La Carta Democrática invocada por el secretario general de la OEA viajó hasta Venezuela para transformarse en un terremoto, cuyas primeras víctimas políticas se conocerán hoy, según adelantó Nicolás Maduro. El duro alegato de Luis Almagro provocó la reacción aireada del «hijo de Chávez», que llamó a la rebelión nacional frente a la «amenaza internacional».
«El señor Almagro ha presentado un documento pidiendo que se intervenga Venezuela desde el exterior para abrir las puertas a una intervención gringa. Se puede hacer un rollito y métase la carta democrática por donde le quepa», clamó furioso.
El presidente anunció además una acción judicial urgente, «con recurso de amparo inmediato», contra Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, y sus compañeros de directiva.
«Quiero hacer un juicio histórico televisado por traición a la patria», relató Maduro, empeñado en acusar al Parlamento, de mayoría opositora, de «usurpar las funciones constitucionales del presidente» y de llamar a una «intervención extranjera».
«Lo que ha hecho Ramos Allup es criminal, perdió la chaveta y yo estoy obligado a hacer cumplir la Constitución y a garantizar la paz. ¡Pido el apoyo a todo el país!», clamó frente a una manifestación.
Ramos Allup, abogado de profesión, aprovechó el pleno ordinario que se desarrollaba ayer en la Asamblea para contestar al presidente: «A mí sólo me puede allanar la inmunidad la Cámara. No puede hacerlo el Tribunal Supremo de Justicia ni ninguna sentencia. Ahora, si ellos traen para acá alguna solicitud de ese tipo, la discutiremos».
El dirigente socialdemócrata negó las acusaciones presidenciales. «Nosotros no estamos nombrando ministros ni llamando a la guerra. Yo puedo ejercer mi derecho de palabra como lo puedo hacer en cualquier foro internacional», dijo.
El presidente de la Asamblea ha solicitado a la OEA intervenir en la sesión especial, que se realizará en Washington, para evaluar la aplicación del mecanismo panamericano contra Venezuela.
Por: La Nación
