San Salvador, 8 mar (EFE).- Al menos 15 femicidios se reportaron en El Salvador entre enero y febrero del año en curso, según informó este lunes la Fiscalía General de la República (FGR).
El Ministerio Público, que no detalló cuántos asesinatos fueron cometidos en cada mes ni brindó más detalles de los casos, también señaló que se registraron 865 casos de violencia sexual y 589 casos de expresiones de violencia contra mujeres.
«Trabajamos para que ninguno de estos casos quede en la impunidad», publicó la FGR en su cuenta de Twitter a propósito del Día Internacional de la Mujer.
Cientos de mujeres salieron el domingo a protestar por las principales calles de la capital salvadoreña por el Día Internacional de la Mujer, ataviadas con camisas alusivas a sus demandas y pancartas.
«Mamá, hoy marcho por ti y todas mis hermanas abusadas» y «el machismo mata», fueron algunos de los mensajes que se vieron en la manifestación, incluidos algunos contra el presidente Nayib Bukele.
El Salvador es considerado por Amnistía Internacional como uno de los países más peligrosos para la mujeres por los niveles de feminicidios y de violencia machista que sufren.
En 2020, la cifra de feminicidios registrados por la Policía Nacional Civil (PNC) fue de 70, aproximadamente un 37 % menos que los 111 registrados en 2019. Si el registro del 2020 se compara con 2018, cuando se computaron 232 feminicidios, la caída es del 70 %.
Las cifras oficiales indican que de los 1.322 homicidios registrados en 2020, en el 9,75 % de los casos las víctimas fueron mujeres.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Naciones Unidas, El Salvador encabeza la lista de feminicidios en América con una tasa de 6,8 asesinatos por cada 100.000 mujeres.
Además, la Cepal señala que la situación de las mujeres se ha visto «agravada» durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19, ya que el aislamiento «limitó el acceso a redes de apoyo y servicios de atención» destinados a evitar la violencia machista.
Sostiene que la saturación de los servicios de salud por causa de la crisis sanitaria también ha mermado la capacidad de atención médica de las víctimas que han sufrido violencia sexual.