El saldo de muertos del potente terremoto que sacudió Taiwán la semana pasada subió este miércoles a 16, tras el hallazgo de otros tres cuerpos en una ruta de senderismo, informaron las autoridades locales.
El sismo de magnitud 7,4 del 3 de abril dejó también más de 1.100 heridos, pero se evitó una catástrofe mayor en términos humanos debido a las escritas normas de construcción vigentes en esta isla ubicada entre dos placas tectónicas.
Las autoridades hallaron a las tres víctimas el miércoles cuando intentaban sacar dos cuerpos atrapados bajo rocas en el sendero Shakadang, en el condado de Hualien, en el este de Taiwán, el epicentro del terremoto.
El saldo anterior era de 13 muertos.
Tres personas siguen desaparecidas en ese sendero, incluidos dos ciudadanos australianos-singapurenses.
La presidenta Tsai Ing-wen visitó Hualien el miércoles para agraecer el trabajo de los rescatistas y prometer ayuda para las zonas afectadas.
«Todo el mundo ha trabajado arduamente en la última semana y les agradezco calurosamente por sus esfuerzos», dijo Tsai.
«El gobierno central está plenamente comprometido y trabaja conjuntamente con los gobiernos locales para implementar planes de recuperación lo más rápido posible», agregó.
El terremoto del miércoles pasado fue el más grave en Taiwán desde el sismo de magnitud 7,6 de 1999.
Aquel terremoto mató a 2.400 personas, convirtiéndose en el más mortífero en la historia de Taiwán.
Las regulaciones más escritas parecen haber evitado esta vez una catástrofe mayor.
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