“Me he quedado sin los alimentos de mi familia”

Catarino López, agricultor de San Marcos Lempa, quien perdió su cosecha debido a la sequía

Por: Reina Lemus

La producción agrícola, silvicultura y la pesca han sido afectadas por las altas temperaturas, el aumento de acidez de los océanos y de los fenómenos meteorológicos extremos que representa una amenaza a la seguridad alimentaria mundial.

Para don Catarino López, la explicación científica de la sequia que no permitió que sus cultivos crecieran se resumen en un solo problema: la alimentación de su familia.

Debido a la sequía (producto del fenómeno de El Niño muchas familias productoras de granos en el país están preocupadas porque han perdido entre el 70% y 100% de la producción de cultivos.

“Como productor me afecta, ya que me he quedado sin los alimentos de mi familia, porque las tres manzanas que había sembrado de maíz se perdieron y además una parte era de dinero propio y otra era crédito”, dijo don Catarino, agricultor de San Marcos Lempa del municipio de Jiquilisco.

Él cultiva la tierra desde hace más de 43 años, esta casado y tiene cinco hijos. Ha trabajado en la siembra de maíz, pipianes y ajonjoli. Hoy está preocupado porque su única fuente de ingreso se ha paralizado.

La sequía comienza a afectar a varios agricultores quienes solicitan ayuda al gobierno porque muchos sembradores han hipotecado su casa, otros sus tierras o han realizado préstamos para la producción de sus cultivos que ahora se han perdido.

“Yo preste $2,000 a una institución financiera que no me van a perdonar nada y tengo que pagarlo y ahorita no tengo para cultivar de nuevo”, lamentó don Catarino.

Foto del Ministerio de Agricultura y Ganadería
Foto del Ministerio de Agricultura y Ganadería

Por esta razón, los pequeños agricultores piden al gobierno que se declare emergencia nacional para crear un fondo soberano solidario para estas situaciones de pérdida y así puedan pagar sus deudas y volver a cultivar.

El maíz que es uno de los alimentos más importantes para los salvadoreños, ha tenido una pérdida de 4 millones de quintales que hace un total en dólares de $64 millones que afectó los bolsillos de los agricultores del país, según la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (CONFRAS).

“En esta sequia la semilla que estamos produciendo de maíz y frijol es una semilla híbrida que no se adapta al cambio climático, entonces esta semilla que está siendo manejada con grandes productos agro tóxicos ha demostrado que la tierra la está resistiendo”, explicó Abel Lara, presidente de CONFRAS y pequeño agricultor.

Como confederación tienen un modelo alternativo de producción con una semilla criolla, técnicas ancestrales y abonos orgánicos con técnicas agroecológicas que ayudaran a la tierra y que el cambio climático no afecte sus cultivos.

Algunas de las propuestas son:

  • Creación de santuarios de semillas criollas o variedades de polinización libre.
  • Diseño, planificación y establecimiento de sistemas agrícolas diversificados (Nunca más los monocultivos)
  • Erradicación de la quema (priorizando en el cultivo de la caña de azúcar)
  • Protección y defensa y preservación del territorio y de los elementos para la vida, incluyendo la biodiversidad (¨recursos naturales¨)
  • Establecimiento de fronteras o límites para los cultivos agroindustriales.
  • Eliminación y sustitución de agro tóxicos por alternativas ecológicas.
  • Implementación de planes de manejo agroecológicos de sistemas productivos en policultivos