San Salvador, (EFE).- El Salvador intensificó de golpe este lunes su reactivación económica tras cinco meses paralizada por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 y luego de que el Supremo declarara inconstitucional un plan de desescalada del Ejecutivo, por lo que las autoridades apelan a la responsabilidad individual de los ciudadanos para evitar un rebrote de contagios.
«Este día (lunes) inicia una apertura (económica) obligada y establecida por la Corte Suprema de Justicia que nos declaró inconstitucional las fases que habíamos determinado para realizar una apertura gradual. No obstante, creemos que debemos de contar con la participación directa de la población, apelar y confiar en su responsabilidad», dijo a la prensa la comisionada Presidencial, Carolina Recinos.
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró a principios de agosto inconstitucional un decreto gubernamental que establecía el plan de reactivación gradual de la economía, por no contar con la aprobación de la Asamblea Legislativa y limitar derechos establecidos en la Constitución.
Los magistrados señalaron que la norma, que contenía 4 fases de las que la etapa 1 ya estaba en práctica, limitaba derechos constitucionales sin la aprobación legislativa, por lo que llamaron al Ejecutivo de Nayib Bukele y al Parlamento a consensuar un ley que regule estos aspectos.
Sin embargo, lo anterior no fue posible y los constantes choques entre el mandatario y los diputados del Congreso, de mayoría opositora, dejaron al país sin una ley que regulara las medidas sanitarias para contener el avance del virus, por lo que ahora los salvadoreños deberán autoregularse.
Hasta el domingo, El Salvador acumula 24.811 contagios de COVID-19, de los que 11.650 casos están activos, 669 personas han fallecido y 12.492 personas han sido dadas de alta, según datos oficiales.
LA VUELTA A LA «NORMALIDAD»
Las paradas de autobuses del transporte público acogieron este lunes a los salvadoreños que buscaban trasladarse a diferentes partes del país para retomar sus labores o realizar compromisos personales, según lo constató Efe.
La señalización en estos lugares, donde antes de la pandemia las personas se aglomeraban para coger un transporte, no faltó y mensajes como «guarde una distancia de dos metros» y «use mascarilla» son los más llamativos.
La comisionada Presidencial y el ministro de Salud, Francisco Alabi, inspeccionaron la mañana de este lunes una de las paradas de autobuses más utilizadas en San Salvador para verificar los protocolos de sanidad en las unidades del transporte colectivo y en la población.
«Pedimos a la población que no nos confiemos y sigamos aplicando los protocolos», dijo el funcionario a periodistas.
Los restaurantes, que hasta el domingo solo ofrecían servicio a domicilio y para recoger en el lugar, también se activaron bajo las medidas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud (Minsal) para atender a sus clientes.
Mesas con distancia de dos metros y con sillas solamente para dos personas y separadores de plástico transparente era lo que resaltaba en algunos restaurantes de la capital.
Asimismo, los centros comerciales abrieron sus puertas, por lo que las autoridades de Salud llamaron a la población a no realizar actividades de ocio en estos lugares, para evitar la aglomeración de personas, y reiteraron a los encargados de dichos sitios la importancia que cumplir con los protocolos de salud.
También se prevé que la actividad de los vendedores informales (independiente) se incremente.
TRANSPORTE PÚBLICO EN LA MIRA
Según el ministro de Salud, las unidades del transporte público son los lugares «de más alto riesgo de contagio», por lo que insistió en la necesidad de implementar todas las medidas sanitarias que han sido establecidas.
La «reapertura» del transporte público, a criterio del funcionario, «tendría que haber sido lo último en reestablecerse porque esto incrementa la posibilidad de más casos».
«De entrada sabemos que va a aumentar la cantidad de casos por día, que será evidente en dos o tres semanas después de la reapertura, ya que el 70 % de la población utiliza el transporte público», advirtió.
Por su parte, la comisionada Presidencial señaló «cada unidad debe tener su dispensario de alcohol en gel, no tiene que llevar a personas paradas, y los usuarios y conductores deben usar mascarilla».
Agregó que en las paradas de autobuses se desplegarán enfermeras y gestores de tráfico «vigilar que se cumplan las medidas (sanitarias) en el transporte público».