que les permitió conversar sobre los escándalos de abuso sexual de la Iglesia católica y la difícil situación de los cristianos en el Medio Oriente.

El papa, que arribó el miércoles en su primera visita a un país centroamericano, cierra el domingo la jornada con una misa campal por la mañana en el mismo campo de la vigilia, una visita a un albergue que ayuda a enfermos con VIH-Sida y un encuentro con los voluntarios de la jornada.

El Papa Francisco “me pareció una persona con mucha humildad, una persona muy suave, dispuesta a dialogar ante todo”, dijo Dennis Montano Galdamez, de Australia, en una rueda de prensa.

Por su parte, Brenda Noriega, una joven que nació en México y vive en San Bernadino, California, manifestó que le dijo al papa que los escándalos sobre abuso sexual son una crisis de la que “no podemos evitar hablar”. La joven mencionó que Francisco dijo que éstos son “un crimen terrible y que la iglesia no apoya ninguno de estos crímenes”.

Para Dana Salah, el papa es un “ángel siempre protegiendo a los cristianos… Nos dijo que Palestina siempre será la tierra de Jesús y de los cristianos”.

A su vez, Emilda Santos Montezuma, de Panamá, preguntó cómo lograr cambios en los sistemas políticos, en los problemas del medio ambiente, en mejorar la calidad de vida de las personas, y Francisco le respondió que son los jóvenes los que deben liderar las transformaciones.

En la comida también participaron Angelina Nayire, de Burkina Faso; Badwin Taitus, de India, y Miguel Angel Croche Fontela, de España.

La comida se llevó a cabo luego de consagrar la Catedral Santa María la Antigua durante una misa en la que Francisco trató de inyectarle un vigor renovado al clero de América Latina tras reconocer que puede haberse fatigado de las cargas de su trabajo y de una Iglesia “herida por su propio pecado”.

“Sería imposible tratar de abarcar todas las situaciones que resquebrajan la vida de los consagrados, pero en todas sentimos la necesidad urgente de encontrar un pozo que pueda calmar y saciar la sed y el cansancio del camino”, manifestó Francisco, quien visitaba por primera vez un país de América Central y con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud de la Iglesia católica.

Es el punto intermedio de la visita de cuatro días de Francisco a Panamá para la jornada.

En ediciones anteriores, el festival ha congregado a cientos de miles de peregrinos, pero la versión de Panamá atrajo a menos. Solo alrededor de 100.000 personas acudieron este fin de semana, menos de las 400.000 personas que según los organizadores acudieron al vía crucis celebrado por el papa el viernes.

En su homilía, Francisco habló con franqueza sobre las presiones, frustraciones y ansiedades que enfrentan los sacerdotes y las monjas que se enfrentan en un mundo en rápido cambio donde a veces el mensaje católico no tiene lugar.

El papa advirtió que su cansancio a veces puede ser paralizante, pero los instó a recuperar la alegría y la fe que los inspiraron originalmente.

El profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University, Andrew Chesnut, dijo que la fatiga del clero panameño y latinoamericano en general no solo se debe a los “pecados” de la Iglesia mencionados por el papa, sino “también por un cansancio más palpable por la falta de sacerdotes en la región más católica del mundo”.

“Muchos sacerdotes son responsables por miles de párrocos y se les imposibilita atender a las necesidades espirituales de todos”, planteó a The Associated Press Chesnut, quien sigue de cerca el viaje del papa. “La falta de sacerdotes crea una enorme desventaja para la Iglesia en su competencia con las iglesias evangélicas que tienen muchos más pastores, los cuales se pueden casar y tener familias”.