Salú a la vieja escuela: Adrenalina colgó los tenis | Multimedia

La banda de rock salvadoreña, Adrenalina, se despidió de los escenarios este 4 de junio tras 30 años de trayectoria. Foto de Giovanni Cuadra

Por Liset Orellana

Esta es una crónica de una ausencia anunciada. Por televisión, radio, prensa escrita, digital y redes sociales, la mítica banda salvadoreña de rock, Adrenalina, anunció que daría su último concierto para despedirse definitivamente de los escenarios.

Su cartel promocional del concierto «El último y nos vamos» no dejó lugar a más dudas; los adrenos colgarían los tenis el 4 de junio de 2022 luego de 3 décadas de producción musical nacional.

«Esta será nuestra tumba», dijeron los artistas en un live mientras mostraban el montaje del escenario en el Teatro Black Coyote del Centro Comercial Galerías, San Salvador, horas antes de su presentación.

Todos los tickets para el concierto se vendieron en dos semanas, obligando a los músicos a abrir una nueva función a las 6:00 pm. Ese sábado, en 2 funciones, Adrenalina tendría que resumir 30 años de trayectoria, cantar las canciones más emblemáticas de su repertorio, compartir irreverencias (como siempre lo han hecho) con el público, y dar las gracias al borde de las lágrimas a todos los fanáticos que los han apoyado desde los 90’s.

«Esto va ser genial. Gracias por venir», fueron las primeras palabras de Carlos Galicia, el vocalista de Adrenalina, quien en estos años nos ha obsequiado «rolas» que ya forman parte de toda una generación.

La canción «Patas arriba» rompió el hielo y le dió paso a dos horas de puros recuerdos; mezclados con los éxitos más recientes de la banda. En este concierto no se cantó; sino que se gritó con pulmón, alma, corazón y vida cada una de las canciones: Copacabana, Bolas, Verde, Flor, Ojalá, Maldito, Mamasita, La bacha, Oscuridad, y maldita mala suerte que justo cuando cantaban la canción que los catapultó al reconocimiento, la energía falló dos veces por unos segundos, los instrumentos dejaron de sonar pero no la batería.

¡Otra vez, otra vez! gritó el público. El bajista y uno de sus fundadores, Aaron Sztarkman, saldría al rescate de la situación: ¿Y si se va la luz otra vez? preguntó. Al unísono el público contestó «pues, otra vez». Y «La Maldita» sonó como Dios manda, y se cantó como se debe, guardándole el respeto a esta canción de 1996 que un año después su video se transmitió en MTV latino (equivalente a decir ahora que se viralizó por todo el mundo).

Con 30 años de trayectoria, un video transmitido en MTV, siete discos, un concierto en el Teatro Nacional de San Salvador, la proyección de éste mismo concierto en salas de cine e inumerables presentaciones, Adrenalina es por mucho una de las bandas más emblemáticas que ha nacido en El Salvador.

Su último concierto fue memorable: por primera vez tuvieron coro femenino con la talentosa Gaby Tobar, el gran referente del rock salvadoreño, Vicente Sibrián (Broncco), los acompañó en este espectáculo, al igual que otras personas que influyeron en la banda.

Aaron Sztarkman, Moisés Anaya, Carlos Galicia; son los pilares que han sostenido a Adrenalina los últimos años, junto a Carlos Walter y Hugo Farjardo que nos enseñaron un poco de la vieja escuela.

Si se creía que un batero, un guitarrista, 2 bajistas y un vocalista no eran capaces de elevar emociones y hacer que un teatro temblara, estaban equivocados. De forma «artesanal» esta banda se despidió como solo ellos podrían hacerlo: dando su cariño y su gratitud a un puñado de chavos rucos que en algún lugar seguirán cantando «La bacha», «Oscuridad», «Ausencia» y por supuesto «La maldita».

¡Gracias totales, adrenos! Viaje bueno, querida banda ¡Salú!