El linchamiento mortal de un joven en México a manos de una muchedumbre influenciada por rumores de WhatsApp

Foto de Daniel Picazo

Como tantas veces lo hizo antes, Daniel Picazo González salió de su domicilio en Ciudad de México para visitar la casa que heredó su abuelo en una pequeña localidad del estado de Puebla.

La propiedad está en la localidad de Las Colonias de Hidalgo, a unas tres horas de la capital mexicana, y como un joven de 31 años al que le gustaba viajar, pasar los días libres en medio de aquella comunidad en las montañas de la Sierra Norte era algo que disfrutaba.

Así lo hizo el 9 de junio. Les avisó a sus padres, Ricardo Picazo y Angélica González, que había llegado bien.

La siguiente noticia que tuvieron sobre su hijo fue que le había pasado algo terrible.

La noche de ese viernes, unos 200 habitantes de la localidad de Papatlazolco, vecino de Las Colonias de Hidalgo, detuvieron, golpearon y lincharon hasta la muerte a Picazo González.

Un rumor que corrió días antes por grupos de WhatsApp y Facebook de Papatlazolco decía que había gente foránea raptando niños para traficar con sus órganos. Y el joven de 31 años fue víctima del señalamiento público de una muchedumbre, según los primeros informes de las autoridades.

Información falsa de ese tipo ya ha sido usada para generar zozobra en comunidades que están dispuestas a creerla y que ha llevado a extremos como el ocurrido en esta comunidad de Puebla.

¿Qué ocurrió?

Picazo González era abogado y hasta marzo pasado fungía como asesor de una diputada federal.

Recientemente había terminado de cursar una maestría y el 9 de junio buscaba darse una «escapada» del estrés de la ciudad para visitar la casa de Las Colonias de Hidalgo, según explicó su padre.

Pero el ambiente por esa zona no era el de siempre.

Dos días antes empezaron a difundirse en chats y grupos de redes sociales los mensajes de que había foráneos raptando niños.

Incluso había imágenes con logotipos de instituciones que ya no existen como tales (la PGR, por ejemplo, que hoy es la Fiscalía General de la República). Esas fotos supuestamente señalaban que había una búsqueda de delincuentes.

«Esa información que circuló ya tiene algunos años. Esas mismas fotos corrieron no solo aquí, sino a nivel nacional, en otras partes de México», explica a BBC Mundo el periodista Pablo Torres desde Huauchinango, el municipio donde se ubica Papatlazolco.

La noche de ese viernes, alrededor de las 21:00, un habitante de la localidad vio una camioneta con matrícula de otro estado y alertó a la comunidad a través de WhatsApp de «que ya estaban por ahí personas extrañas y que probablemente era de quienes se hablaba desde hacía dos días», cuenta el periodista Torres.

«Estaban señalando al joven como como presunto secuestrador de niños, sin que nadie haya verificado nada«, agrega.

Primero se reunieron unos 30 pobladores, según el recuento que ha ofrecido el presidente municipal de Huauchinango, Rogelio López.

«Los elementos [de la policía] recibieron un llamado y acudieron de inmediato a prestar auxilio, pero luego llegaron más de 200 personas. Eran seis elementos para poco más de 200 personas«, asegura el edil.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran a Picazo González maniatado, con señales de haber sido golpeado, siendo llevado por la fuerza por calles de Papatlazolco.

«Un acto de barbarie»

Las autoridades no han dado cuenta de qué pasó antes de la muerte del joven de 31 años «inteligente y estudioso», según lo define su padre.

El presidente municipal asegura que «lo rescataron» los policías hasta que llegaron «más de 200 personas» a agredir a los agentes. «Y lamentablemente ya no pudieron hacer nada».© Proporcionado por BBC News MundoMap

Según ha dicho la madre de Picazo González a la prensa mexicana, un hombre que presenciaba el hecho intentó ayudar a su hijo averiguando su identidad y origen.

«El joven dice que mi hijo le dijo ‘¡ayúdame, ayúdame!’. Lo tenían amarrado, esposado y de rodillas», explicó Angélica González a la emisora Milenio Tv.

«Casi agonizando le dijo ‘sácame mi cartera, la traigo en el pantalón’. Y el testigo vio que traía su identificación de la Cámara de Diputados. (…) Él quiso defender a mi hijo, pero los pobladores no lo dejaron. Había policías estatales y municipales, pero lo estaban también inculpando a él».

Su cuerpo fue encontrado carbonizado, después de que presuntamente le rociaran gasolina y le prendieran fuego mientras aún tenía vida.

El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, ha dicho que la investigación de lo ocurrido ya fue iniciada.

«Es un acto de barbarie, totalmente aberrante, en donde hay prejuicios, ignorancia, rumores, un ambiente de no creer en la autoridad», lamentó Barbosa.

La familia, sin embargo, dice que no ha recibido ninguna información nueva. Las autoridades no han reportado si hay detenidos o algún avance hasta este martes.

«El único testigo se presentó por nosotros, valiente, declaró todo lo que había sucedido. Pero allá las personas encargadas de esclarecer estos asuntos y de responder nuestras preguntas no las vimos», se queja Angélica González.