¡Bendito seas, Salvador del Mundo! Culmina el momento más importante de las fiestas agostinas

San Salvador vivió este lunes la celebración más importante de las fiestas agostinas: la tradicional «bajada» del Divino Salvador del Mundo, actividad que conmemora la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor.

La festividad, que atrae a miles de devotos cada año, comenzó con una solemne procesión que partió desde la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Rubén Darío, y se dirigió hacia la Catedral Metropolitana.

A lo largo del recorrido, los feligreses, que abarrotaron la catedral, participaron en un acto simbólico que recrea la escena bíblica de la Transfiguración. Durante la ceremonia, la imagen de Jesús, inicialmente visible sobre el mundo, se oculta para reaparecer con ropas blancas resplandecientes, en un acto que conmemora el momento en que, según la tradición, Jesús se transformó en un ser de luz en el monte Tabor. La celebración concluyó con una gran misa, que reunió a la comunidad en un acto de fe y devoción.