El Salvador con Salvador

Cuando Salvador Sánchez Cerén fue postulado oficialmente como candidato a la presidencia por el FMLN pensé honestamente que el partido de izquierda no gobernaría por un segundo periodo consecutivamente.

Aclaro, no dudaba de su capacidad, liderazgo ni honestidad, desconfiaba de la poca simpatía que generaba su imagen y la pobreza de su oratoria al momento de dar un discurso o expresarse frente a las cámaras.

Y los resultados de las elección de hace dos años casi me dan la razón. Salvador ganó la presidencia favorecido por un resultado muy estrecho. Él recibió la banda presidencial, pero también a un país ideológicamente dividido, y casi toda la maquinaria informativa en su contra.

Hoy se cumplen 730 días, es decir dos años, de que Salvador tomó las riendas del país y la historia sigue igual, la polarización galopa, la izquierda y derecha siguen poniéndose “cascaritas” para ver quien cae primero.

Ha tenido la derecha, como siempre, a los grandes medios de comunicación del país con la pluma cargada, apuntando y subrayando los temas en los que este y los anteriores gobiernos también fueron deficientes.

Así pues los talones de Aquiles del gobierno de Salvador no son otros que la seguridad y la economía. No son temas nuevos, pero no hay duda que la delincuencia y principalmente el accionar de las pandillas se incrementó en estos 24 meses.

A inicios de este año, El Salvador llegó a contabilizar hasta 24 homicidios diarios, datos preocupantes y reales que en su momento se convirtieron en maleza seca que la derecha supo aprovechar para resaltar con mayúsculas a un gobierno que para ellos camina hacia al fracaso.

Sin embargo, aunque no es suficiente, no todo lo que ha hecho este gobierno en términos de seguridad es un fracaso. Las últimas medidas en ejecución ha permitido reducir los homicidios a menos de la mitad el mes anterior. La PNC por ejemplo reportó que el mes pasado cerró con un promedio de 10.5 homicidios diarios, lo que refleja una disminución significativa.

Los números que evalúan la gestión de Salvador al frente del país también han mejorado en los últimos meses, ejecutada y publicada en un matutino calificó con 5.6 la nota del mandatario, lo que refleja mejoría con respecto a otros tiempos en los que apenas superó el 5.

Lo que no logra superar es la percepción que tienen algunas personas respecto a su brillantes para hablar y sus conocimientos. A lo largo de los dos años ha generado un sinfín de “memes” en las redes sociales, pero ese es otro tema. En fin las únicas formas de ser famoso son o ser brillante, malo o simplemente tonto.