Roberto Pérez, (El Chac), rescatista de arte indígena: “El náhuat nunca va a desaparecer porque lo hablamos sin saberlo”

Fotos cortesía de Tom Cruz

Por Santiago Leiva

A la entrada de su santuario, una casita blanca de bahareque adornada por pinturas y arte indígena le espera “El Chac”, le invita a pasar, y en seguida le da la bienvenida Panchimalco en  náhuat. Es un ritual que Roberto Wilfredo Pérez, conocido como “El Chac” ejecuta desde hace varias décadas en este pintoresco municipio de San Salvador.

“El Chac” nació en la capital, pero sus rasgos indígenas son imborrables. Su rostro lo dibujan una nariz ancha, ojos achinados, y su tez morena que se  complementa con un pelo lacio largo  al estilo “comanche”. “Yo soy medio samurái y medio indio, pero la pego más de indígena que de oriental”, dice mientras palpa un colorido collar que cuelga de su cuello y se dispone a contar su historia. De niño, “El Chac” se familiarizó con la carpintería y luego se inscribió en la “U” para formarse como agrónomo, pero terminó interesándose por la lengua inglesa y principalmente el japonés.

Esos idiomas le empujaron luego a coger libros y estudiar náhuat y al mismo tiempo elaborar artesanía indígena. En eso ha pasado los últimos 35 años. “Yo inicié haciendo unos llaveritos de madera de cortes y piros grabados en  1982,  pero ahora soy  un artista multifacético porque aplico varias técnicas.Usted me trae una basura acá, le agregó algunos elementos y le formo una artesanía”, comenta. Uno de los instrumentos indígenas que “el Chac” intentó rescatar en sus inicios fue el pito de vara o de carrizo, y al final acabó tallando un nuevo instrumento musical al que él bautizó como el “Totot Kuik” y con el cual se puede imitar el canto de varias aves nacionales. “El Chat” se pasa los fines de semana proyectando su arte y compartiendo nahuat desde 1994 en Panchimalco. Él es nuestro personaje de la semana.

 

¿Qué hace un capitalino intentando rescatar una lengua indígena?

Es que  las personas que nos dedicamos al rescate ancestral indígena somos contaditos a nivel nacional y en estos tiempos la transculturización absorbe a la mayoría de jóvenes. Hay grupos de rock y no estoy en contra de los grupos de rock, pero muchas veces no nos dejan ningún contenido cultural. Yo ya traía para estar en esto, pero claro antes de entrar al rescate indígena estudie mi poquito: plan básico, bachillerato y dos años en la “U”. No me pude graduar de nada, pero todos los elementos que aprendí en la primaria, secundaria, bachillerato y la “U” aquí los empleo al trasmitir conocimientos a las nuevas generaciones.

 

¿Cómo nace tu interés por lo primitivo, por la artesanía?

En mi tiempo de estudiante mi Papá tenía una carpintería y lógicamente yo aprendí el manejo de las herramientas. Yo soy carpintero, yo le puedo hacer un mueble, pero no me gustó la carpintería porque es muy pesada. Es demasiada ruda, el ruido de la cierra, el polvillo…solamente el escoger la madera en los aserraderos lleva un gran riesgo. Entonces sentí que era muy pesada para mí además yo siempre había querido hacer cositas como maracas, bastones, el arte indígena pue. Cuando yo ingresé a la “U” iba con el propósito de estudiar para ser ingeniero agrónomo, pero hubo intervenciones militares y yo decidí desertar de la “U”.

Ok, ¿cuándo se mete de lleno al arte indígena, vemos cuadros de pintura y artesanías?

Yo hago una combinación de todo, no a la perfección, pero soy  un artista multifacético porque aplico varias técnicas. Es que el arte indígena está en todo desde pintar hasta labrar. Yo entré a estos en 1982 rescatando el pito de vara, el pito de carrizo. Lo del rescate del náhuat ya vino por añadidura. Yo nunca he permanecido a ninguna escuela de náhuat hablantes, no hay ningún náhuat hablante que diga yo le enseñé a este señor. Yo aprendí solo por medio de libros. Aunque te digo, muchos libros están equivocados en ciertas investigaciones. He ido analizando ciertas palabras y no son como aparecen en algunos libros. Por ejemplo la palabra Pipil se menciona mucho, lo hacen ver como que fuera el verdadero nombre de etnia y el verdadero nombre nativo, pero yo he investigado esa palabra y viene a ser un gentilicio equivocado para los salvadoreños. Nosotros no somos ni pipiles ni guanacos. La palabra pipil la gran mayoría no sabe el significado.

 

¿Qué significa pipil entonces?

La palabra pipil viene de la palabra Pilsin que significa muchacho o niño. En plural se dice Pijpilsin, pero con el tiempo perdió la “j”, perdió el “sin” y nos quedamos con pipil.

 

Si me lo encuentro en Panchimalco, por sus rasgos, no dudaría que lleva sangre indígena ¿hay sangre indígena en  El Chac?

Cuando me preguntan si me considero nativo yo hablo lo que realmente siento. Yo soy medio samurái y medio indio. A parte de lo indígena me encanta todo lo oriental, especialmente lo japonés. En la Universidad aprendí a hablar japonés, no lo hablo la perfección, pero aprendí bastante. Fue el aprender este idioma y un poco de inglés lo que me llevó a interesarme por aprender náhuat, pero el náhuat real. Yo tengo choques que los náhuat hablantes aquí en El Salvador porque la gran mayoría de náhuat hablante lo proyectan tergiversadamente.

 

¿Su pelo es para mantener apariencia indígena?

El pelo yo siempre lo quise usar largo porque un indígena tiene que andar el pelo largo, pero fue hasta hace como diez años que yo decidí dejármelo crecer. Yo tengo rasgos de indígena, la pego más de indígena que de oriental.

 

Me decía que se inicia en el arte nativo allá por 1982 ¿cuáles fueron sus primeras creaciones?

Yo inicié haciendo unos llaveritos de madera de cortes, piros grabados. En 1982 yo no sabía que existía un aparatito que se llama piro grabador que hace las cosas más fáciles. Yo comencé a grabar llaveritos de madera con un candil y un clip. En 1982 también ingresé al “Grupo Amanecer” que estaba integrado por jóvenes que empezaban a hacer sus dibujos. Entre esos jóvenes conocí a Edgardo Vásquez, Miguel Ángel Ramírez, que es el pintor de estos cuadros, Napoleón Romualdo que es el de las esculturas… después de eso comencé a hacer diferentes artesanías, si ve lo que me rodea acá todo es arte indígena pues. Son cositas autóctonas que ya nadie las hace y especialmente el pito indio o pito de carrizo. Este instrumento (pito de carrizo) está en severo punto de extinción a nivel nacional.

 

¿Por qué está e extinción?

Porque lastimosamente los jóvenes que se dedican al rescate folclórico se han fanatizado mucho con la música andina. La música andina  ha venido a opacar a los grupos folclóricos. Si usted va a un concierto solo va a ver instrumentos andinos y esa no es cultura nuestra, pero eso les encanta.

En su santuario vemos de todo, cuadros de pintura, pitos, collares, aretes, pulseras… ¿qué es lo más original que tiene?

Aquí el parquecito se conoce como parque Escultórico, y la casita se llama la casa del “Chac”. Para empezar  si usted ve, la estructura de esta casita es antigua. Esta echa de bajareque que es de origen pre hispánico. Está hecha de vara de güiscoyol que es una vara nativa. Hay de todo, pero lo lo más original es el instrumento musical de viento que yo inventé. Esa ha sido la satisfacción más grande que yo he tenido con respecto al rescate cultural es este instrumento que tiene su base en la boquilla del pito indio. Lo nombré “Totot Kuik” por los sonidos de pájaros que produce. Este instrumento lo inventé en 1997. Por recatar el pito indio los ancestros me dieron la luz para que yo pudiera rescatar este instrumento. Este instrumento no existía en ninguna cultura del mundo. Como le decía yo me convertí en un artesano multifacético. Usted me trae una basura acá yo le agregó ciertos elementos y le formo una artesanía. Esa es la habilidad que tengo. La gente dice que no hay trabajo, pero trabajo hay en abundancia.

 

¿Veo también que tiene cuadros y lanzas como han llegado acá?

Los cuadros unos pertenecen a la pinacoteca de la alcaldía, y otros son pinturas mías. A mí lo que me gusta es la pintar son diseños prehispánicos.

 

Hábleme de la lengua náhaut ¿qué significa náhuat?

Esa palabra, cuando quise rescatar la lengua nativa quise saber que significaba y anduve preguntando y me decían que significaba hablar como niño, que significaba idioma, que significaba palabra, pero en realidad no significa eso. Cuando avancé en el náhuat vi que muchas palabras tienen traducción y otras no. Las palabras náhuat están compuestas y hay veces al unirlas pierden una letra y en otras mucho más. En el caso de náhuat se compone de dos palabras “nahui” que significa cuatro y “at” que significa agua. Entonces náhuat significa cuatro aguas, metafóricamente cuatro fuentes. ¿Cuáles son esas cuatro aguas? Los cuatro puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste, porque ellos hacían adoración a los cuatro puntos cardinales. Además nuestros ancestros adoraban los cuatro elementos naturales: tierra, aire, agua y fuego. Y si nos vamos a lo científico para que exista vida en cualquier sistema planetario tiene que haber cuatro elementos químicos en abundancia: carbono, hidrogeno, oxígeno y nitrógeno. Así resuelvo yo el significado de la palabra náhuat y hasta el momento nadie me lo ha contradicho.

 

¿Realmente está por extinguirse la lengua náhuat?

La verdad es que nunca va a desaparecer porque aquí tenemos nombres de lugares de origen náhuat por ejemplo Panchimalco siempre va a ser Panchimalco hoy mañana y siempre. Suchitoto lo mismo. Esos nombres llegaron para quedarse y también lo hablamos sin saberlo nosotros los salvadoreños  por lo tanto el náhuat nunca va a morir.

 

¿Lo hablamos sin saberlo?

Sí, lo hablamos cotidianamente cuando decimos nombres de lugares, nombres de animales, de plantas y hasta de objetos pues. Muchas veces hasta tenemos dichos que se han hecho con palabras náhuat. Lloraba más que un coyote dicen, y la palabra coyote es una palabra náhuat que su nombre original era “Coyut”. Estuvo bien “chiche” el examen decimos. Cuando andamos en la playa decimos tené cuidado que no se te vaya a ensartar  un “güiste”, “güiste” es también una palabra náhuat para referirse a un pedazo de vidrio.

 

¿Hay interés de la gente de acá en aprender náhuat?

Lastimosamente los locales en todas las culturas del mundo no tienen interés en sus raíces. Siempre son personas de otros lugares los que llegan a recatar las raíces. El caso mío así es, y escogí este lugar porque mi familia siempre estuvo vinculada a Panchimalco. Yo vine acá en 1994.

 

Usted pasa sábado y domingo acá ¿el resto de la semana a que se dedica El Chac?

Allá en la casa produzco y acá me vengo a proyectar, pero no estoy produciendo mucho porque ahorita me estoy dedicando a cuidar a mi Mamá que ya tiene 87 años y solo pasa en cama y en silla de rueda. El 11 de octubre de este año falleció mi hermano y él cuidaba a mi Mamá, así que ahora a mí me toca cuidar a la ancianita.

 

¿De qué vive?

De vender las artesanías. Lastimosamente no viene mucha visita porque la gente cree que este es un lugar inseguro y no es así.