Linda Blair es una de las figuras más icónicas del cine de terror, conocida por su aterrador papel de Regan MacNeil en El Exorcista (1973). Su interpretación dejó una huella imborrable en los espectadores, haciendo que muchos temieran apagar las luces por la noche. Aunque este papel la definió, la actriz no se limitó a vivir bajo su sombra. A sus 66 años, Blair sigue siendo recordada por su rol emblemático, pero también ha logrado reinventarse a lo largo de los años.
Nacida el 22 de enero de 1959 en San Luis, Missouri, Linda comenzó su carrera en el mundo de la moda a los 6 años. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue el cuidado de los animales. Desde pequeña, soñaba con ser veterinaria. A los 13 años, su vida dio un giro cuando audicionó para El Exorcista, dirigida por William Friedkin.
De entre más de 600 niñas, Linda fue seleccionada para interpretar a Regan, una niña poseída por una fuerza demoníaca. Aunque este papel la marcó, nunca lo vio como una condena, sino como una oportunidad para financiar su sueño de estudiar veterinaria.
Muchos fanáticos religiosos acusaron a la película de promover el satanismo, lo que llevó a un acoso constante hacia Linda Blair y su familia. A pesar de la controversia, «El exorcista» le valió a Linda Blair una nominación al Premio Oscar como Mejor Actriz de Reparto y un Globo de Oro.
No obstante, la fama también trajo consigo un lado oscuro, pues durante varios meses, la actriz y su familia vivieron bajo protección de guardaespaldas, debido a las amenazas de las y los fans más extremos. Y es que Linda nunca quiso ser vista como la «niña poseída», pues en varias entrevistas expresó su deseo de haber sido parte de las películas de Disney, en lugar de ser encasillada en el género de terror.
«Quería ser una princesa, quería estar en las películas de Disney, no quería ser un monstruo», dijo la actriz en una entrevista.