Nelson Huezo, músico: “El salvadoreño no se preocupa por crear ni siquiera su forma de cantar, no digamos de componer música”

Foto cortesía de Nelson Huezo

Por Santiago Leiva

Sobre la vida musical de Nelson Huezo se puede escribir un libro con diferentes tomos. Él se define como compositor, pero en la realidad es un músico versátil. Canta, compone, arregla canciones, y toca desde un simple pito hasta el saxofón. Su larga trayectoria en la música le llevó a confeccionar dos grupos: Simiente y Síntesis.

Con ellos ha experimentado una variedad de sonidos y ritmos, y ha tocado y cantado desde la Pipiripau hasta Indoamérika. Ha interpretado desde Frank Sinatra hasta Pastor López. Nelson inició su relación con la música aún con las advertencias de sus padres y amigos que de esto quizá no podría vivir. “Tomé una decisión difícil. Cuando quieres decidir ser artista todo mundo te dice que de eso te vas a morir de hambre y esa advertencia no deja de dar algo en que pensar”, reconoce Nelson, quien sigue feliz en su largo matrimonio con la música. “Me casé con la música desde muy pequeño y no la puedo dejar”, dice.

Nelson empezó su proyecto musical en 1976, pero fue hasta 1980 que la música instrumental de la Orquesta Simiente dio golpe con temas como Indoamérika en televisión; Regresa y  Hombre de Tierra y Mar, en las radios. Simiente no obstante era una orquesta que actuaba básicamente de gratis y algunos integrantes obligados por la necesidad de subsistencia debieron marcharse a otras agrupaciones y el proyecto debió morir en 1983. Nelson también debió buscar su sustento y junto a otros soñadores, en 1984, le dieron vida a Síntesis, una agrupación de contenido popular. Iniciaron tocando y cantando covers de música en inglés y español en diferentes ritmos, y la cumbia no fue la excepción. Se empaparon tanto de este género que al final, Nelson, terminó escribiendo varias canciones entre las que destacó el tema y video de Irevaloa.

Síntesis acabó como dúo en 2008, pero el gusanito musical de Nelson siguió vigente y en 2010 mezclado entre viejos integrantes y muchachos jóvenes reaparece Simiente para dar algunos conciertos. Lo más reciente de su inventiva ha sido la creación de Artistas Unidos en el Mundo (AUM) y han regrabado la canción Regresa en la que tuvieron participación 43 músicos salvadoreños. Con este tema uno de los tantos mensajes lo constituye una invitación expresa a nuestros “Hermanos Lejanos” a que no se olviden de su país, y lo que han dejado atrás. Son precisamente Regresa, y su creación, junto a AUM, de la canción Pájaro Toh- Pájaro Tunkin, la que le mantienen en una gira de promoción por Los Ángeles y otras ciudades de Estados Unidos. Pájaro Toh- Pájaro Tunkin es una melodía  en la que se fusionan la letra y ritmos salvadoreños con peruanos.

Nelson Huezo es el personaje que navega esta semana por las páginas del Metropolitano Digital, pero antes de darle paso a la platicadita, les contaré un dato curioso. Nelson dice que no escucha música por su cuenta, pues asegura eso le permite tener más libre la cabeza para hacer algo nuevo y no estar contaminado. Él aboga por lo original.

 

Tu currículo advierte que tu vida está ampliamente ligada a la música ¿cómo sería un día sin música en tu vida?

Jejeje, la música es mi vida prácticamente, es algo con lo que me casé desde muy pequeño y no la puedo dejar.

 

Básicamente tienes un matrimonio con la música

Sí, prácticamente. Fue una decisión difícil porque a nadie le dicen sus padres ni sus compañeros de estudio que de ser músico vas a vivir sino por el contrario. Desde que eres joven cuando quieres decidir ser artista todo mundo te dice que de eso te vas a morir de hambre y esa advertencia no deja de dar algo en que pensar, y tomar una decisión (sabiendo) alguien que se va a morir de hambre no es muy fácil.

¿Hubo mucha gente que te invitó a desistir durante tu niñez y juventud?

Claro que sí, empezando por mis padres. Ellos no me lo decían de mala forma, si no me lo decían porque: qué padre no quiere a su hijo, qué padre no quiere que su hijo triunfe, que su hijo viva cómodamente en la vida. Y la historia habla que incluso los grandes maestros de la música en aquella época Chopin y otros grandes maestros  vivieron en una vida faltante de recursos. Imagínate en nuestros tiempos querer vivir de la música, y no hablemos de la música a nivel popular, si no de querer hacer música cultural es mucho más difícil.

Si tú te tiras a hacer cumbias sabes que te van a contratar en una fiesta el fin de semana, pero culturalmente no podes decir lo mismo. Entonces esa es la difícil decisión que tuve que tomar, pero era una convicción donde todavía era muy joven, todavía estaba por saber que me esperaba de la vida. Si iba a tener que comprar una casa, si me iba a casar, si iba a tener hijos que son realidades que hasta que uno las enfrenta se da cuenta qué necesita para vivir, para mantener esa realidad.

 

¿Cómo ha sido tu vida, como la del salvadoreño común o te ha llevado la música a tener una vida más cómoda?

Hablando de la música que creé que es la música de Simiente, música cultural, realmente no me dio nada a nivel económico solo me ha dado  grandes satisfacciones  que con ellas puedo decir que  me siento realizado como ser humano. Tuve que cantar y tocar otro tipo de música para sobre vivir porque tenía que establecer un equilibrio. Hice mi música sin ningún objetivo de difundirla, pero fueron las circunstancias y los amigos en aquellos momentos los que hicieron que la música se diera a conocer.

La música que hicimos como Simiente no era para ponerla en los medios de comunicación, sino que era una música que estábamos haciendo para unas películas de UNICEF sin embargo mientras hacíamos música para lo de UNICEF iban saliendo cosas propias con un estilo refinado donde no nos ataba ningún ritmo popular. Teníamos la libertad de hacer las fusiones musicales que queríamos o las que se adaptaban para las secuencias de cine que se producían en Televisión Educativa a finales de los años 70s.

 

¿Cuándo y dónde nace el gusanito musical, viene en tus venas de familia?

Fíjate que mi familia, tanto por el lado de mi padre como de mi madre es como que siempre tuvieron talento artístico en general, pero informalmente porque no se formaron como artistas profesionales ni tampoco se desempeñaron como músicos en su vida. Mi padre tiene por decirlo así, ese pasado de talento musical, tanto como que él se sienta al piano y sin saber que notas son  toca el piano  o toca una guitarra y entona una canción. Según entiendo tanto mi padre como mi madre, cuando vivían en su pueblo San Juan Nonohualco actuaban en las veladas. Y en esas veladas entiendo que mi Mamá bailaba y cantaba de una manera empírica.

Entonces lo que puedo decir es que había una disposición genética con ese talento sin desarrollarse, y con esa disposición teníamos un estímulo de canto, de baile y eso uno lo va incorporando a su vida. También mi padre nos regalaba instrumentos y aprendíamos a tocar informalmente. Así comenzamos a desarrollarnos hasta que a mí me interesó a los 13 años poder entrar a estudiar música formalmente.

¿Eras de los que les llevaban serenatas a tus novias en esos tiempos?

Fíjate que no. La bohemia por alguna razón no me gustó. Yo veía esa parte hacia lo que no me gustaba a mí, la bohemia casi siempre estaba ligada al alcohol y por alguna razón eso no iba con migo y no entré a ese mundo.

 

Cuando haces la música de Simiente había todo un movimiento (época de oro)  de grupos nacionales que estaban pegando y la cumbia siempre ha sido moda ¿Qué te evitó entrar a estas corrientes, porque no imitar a estos grupos?

Pues fíjate que en aquellos tiempos escuchaba a los cantantes nacionales y a los pocos originales como Tony Acosta, y a mí  me llamaba mucho la atención como una persona con su música podía sobrevivir en este medio, y escuchaba a un grupo que se llamaba Los Kiriaps que tenían sus canciones originales. Entonces a mí desde que era muy joven lo que me llamaba la atención era la originalidad. No sé cómo me enteraba cuando algo era original porque aquí a muchos grupos nacionales los que los manejaban como discográficas le imponían que cantaran música en inglés y solo le ponían letra en español o traían música de fuera y se las imponían que ellos la grabaran. A mi casi siempre me gustaba más aquellos artistas salvadoreños que hacían su propia música y tenían el valor de lanzarla.

 

¿Le huías a los covers?

Casi siempre. Le huía a los covers, pero me gustaba escuchar a los grupos originales, los grupos ingleses que se filtraban por ahí. Me encantaban por ejemplo grupos como: The Moody Blues, Yes, Queen. Y estos grupos influyeron mucho en lo que yo quise hacer en mi vida, y cuando todo esto pasaba yo también conocía de la música andina. Entonces en mi mente se empezó a crear algo como una diversidad de gustos que a la larga los puse como en una licuadora y empecé a fusionar estilos nuestros con estilos internacionales sinfónicos, de rock, de rock progresivo, folklore nacional e internacional y esto se vino a convertir a la larga en la música de Simiente.

 

¿Cómo nace Simiente?

Nace cuando éramos estudiantes en el Centro Nacional de Artes. Con Eugenio Andrade, un gran músico y compositor que ahora vive en Colombia, nos conocimos en el Centro Nacional de Arte, pero él trabajaba en Televisión Educativa y le encomendaron música para estas películas de UNICEF. Entonces Televisión Educativa tenía muchas películas que hacer y él me dijo: mira Nelson hagamos música para estas películas de cine, le dije que sí y ahí comenzamos nosotros a ejercitar nuestra mente en la creatividad. De repente ya teníamos un banco grande de música más que  todo instrumental porque para musicalizar una película es música instrumental. Televisión Educativa nos ponía a grabar en sus estudios que era un solo “track” prácticamente y decidieron mandarlos a “PROSALSA” , Producciones Salvadoreñas de los Hermanos Ángel y Manuel Martínez.

Ahí fuimos a grabar una de las películas que si no me equivoco se llama Madre Tierra, en esta película Eugenio hizo un tema que era el que representaba la película Madre Tierra y dentro de él iba un tema que antes era instrumental y que ahora se llama Hombre de Tierra y Mar. Entonces en “PROSALSA” estos amigos de los que te hablo se interesaron por lo que estábamos haciendo y ellos lo propusieron para que lo escuchara una discográfica y a la vez unas radios.

Por este interés de nuestros amigos es que conseguimos una discográfica y las radios lo difundieron sin que nosotros nos diéramos cuenta. La sorpresa nuestra fue que en aquel entonces Radio Femenina y Radio 1080 sin que nosotros lleváramos la música, colocaron dos temas de nosotros que son Hombre de Tierra y Mar y Regresa, en los primeros lugares. Para nosotros ese no era un plan, pero es lógico que nos agradó que eso pasara.

 

Eso imagino les vuelve populares, ¿les buscó luego la gente para fiesta o temas culturales?

No. Sí nos buscaban para que les ayudáramos a recaudar dinero. A Simiente nunca le pagaron nada.

Y entonces te nace la necesidad de crear otro grupo o ¿cómo te ganabas la vida?

Pues para entonces, en lugar donde  estaba estudiando que es el Centro Nacional de Artes,  tuve la dicha de tener profesores del Cuerpo de Paz de Japón y de Estados Unidos. Ellos eran quienes nos daban clase a finales de los años 70s y principios de los 80s, pero por la situación política que reinaba en el país los gobiernos retiraron a los profesores de Japón y Estados Unidos, y ellos se vieron obligados a poner a los estudiantes más aventajados para que dieran clase. Tenía yo como 17 años y me pusieron a dar clases recomendado por los profesores extranjeros, de esa manera comencé a dar clases ahí a personas incluso mayores que yo.

Ese fue mi primer trabajo. Y después me fui a trabajar a Televisión Educativa. Para ese entonces como Simiente si no hacíamos un concierto en el Teatro Nacional o en el Teatro Presidente o en otro auditorio no teníamos ningún quehacer en el país al menos que nos llevaran para un evento cultural gratuito. Entonces ninguno de los integrantes ganaba nada y algunos de ellos optaron por irse a orquestas de estas tropicales o formaron grupos comerciales y con mucha razón porque todos comenzaban ya a crecer un poco, algunos se comenzaron a acompañar, casar y tener hijos… pero quedamos cuatro soñadores de la orquesta Simiente y dijimos: hagamos algo para sobrevivir y en un futuro regresamos a Simiente.

Entonces creamos el grupo Síntesis, lo creamos en 1984, y con él nos desenvolvimos en todos los hoteles de cinco estrellas del país. Ahí hicimos nuestras vidas y prácticamente vivimos de la música popular.

¿Qué cantaba Síntesis?

En los hoteles se cantaba música en inglés y en español. Les cantábamos a los huéspedes de otras nacionalidades de habla inglesa más que todo y los sábados nos decían: muchachos pueden tocar aquí en la tarde donde va a haber comida salvadoreña. Para la comida salvadoreña los sábados teníamos que tocar música tropical y comenzamos a tocar todo lo que sonaba en esos momentos. No era parte de nuestro gusto personal, pero lo tuvimos que hacer como parte de nuestro trabajo.

 

La necesidad te obligó a tocar y cantar covers…

A cantar todo desde Frank Sinatra hasta Pastor López…

 

¿Qué era lo que menos te gustaba cantar en ese tiempo?

Al principio eran las cumbias, pero cuando me di cuenta que las cumbias eran lo que más daba dinero las empecé a adoptar en mi vida, como algo así de que quien te da de comer no puede ser tu enemigo. Entonces para nosotros después, la cumbia, la salsa, el merengue llegó a tal punto que hicimos unas canciones populares, tuvimos el lanzamiento de una canción que se llamó Irebaloa que llegó al primer lugar. En 1993 fue la canción que nominaron como la mejor canción tropical del año y tuvo un resultado estimulante para nosotros, pero no tuvo mucha trascendencia porque no nos contrataban por esa canción si no que nos contrataban por la Cuchupa y otro tipo de canciones como la Pipiripao y cosas así, pero nos dimos cuenta que no importaba el género musical en el cual nos desenvolvíamos si lo que hacíamos lo hacíamos con buena calidad. Y así continuamos desarrollándonos, hasta que en 2010 que cumplimos 30 años de haber lanzado el grupo Simiente organizamos un segundo Simiente. Un amigo que se llama Luis Ramírez y su esposa Carolina de Ramírez que también es de los fundadores, me motivaron a que hiciéramos un nuevo Simiente y lo hicimos. La diferencia es que lo conformamos entre “viejitos” y jóvenes, hicimos un concierto rejuvenecido, pero nosotros pagábamos todo. Porque esto no paga nada. Este grupo que organizamos en 2010 hemos logrado mantenerlo por unos proyectos que hemos logrado y concretado en 2017 como ha sido  unir artistas en todo el mundo.

De esta manera nos hemos mantenido juntos haciendo una canción mía que se llama Regresa que es de las que lanzamos con Simiente, pero la hemos vuelto a lanzar con la gente de Simiente actual y original. Esta canción Regresa ha sido grabada con 43 artistas salvadoreños, 14 de ellos viven en el extranjero. Esto que era un proyecto de amigos, al pedirle al gobierno alguna ayuda para que nos prestara el Tazumal, San Andrés, el Teatro Nacional, el gobierno se interesó en este y el segundo proyecto que hemos hecho y decidieron tomarlo como proyectos de país. De esa manera, no como Simiente si no como Artistas Unidos en el Mundo (AUM) no hemos mantenido no dando conciertos, pero si en un ideal que nos puede. Como Artistas Unidos en el Mundo hemos vuelto a grabar Regresa y otro proyecto con el país hermano Perú.

Hemos hecho dos videos y los dos los lanzamos a un día de distancia. En este proyecto actuamos nueve artistas peruanos y diez salvadoreños. Gracias a que mi esposa es peruana, Jesica Castro. que movió los dos proyectos es que estamos lanzando aquí en los Ángeles, los dos videos. Es por esa razón que existimos todavía artísticamente y seguimos en la locura musical.

 

¿Y qué pasó con Síntesis?

Síntesis fue un proyecto que lo utilizamos para vivir. Ese finalizó en 2008.

 

¿Alguna vez tocaste y cantaste reguetón con este grupo, se los pidió la gente alguna vez?

No hasta ahí no llegamos. Ese género si no nos gustó para nada. Es una cosa que no se mueve, está armado con pedazos de música repetitivos. No nos gustó, pero tampoco el público nos lo pidió. No tuvimos necesidad de tocarlo ni cantarlo.

 

Para el conflicto armado estabas en tu apogeo musical ¿te pasó por la mente tocar música de protesta?

Yo siempre he considerado que la protesta no va con migo, para mí lo que va es la propuesta de salidas, propuesta de paz, propuesta de hermandad, propuesta de defender el medio ambiente. Tengo suficientes amigos que se encargan de ese rubro.

 

¿Nunca te involucraste con ninguno de los bandos en conflicto?

Pues tuve la invitación de ambos bandos en los años 80s, pero algo me decía que no era ese mi camino, y ahora en el presente no me arrepiento, porque en el presente me doy cuenta que el ser humano si está en un lugar donde hay oportunidades de hacer dinero, lo hace. Entonces aquellos ideales de cuando no tienes dinero, cuando estás en una buena posición ya no existen. No considero haberme equivocado en mi decisión porque a estas alturas probablemente estaría arrepentido. Yo me mantuve sin estar alineado con ninguno de ellos.

 

Leí que tocas varios instrumentos ¿cómo fue el aprendizaje?

Fíjate que realmente no toco tantos instrumentos, por andar intentando aprender a tocar varios toco muy poco de cada uno. Cuando yo era estudiante por no tener profesor de guitarra que era la que a mí me gustaba comencé a estudiar un instrumento que se llama oboe que solo se ocupa en las orquestas sinfónicas. Fue hasta que tuve un profesor de guitarra pude estudiar guitarra clásica, posteriormente como me gustaba lo andino aprendí a tocar un poco el charango, luego un poco el teclado que es lo que me ayuda para hacer los arreglos musicales en la computadora. Podemos decir que toco de alguna forma instrumentos sencillos como el pito la flauta dulce, la mandolina y un poquito el saxo, pero ninguno puedo decir que soy virtuoso.

 

Cantante, arreglista, compositor ¿cuál consideras tu fuerte?

Considero que mi fuerte es la composición. Componer música es mi verdadero universo. Es donde yo entro a navegar y a veces hasta me pierdo. Es la composición mi verdadera pasión.

 

¿De dónde nace la creatividad para componer?

Todo esto nace de querer ser original. De querer hacer algo que no hacen los demás. Cosa que no es fácil porque hay muchas personas que dicen que son compositores, pero no es una cosa tan fácil decirlo porque cuando escuchas las canciones de ellos ves que se parece a aquella, se parece a la otra…lo que hacen es guardar lo de los demás maquillarlo un poco y decir que es de ellos. No es tan fácil decir que eres original mientras te pareces demasiado a los demás. Y no es que la originalidad debe ser un 100 por ciento porque siempre te vas a parecer a tus maestros, tus ídolos, pero no necesariamente va ser parecido en un 80 por ciento a los demás. Si vas a ser parecido debe ser en un porcentaje bajo.

 

¿Hay  muchos maestros de música original aquí?

Hay mucha gente, pero por ciento tienen guardada su música debajo de la cama la mayoría de ellos. El problema en El Salvador y tengo que decirlo porque tengo que decirlo es que somos muy imitadores. El salvadoreño por ejemplo si yo iba a una fiesta y quería cantar una canción de Marc Anthony, por decir algo, la gente lo que estaba esperando es que la cantes lo más parecido a Marc Anthony, y si vas a Estados Unidos y quieres cantar como Marc Anthony no vale, ahí lo que quieren ver es como canta Nelson Huezo la canción de Marc Anthony. En El Salvador no, mientras más parecido cantas al original eres mejor.  Entonces viene el salvadoreño no se preocupa por crear ni siquiera su forma de cantar y ya no digamos su forma de componer la música.

Somos imitadores en todo…

El salvadoreño casi en su totalidad se ha acostumbrado a imitar. Ese es el problema de El Salvador y por eso no salimos de la imitación porque no le apuntamos a la originalidad ni de composición ni de interpretación. En El Salvador vas a encontrar muchas buenas cantantes que cantan como Shakira por ejemplo, pero como cantan ellas realmente no lo sabemos. El Salvador tiene que cambiar algún día para poder apreciar lo original y poder sentirse orgulloso de lo que se hace es verdaderamente original y no una copia.

 

¿Hay algún artista al que te hubiese gustado escribirle una canción o hacer los arreglos de una canción?

Nunca me he puesto a pensar en eso, pero que si me gustaría escribir (una) para un artista internacional claro que sí. Hay artistas muy buenos, pero también son buenos compositores. A mí me podría haber gustado que algún tenor como Pavarotti o los que están vivos pudieran cantar una obra mía. Hay alguna posibilidad de que la Orquesta de Boston toque mi música porque ellos me lo han pedido. Ese tipo de cosas si me gustaría que la toquen artistas internacionales, pero no por compromisos si no porque ellos lo han valorado así.

 

¿Entiendo que también sos parte del Ballet Folklórico Nacional

Sí, estoy en el  Ballet Folklórico Nacional como músico. Soy cantante, guitarrista y arreglista también de algunos temas.

 

Vos has tocado y cantado todo tipo de música ¿Qué tipo de música es la que te gusta escuchar?

Ya no escucho música.

 

En serio…

Sí, si escucho música es porque alguien la pone, pero no escucho música. Yo me nutría de escuchar música en mis tiempos de juventud.

 

¿Y porque esa decisión, a que te conlleva?

A lo que me lleva es que tengo más libre la cabeza para hacer algo nuevo y no estar contamino. Pero en cualquier lado ponen música. En el ballet folklórico yo estoy cantando El Carbonero, Las Cortadoras, El Torito Pinto y todas esas canciones, por mi gusto talvez en alguna ocasión escucho música de nueva era.