El tenista salvadoreño Marcelo Arévalo sigue consolidando su legado en el tenis mundial. Este domingo, junto al croata Mate Pavić, se proclamó campeón del Masters 1000 de Roma, tras vencer en una intensa final a los franceses Sadio Doumbia y Fabien Reboul con parciales de 6-4, 6-7 y 13-11.
Este título marca un momento histórico para Arévalo, ya que se trata de su tercer trofeo Masters 1000 en lo que va de la temporada, y el primero conquistado sobre superficie de arcilla, demostrando su versatilidad y alto nivel competitivo en distintas condiciones de juego.
La dupla Arévalo-Pavić se ha consolidado como una de las más temibles del circuito ATP en 2025. En Roma, volvieron a mostrar temple y carácter, salvando momentos críticos en un match tie-break que se definió por la mínima, con un dramático 13-11.
Arévalo, quien forma parte del Programa Esfuerzo y Gloria, no solo lleva el nombre de El Salvador a lo más alto del tenis mundial, sino que también se convierte en un modelo de perseverancia y excelencia para toda una región. Su actuación en Roma reafirma su estatus como uno de los mejores doblistas del circuito y una figura histórica para el deporte centroamericano.
Con tres Masters 1000 ya en su palmarés esta temporada, Marcelo Arévalo sigue en ascenso y se perfila como serio contendiente rumbo a Roland Garros y otros grandes escenarios del calendario ATP.