Por: Liset Orellana
Atrás quedaron aquellos años donde Diego Selva tenía que telefonear a Alfredo José de La Colección para preguntarle cuánto cobrar por tocar en una fiesta patronal. También quedó atrás la idea de tocar música punk, rock o música en inglés.
Sin dudarlo, Los Redd es una de las agrupaciones juveniles más versátiles y exitosas que surgió en la década de 1990. Su estilo propio revolucionó en las radios y en una generación de jóvenes que bailaron el “Bolo y Solo” y “El corrido de los Redd”.
Y como si nada, aquellos chicos que una vez decidieron aprender a tocar instrumentos en una escuela de música cristiana, soplarán 22 velas llenas de éxito y proyectos futuros muy prometedores.
El Metropolitano Digital conversó con Diego Selva, uno de los fundadores y manager de Los Redd, quien recordó cómo surgió la agrupación, las mieles de la gloria y los nuevos retos.
“Nosotros hicimos la banda antes de poder tocar instrumentos. Éramos unos niños de 10 años y estábamos jugando pero ya teníamos la idea de ser una banda. Cuando cumplí 13 años decidimos meternos a una academia de música cristiana que había en la colonia y cuando cumplí 16 años ya estábamos tocando algunos covers en bares”
¿En qué año fue todo esto?
Te hablo de 1994. Para ese año ya estábamos tocando en bares. Empezamos tocando punk. Realmente hemos tenido un montón de facetas y nos hemos ido renovando; pero siempre con un concepto musical. La gente nos conoció en 1995 con un disco en inglés porque ese era nuestro rollo, se llamaba The losers of the 11th (Los perdedores de la 11) porque tocábamos en la casa número 11 de la colonia Miramonte. Fue de los primeros discos compactos porque antes solo eran casetes.
¿Cómo hicieron para financiarse el disco?
Nosotros lo financiamos, bueno, y nuestros papás. Pero ya había un rollo de tocar en bares y restaurantes y todo eso. Había un fuerte movimiento de bandas tocando en bares como Adrenalina, Prueba de Sonido, Sobre Tierra, Nativa Geranio.
¿Fue difícil sobrevivir cómo grupo o banda en esa década?
No, al contrario. Redd está vivo, Prueba de Sonido está vivo, Adrenalina -que viene de regreso- está vivo porque esa fue realmente la época de oro de la música nacional. Era música original, todos grabábamos discos, todos los hacíamos por amor, para mi es una pasión y parte de mi vida. Redd es un sueño hecho realidad y si Dios lo permite irá evolucionando a una orquesta.
Momentos complicados
Diego Selva rescata una fuerte amistad entre todos los integrantes del grupo. De los fundadores, uno es su hermano y otro un amigo entrañable. Para él, los únicos momentos complicados en la banda ha sido el cambio generacional.
En sus dos décadas, Los Redd han tenido cuatro cambios generacionales que han implicado el cambio de unos 30 músicos y unos cinco cantantes. “Eso es lo más difícil porque uno se encariña con los cantantes, ese momento en duro porque todos en la banda saben que hay que hacer un cambio”, dice.
Actualmente una de las voces líderes es Marito Ortiz, que concurso actualmente en el programa “El Número 1 VIP”
Un requisito indispensable para ingresar a Redd es estudiar en una universidad, esto ha permitido que sus miembros no vean en la agrupación una forma de subsistencia; más bien, una pasión.
“Bolo y solo” los catapultó en 1998. Antes de eso ustedes todavía cantaban en bares y restaurantes, ¿cómo nació esa canción?
Íbamos a grabar un disco de 14 canciones y solo teníamos 13. Entonces dijimos: Hagamos una y mañana empezamos a grabar. Mi hermano dijo que tenía una canción y con el piano comenzó a tararear ¡solo faltaba la letra! (risas). Comenzamos a escribir fregando y el productor nos dijo que no era una canción normal. Al final era una canción relleno para nosotros.
Cuando “el pollo” (Jorge Bustamante), que estaba en La Femenina, nos pickeo una de las canciones de ese disco, dijo al aire que la canción que nosotros habíamos propuesto no era y que la canción que debimos escoger era Bolo y solo. Cuando hablamos con él nos dijo que esa canción nos haría trascender como no teníamos ni idea y que nos acordaríamos de él.
Y fue un boom
¡Fue un boom! Me llamaban de las alcaldías para contratarnos para las fiestas patronales y yo les decía que les iba a devolver la llamada; y le hablaba a Alfredo José y le decía: Mirá, cuánto les cobramos (risas) ¡Era divertido, no sabíamos que hacer!
¿Cuánto cobraban para entonces?
Era algo extraño para nosotros. Para contarte que solo pedíamos transporte, sonido y eso. Después nos contaron que las agrupaciones cobraban 15 mil colones y nosotros lo hacíamos por 1,000 colones allá por 1998. Son momentos que uno nunca olvida.
¿Cuáles son sus proyecciones, cómo está Redd ahora?
Éramos un Redd más crudo, hacíamos cosas porque nos nacía, era de corazón, era mitad valiente e inocente y ahora es un Redd más experto, más organizado, hay un área de redes sociales, ahora es diferente, podemos viajar, tener instrumentos, los escenarios son diferentes, es un Redd más maduro; seguimos haciendo las cosas porque nos gustan hacerlas.
Ahora Redd le apuesta a un ritmo latino, para llegar a un grupo mucho más grande fuera del país y más allá de los Estados Unidos. Lo invitamos a ver su más reciente producción “Gozando Así”
