Más de 600 pruebas para detectar casos de COVID-19 se aplicaron este miércoles a salvadoreños en una jornada desarrollada bajo estrictos protocolos sanitarios en la plaza al Divino Salvador del Mundo, en San Salvador, y en la cabecera departamental de San Miguel.
Cabinas móviles de diagnóstico del Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica (EICE), que coordina el Ministerio de Salud, fueron instaladas en ambos lugares para tomar las pruebas con el objetivo de identificar personas infectadas de coronavirus.
En San Salvador, se trata del tercer día consecutivo de toma de aproximadamente 300 pruebas, mientras que para San Miguel fue la primera jornada de este tipo y tuvo lugar en un centro comercial de esa ciudad.
Aunque algunas personas denunciaron en redes sociales que para la prueba en San Salvador se hizo aglomeración y desorden, muchos esperaron para aprovechar este beneficio directo.
Para este proceso “contamos con todo el apoyo del personal médico, laboratorista, promotores de salud e inspectores de saneamiento ambiental”, informó la doctora Vanessa de Calderón, directora regional de Salud en el oriente del país.
Destacó que estas jornadas cumplen con “todas las medidas de distanciamiento social para minimizar que pueda estar muy cerca un paciente del otro”.
La población agradeció estas acciones que permitirán bajar los altos índices de contagios que a la fecha suman 15,841 casos confirmados, 8,071 pacientes recuperados, otros 7,340 casos activos y 430 fallecidos.
“Nos sentimos contentos, porque tenemos la oportunidad de hacernos este examen nosotros que no tenemos la capacidad para pagar”, expresó Alberto Erazo, quien consideró que el Gobierno del Presidente Nayib Bukele “ha sabido manejar” la crisis.
Desde la emergencia, el Gobierno ha hecho 234,086 pruebas para diagnosticar el coronavirus, una cifra que destaca el compromiso de esta administración por salvaguardar la vida de los salvadoreños ante la pandemia.
Esta cifra también es superior a la cantidad de pruebas hechas en el resto de naciones de Centroamérica y deja al país como el principal referente regional en la protección de la población ante el coronavirus.
