La niña Lilian y las penurias

Por Santiago Leiva

Ver “memes” en redes sociales, y más grave aún ver a medios de comunicación aplaudir  las malcriadezas de la niña Lillian contra una institución gubernamental, me da tristeza y me invita a pensar cuan faltos de héroes e ídolos estamos.

No es secreto que después de Jorge “Mágico” González, en el fútbol salvadoreño, hay muy pocos jugadores que imitar, tampoco en música hay mucho que escoger y hoy me doy cuenta que también estamos faltos de personajes a quien admirar o al menos reírnos con sus ocurrencias.

El Cipitío, Chimbombin, La Tenchis, La Choly, y paremos de contar. Y ahora también nos quieren vender a la niña Lilian, que para mí no tiene méritos para idolatrar. No la conozco, pero a juzgar por las palabras con las que se refirió a las autoridades de ANDA no dudo que las niñas Lilian abundan en los mercados municipales.

No es mi intención cuestionarla a ella.  Ella ya está grandecita y cada quien se expresa de acuerdo a su educación, pero si  me parece incorrecto que algunos medios de comunicación repliquen tanto un reclamo airado, las malcriadezas y la conviertan en personaje, por exigir un servicio.

Hace unos años que pasé por las aulas universitarias y estudiaba periodismo; los profesores nos hacían hincapié en que la misión de los medios de comunicación era: informar, entretener y educar, pero en la realidad la historia es otra.

Y el caso de la niña Lilian es un ejemplo concreto. Sí bien se informa que ella y los habitantes de su colonia no tienen agua, no creo que sea de esta manera la ideal para educar a la gente a que exija sus derechos. ¿O será que la idea era entretener?

¿Cuál es la señal que se le manda a la gente común, a los jóvenes?  ¿Qué deben hablar  como la niña Lilian para volverse famoso? Que no quepa duda que si a la niña Lilian la invitan a un Reality Show, o a inmortalizar sus frases, saldrá luego Chico el “bocón” quejándose porque no le llegó temprano la semilla mejorada para la siembra de mayo, o don Toño puteando a los médicos del Seguro Social porque vino desde San Miguel a pasar consulta y estaban en paro.

A partir de la  historia de la niña Lilian me salta a la vista otra pregunta. ¿Será que si yo exijo, brinco y puteo a los de TIGO por su deficiente servicio de internet me sacan en televisión o en sus sitios web? Yo lo dudo, y estoy convencido que tampoco una puteada de la niña Lilian en contra de esta empresa de telefonía tendría eco.

¿Por qué? Sencillo. No es gubernamental, es una empresa de capital privado y se publicita mucho en estos grandes medios. Sin embargo, lo que más claro me queda es que El Salvador vive una seria carestía de ídolos, y se quiere sacar personajes hasta de debajo de las piedras.