Próxima embajadora conoció a Trump en concurso

La próxima embajadora de El Salvador en Washington es alguien que el presidente Donald Trump podría recordar de sus días como jefe de concursos de belleza.

Una foto que circuló en las redes sociales el viernes mostraba a un sonriente Trump cruzando los brazos con Milena Mayorga y otras dos concursantes —Miss USA y Miss Guatemala— al margen del certamen de Miss Universo de 1996, donde la salvadoreña fue una de las diez finalistas. Trump era el dueño del certamen en ese momento.

Mayorga, de 44 años, fue nombrada el jueves por la noche por el presidente Nayib Bukele como la próxima embajadora de la nación centroamericana en Estados Unidos. Es una neófita política y sin experiencia diplomática previa, habiendo sido elegida al Congreso por primera vez en 2018.

Pero los salvadoreños la conocen desde hace años como una popular presentadora de televisión. Muchos la conocen como “Milena tu Amiga”, en referencia a un programa de entrevista en la televisión.

Mayorga llamó la atención luego de denunciar la corrupción en su partido conservador ARENA que, como fuerza dominante en el Congreso, ha bloqueado la agenda de Bukele. Más tarde abandonó el partido.

Como embajadora, enfrentará una batalla cuesta arriba tratando de reparar el deterioro de las relaciones con los republicanos y demócratas en el Congreso, quienes han expresado cada vez más su preocupación de que Bukele, aunque muy popular, esté sobrepasando su autoridad y amenazando los controles y equilibrios en el pequeño país centroamericano.

Si bien Bukele se ha ganado el cariño de Trump al respaldar sus políticas de inmigración de línea dura, se ha enfrentado a críticas entre los activistas de derechos humanos y a favor de la democracia por desafiar a la Corte Suprema y al Congreso de El Salvador.

El jueves, seis congresistas republicanos encabezados por David Royce de Ohio y Mario Díaz Balart de Miami escribieron una carta a Bukele expresando su “preocupación” por lo que llamó la “lenta pero segura salida de El Salvador del estado de derecho y las normas de democracia que nuestro hemisferio ha luchado tan duro para preservar”.

La carta provocó una airada respuesta de Bukele en una cadena nacional de radio y televisión, en que desestimó la misiva señalándola como el trabajo de un pequeño grupo de legisladores que no representan ni el 3% de todo el Congreso de Estados Unidos.

“Lograr que los congresistas escriban una carta es lo más fácil del mundo”, dijo Bukele.