Por Olé
El fútbol salvadoreño está de luto. José Arnoldo Amaya, quien estaba dirigiendo un partido de un certamen amateur, fue salvajemente golpeado sin piedad por un jugador luego de ser expulsado. El juez recibió una patada fuerte en el pecho y cayó al suelo, quedando inconsciente por los golpes recibidos que le causaron una hemorragia interna.
La víctima fue trasladada rápidamente desde la cancha del Toluca en San Salvador al hospital más cercano donde falleció algunas horas más tarde debido a los múltiples ataques recibidos. Este hecho repudiable causó mucha conmoción en El Salvador y las redes sociales explotaron en busca del asesino, que está prófugo.
Según declaraciones de su hijo, Jairo Amaya, el árbitro amonestó en primera instancia al jugador y luego de finalizar el partido le mostró la segunda amarilla, lo que provocó que el expulsado lo comenzara a golpear en reiteradas oportunidades, provocándole la muerte.
«Yo solo recibí, por teléfono, la noticia de lo que le pasó a mi papá. Yo no estaba en la cancha. Supe que el agresor lo ultrajó y luego mi padre lo expulsó. Tras eso le dio un golpe hasta hacerlo caer y ahí se lo mató a golpes. Camino al hospital, mi papá ya estaba grave y ahí falleció. Por ahora, ni la policía ni nadie me ha dado datos específicos sobre quién agredió a mi padre, entiendo que es por la seguridad de nuestra familia. Estoy a la espera…», declaró el hijo del árbitro en los medios salvadoreños.
Arnoldo Amaya, de 63 años, llevaba más de 30 dirigiendo en el fútbol aficionado, profesión a la que se dedicó después de ganarse la vida como sastre.
