Mexicanos temen más inundaciones y derrumbes por depresión tropical Patricia

El huracán se debilitó y se ha convertido en depresión tropical. Fotos: Agencias

El Metropolitano Digital

El que amenazaba con ser el huracán más potente de la historia se deshizo durante la tarde del viernes al tocar tierra mexicana. La fuerza de sus vientos, de 325 kilómetros por hora, y la velocidad de su desplazamiento, de 31 por hora, hicieron esperar lo peor a las regiones costeras del Pacífico mexicano. Desde todas partes del mundo se siguió este fenómeno: “México enfrenta una amenaza a gran escala”, decretó su presidente, Peña Nieto.

Sin embargo, el fenómeno solo ha causado daños menores, especialmente árboles caídos, postes de luz y cristales rotos. Se ha convertido en depresión tropical, con vientos de 60 kilómetros por hora, y se ha restablecido la electricidad en la mayor parte de las zonas afectadas. También los aeropuertos de Vallarta y Colima operan ya con normalidad.

Inundaciones

El peligro está ahora en las corrientes de agua, que pueden dejar a su paso graves inundaciones, y en los corrimientos de tierra, según ha informado el Centro Nacional de Huracanes de México, que ha alertado a los Estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero.Especialmente en las zonas montañosas y en las poblaciones cercanas a los ríos. Se han instalado más de 1.000 toneladas de arena para evitar derrumbes, según ha informado Protección Civil.

Los habitantes de las zonas por las que penetró Patricia vuelven este sábado a hacer vida normal. En Puerto Vallarta, un enclave turístico del Pacífico mexicano, se han comenzado a abrir establecimientos y los que se encontraban en albergues están regresando a sus casas. En esta parte norte de la costa de Jalisco el huracán apenas ha causado daños, según confirman las autoridades estatales de Protección Civil, que continuarán recorriendo las zonas más aisladas por si se hubieran producido deslaves.