Por: Elizabeth Ramos
El titular de Centros Penales, Rodil Hernández, se presentó en la Asamblea Legislativa para solicitar reformas a la Ley Penitenciaria con el fin de brindar beneficio mediante un procedimiento expedito a reclusos que padecen de enfermedades crónicas y degenerativas y en fases terminales, entre hombres y mujeres que han mostrado buena conducta durante su reclusión y que dadas sus condiciones clínicas puedan gozar de libertad condicional.
Los beneficiados son más de 600 reos condenados por delitos relativos a violaciones sexuales y tráfico de drogas, entre otros. La condición de salud de estos reclusos fue calificada por el titular como «muy enfermos» por lo que requieren movilización constante hacia los centros asistenciales, y agregó que no cuentan con las condiciones para brindarles atención precisa. «Tenemos poco recurso de movilidad y transporte», aseguró Hernández.
«Estas personas ya no representan un peligro para la sociedad y se van deteriorando cada vez más» reiteró el funcionario.
Las patologías en fase de grave a terminal que padecen son: VIH, insuficiencia renal crónica, hepatitis, diabetes, hipertensión arterial elevada, asma, y algunos son de la tercera edad.
Esta medida abonaría según Hernández, tanto al descongestionamiento del sistema penitenciario como a las condiciones humanas de los privados de libertad, en conjunto con el proyecto de construcción de nuevos centros y ampliación de granjas de rehabilitación.