Ni el más optimista hincha de Newell’s se hubiera imaginado ver a sus colores en el Camp Nou. Sobre todo en un partido oficial de La Liga. Pero Diego Maradona y Lionel Messi lo hicieron posible. El sentimiento leproso que unió al astro rosarino con el mejor jugador de todos los tiempos conmovió a los fanáticos del fútbol.
Ya en el escueto homenaje que le había rendido el Barcelona a Pelusa, Leo se había mostrado emocionado, pero la pasividad del extraordinario delantero acaparó la atención de los televidentes. La Pulga tenía algo planeado para el partido.
Así, cuando marcó su gol en la abultada victoria frente al Osasuna, Messi demostró que estuvo a la altura. Una definición exquisita en una obra maravillosa fue acompañada con el gesto que paralizó al mundo. El capitán se bajó el brazalete para que se le complique su tributo al ídolo popular. Del mismo modo que alguna vez el propio Maradona se sacó la camiseta de la Selección para jugar con la de Boca en el recordado homenaje que vivió en La Bombonera, la Pulga se sacó la del Blaugrana para vestir la Diez que usó Diego durante sus días en Newell’s, previos al Mundial de Estados Unidos.
El rosarino no se lo había comentado a nadie para que no se filtre su homenaje. Fue una postura hermosa que hizo emocionar a todos los amantes de la pelota. Su figura y su humildad volvieron a verse reflejadas en un campo de juego. Y donde sea que esté, D10S estará sonriendo por el regalo que le hizo su discípulo.
El amor se tiñó de rojinegro y Leo se convirtió en Diego por unos instantes. El legado del mejor jugador de todos los tiempos continúa. Y Messi se encargó de trasladarlo.
Antes del inicio del choque frente al Osasuna, el Barcelona le rindió un homenaje a Maradona, quien jugó en el club catalán entre 1982 y 1984. Se trató de un respetuoso y emotivo minuto de silencio con los futbolistas de ambos equipos reunidos alrededor de una camiseta del Culé con el número 10.
Messi, visiblemente afectado, estuvo cabizbajo durante el minuto de silencio y cuando sonó el pitido del árbitro alzó su cabeza en dirección a la pantalla del estadio Camp Nou donde se proyectaba una imagen de Maradona durante su etapa en el club Blaugrana.
El crack rosarino también se colocó una cinta negra por encima de la tradicional cinta de capitán con los colores de Cataluña. Desde la tribuna, un directivo también exhibió una camiseta enmarcada utilizada por Maradona en alguno de los 75 partidos (47 goles) que disputó entre 1982 y 1984 con el equipo catalán.
En simultáneo, los carteles de publicidad también lucieron una imagen de Maradona junto con el escudo de Barcelona enlazado con un crespón negro.