El desarrollo territorial no puede verse con una mirada centralista: Semana DT

La Quinta Semana de Desarrollo Territorial (Semana DT) finalizó este 20 de noviembre con valiosos aportes para el desarrollo de los municipios, con una ponencia magistral de Iliana Segovia, representante de la Red CODET El Salvador.

«El desarrollo territorial no puede verse con una mirada centralista, esto genera poca eficiencia en los procesos de trabajo y en la asignación de recursos para impulsar procesos de desarrollo», explica Iliana Segovia de la Red CODET, en el cierre de la 5ta. #SemanaDT.

El Salvador ha tenido a lo largo de su historia profundas desigualdades económicas, sociales, así como desafíos y problemáticas ambientales tanto en las áreas rurales como urbanas. Los tres poderes del Estado tienen relación directa para tratar el desarrollo territorial. Tenemos experiencias exitosas del trabajo a favor del Desarrollo Territorial», apunta.

La experta en el tema añade que la falta de políticas públicas eficientes y la debilidad institucional en materia de desarrollo territorial, ha puesto en evidencia grandes vacíos estructurales que no han permitido atender adecuadamente, el impacto de COVID- 19 y los fenómenos naturales en los territorios.

A nivel de impactos climáticos claves, el 88.7% del territorio nacional se considera zona de riesgo y el 95.4% de la población se encuentra bajo riesgo. Hay que ir cambiando el enfoque de desarrollo para que el país tenga seguridad alimentaria, transparencia. Los índices de pobreza por departamento para 2019. Morazán y Ahuachapán tienen una alerta al tener los porcentajes más altos. Estos departamentos son determinantes para el desarrollo de los territorios.

Citó otro ejemplo, el índice de calidad de agua muestra que ningún sitio tiene calidad de agua excelente, un 4% tiene calidad pésima y 20% mala, ilustró en su ponencia Iliana Segovia.

La deuda que durante la pandemia se ha adquirido, es estimada a que de cada $100 que el país produzca, El Salvador deberá $92.1 que se tendrá que pagar, sobre la inseguridad alimentaria. El maíz y frijol es lo que más se produce en el país. Sin embargo, aun produciendo, no todos tienen acceso. A la vez hay un exceso de demanda. Durante la pandemia vimos expresiones con banderas blancas la falta de alimentos en la población, que también fue afectada por los fenómenos climatológicos”, apuntó.

La historia de cómo las privatizaciones, la migración a un modelo neuroliberal, la imposición de un sistema fiscal regresivo y otras medidas que debilitaron las finanzas nacionales y desastres naturales abonaron al impulso de migración en El Salvador, expuso.