Kevin Antonio García Muñoz, que laboraba como barbero, pasó a la etapa de juicio para responder penalmente por quitarle la vida a dos personas e intentar asesinar a una más con un cuchillo, al interior de un microbús de la ruta 52.
El 20 de abril de este año, el imputado comenzó a gritarles a los pasajeros por qué se reían de él, según la prueba testimonial, y repentinamente atacó a las tres víctimas, cuando la unidad de transporte circulaba en la 11 calle poniente de San Salvador.
En la audiencia preliminar se aceptó toda la prueba del caso, entre ellas, la sangre encontrada de una de las víctimas en la ropa del imputado, así como evidencia de haber consumido marihuana, testigos presenciales del hecho y exámenes siquiátricos.
Todo esto fue suficiente para considerar que sea un juzgado de sentencia el que valore las pruebas y decida si es inocente o culpable.
