Héctor Salazar (El Tigre), camarógrafo: “Soy muy sensible a las imágenes fuertes, como camarógrafo he llorado”

Héctor El Tigre Salazar

Por Santiago Leiva

¿Y quién es Héctor Salazar vos? En círculo periodístico salvadoreño esa pregunta todavía es frecuente, pero cuando alguien habla del “Tigre” todas las miradas se dirigen hacia el experimentado camarógrafo de El Noticiero de Canal 6. Sí el famoso “Tigre” se llama Héctor Salazar y hoy te compartiremos la historia de este hombre de 66 años, con casi 40 de llevar en hombros una cámara de video y compartir imágenes para El Salvador y el Mundo.

Lo primero a resaltar del “Tigre” es que creció en el seno de una familia humilde, en una selva precaria en las cercanías del Parque Centenario, y como eran siete hermanos sin padre desde muy chicos se vio obligado a trabajar para contribuir en la economía familiar.

“Éramos una familia muy numerosa, Santiago, vivíamos con mucha pobreza porque casi todos estábamos cerca de edad. Éramos siete hermanos y le tocaba solo a mi mamá porque mi papá nos dejó cuando yo tenía cinco años”, dice.

“A mí me gustaba mucho trabajar para ayudar a la familia. Antes daban las minutas en unos cartuchos de papel, y yo hacía cartuchos y me daban cinco  centavos por cada mil.  Así que trabajaba en eso”, recuerda.

Héctor no tuvo una vida fácil, en 1965 un terremoto les dejó en la calle al destruir el mesón donde vivía y la champa que les proporcionó la alcaldía de San Salvador por aquellos años también se les quemó. “Yo fui un chico de mesón y de champas, pero no me avergüenzo porque son mis raíces”.

En esa etapa de su niñez también fue monaguillo de la iglesia Concepción y si no terminó con sotana fue porque nunca entendió porque un sacerdote no se podía casar. Pese a su niñez precaria Héctor siempre vio por el visor de una cámara su futuro y es ahí donde ha encontrado el éxito. Ha documentado con videos grandes acontecimientos como guerras, terremotos, inundaciones y marchas y lo hará oficialmente en el Noticiero de Canal 6 hasta diciembre próximo. Lleva jubilado seis años y en su empresa le han comunicado que llega hasta diciembre. El “Tigre” es mi personaje de la semana.

 

¿Qué peso tiene una cámara de video sobre tus hombros?

Un peso enorme y de mucho valor porque con una cámara tu puedes reflejar lo que sucede en la realidad de una sociedad, un país o de un grupo de gente que puede estar en situaciones difíciles. Para mí una cámara sobre mis hombros tiene un peso enorme y de mucha responsabilidad. Tú no puedes  alterar una imagen, lo que ve tu cámara es lo que está pasando y no puede ser de otra manera. El camarógrafo, el fotógrafo, es el ojo, el visor, de los demás.

¿Es un camarógrafo el ojo de la población?

Sí, un camarógrafo es el ojo de la población y por eso uno debe ser honesto y no hacer ninguna malicia con la cámara para hacer una imagen y afectar a alguna persona. Lo que mira tú cámara es tu ojo por eso tiene un gran valor y un peso enorme de quien la maneja. Y se requiere ser responsable también porque si tú  eres irresponsable puedes alterar las imágenes.

¿Será que se alteran algunas imágenes?

Podes alterarlas porque hoy con las plataformas digitales se puede hacer de todo, se puede cambiar rostros y movimientos, lo que tu miras en cine y es muy fácil, pero un camarógrafo o corresponsal que anda viendo la noticia para mostrársela a un público o a una sociedad tiene que ser muy responsable, por eso tiene un gran peso la cámara.

Ahora cualquier persona saca su celular, graba un video sobre una situación y lo difunde ¿Qué diferencia a un camarógrafo profesional y un fans de grabar videos?

Lo primero es que el camarógrafo está trabajando para una institución que se responsabiliza de lo que envía y el otro no tiene un apoyo de una institución. Graba un vídeo y lo envía, el camarógrafo tiene que investigar que es lo que está pasando. Vos podes ver un disturbio y lo grabas, pero no podes decir aquellos o estos tienen la culpa si no investigas.

Desde tus inicios hasta hoy imagino que ha habido una revolución de cámaras ¿es más fácil o más complicado ser camarógrafo hoy en día?

Hoy hacer el trabajo que antes realizaba se le hace más fácil al camarógrafo. Antes para una cámara tú debías tener una batería de casi dos libras, tenías que blanquear para que te quedara con los colores adecuados, hoy solo aprietas un botón y ella lo hace automáticamente, y para el sonido andabas un cajón que te permitía andar casete, batería, cables de audios, y hasta de luz porque las cámaras miraban menos.

Jajaja y se necesitaba también un “marañón” (sonidista)…

Jajaja si un “marañón” y el andaba mucho peso también…

Se podría decir que los mejores camarógrafos se cocinaron en el pasado…

O sí por su puesto. Muchos se fueron formando y aprendiendo empíricamente muchas destrezas de la cámara.

¿Cuál es la primera imagen que regístrate con una cámara?

Creo que fue a unos guerrilleros o rebeldes de la época que habían capturado en La Unión y los presentaron en el Golfo de Fonseca. Esa fue la primera imagen que tomé.

¿Cómo fue ese momento para vos imagino no era fácil que te confiaran una cámara?

Exacto. Me parecía un sueño estar en ese lugar.

Tienes casi 40 años de ser camarógrafo, ¿cuáles son las imágenes captadas que más te han impactado?

Han sido varias del tema social. Me impactó lo de una familia en el Bajo Lempa. Ahí encontré una escena en la que los niños estaban con el agua hasta el pecho y los papás un poquito más altos los tenían en brazos y sus casas solo se miraba el techo, esa ha sido una imagen que me impactó. Y una que me hizo llorar, Santiago, fue en Ciudad Arce. Ahí me encontré la historia de una familia que la había abandonado el papá por andar tomando; y la mamá por andar en droga le había dejado cinco niños a la abuelita y cuando yo llegué lo primero que me dijeron era que tenían hambre. Los llevé a la tienda, compramos la comida y me senté con ellos, pero en la medida que miraba con que voracidad comían se me desgarró el corazón y me puse a llorar. El sonidista solo me echó el brazo al hombro y me dio una palmadita. Tuve que respirar hondo muchas veces para poder hacer el reportaje.

¿Te ha tocado llorar muchas veces como camarógrafo?

Sí, otra vez que lloré fue en la cobertura de una masacre aquí por San Marcos. Los paramilitares habían desollado a una mujer, le habían quitado los pechos y la habían raleado de la cara, no creía yo que pudiera haber tanta crueldad en el ser humano. Y otra vez por ahí por especialidades del Seguro Social estaba el cuerpo de una mujer que le habían sacado el bebe, le habían volado la cabeza y se la habían metido en el estómago.

¿Lloraste?

Sí, yo soy muy sensible a las imágenes de situaciones fuertes. He llorado bastantes veces  como camarógrafo.

¿Te has encontrado en alguna situación en la que dudas entre ayudar o hacer el video?

Sí, pero siempre he dejado de lado la cámara para ayudar. Se me presentó una situación en que dejé la cámara por ayudar a una gente que quería pasar el río en la zona de Ahuachapán.

Supongo que has registrado marchas, el conflicto armado y terremotos ¿cuál es el escenario más difícil para trabajar?

Quizá la guerra. Estuve muchas veces en las montañas y anduve en los helicópteros en los operativos de la Fuerza Armada. Estuve también con la guerrilla en las montañas con los movimientos que ellos hacían y también cubrí los movimientos sociales cuando empezaban en el país.

Tigre ¿qué es lo más difícil para un camarógrafo?

Saber interpretar lo que está viendo, sea en política, economía, social o en la guerra.

¿Te has visto en peligro de muerte en tu oficio?

Sí, una vez en la zona oriental yo estaba detrás de un soldado grabando para agarrar su escopeta donde estaba apuntando. Él tenía una mochila, hice la toma y me aparté, yo que me paro y me quito y le cae a él un balazo en el pecho y le traspaso la mochila. Unos soldados lo vieron y se lo llevaron, pero murió. Otra vez en un helicóptero íbamos para Perkin y lo atacaron porque iban muy bajito, también para la Ofensiva (Hasta el Tope) aquí en La Escalón. Yo llegué ahí como a las 7:00 de la mañana con Alonso Oviedo y cuando llegamos nosotros uno de los guerrilleros tenía un (cohete) Low y venía una tanqueta. Medio asomó la tanqueta y disparó, yo estaba detrás y si hubiera estado más cerca que me quema la cara el fogonazo. Muchas veces uno con el afán de hacer la imagen se descuida.

¿Te atrae el peligro?

Me encanta el peligro. Siempre he sido audaz para eso.

¿Qué te lleva a una cámara, que te motivo ser camarógrafo?

Me motivó al ver un camarógrafo que grababa la guerra de Vietnam. Miraba en canal 8 y 10 como este camarógrafo agarraba cuando salían soldados heridos, cuando hacía ataques el ejército norteamericano y me preguntaba yo como hacía él en medio del fuego pesado. Y así fue naciendo la inquietud de ser algún día camarógrafo o corresponsal de guerra. Nunca me imaginé que iba a estar en una guerra en El Salvador y no solo en El Salvador a mi también me tocó ir a Nicaragua cuando todavía estaba un poquito caliente la guerra de Nicaragua.

¿Pero cómo es que entras a la TV, a las cámaras?

Como miraba yo a este sujeto decía que un día iba a ser camarógrafo. Yo trabajaba con corbata en una oficina, pero en mi mente siempre estaba eso, era allá por el año 1969, y en 1975 yo ya estaba en televisión. La prueba para televisión me la hizo Miguel Aguilar y fue en vivo con el trío Los Panchos y Altagracia Arévalo que era miss El Salvador. Yo había llegado a solicitar plaza a Canal 4 y la oportunidad me la dio Miguel Aguilar. Me dio 15 días para aprender todo lo de la cámara. Posteriormente Julio Rank iba a sacar un canal, era el Canal 12 y me llamó si quería ser parte de eso obviamente por la tentativa de una salario más alto me fui con él. Nos fuimos a montar el canal y las primeras imágenes del Noticiero Al Día fue la masacre de la Zona Rosa.

Antes de tomar la cámara trabajabas en oficina me decías…

Sí yo era bodeguero, yo despachaba, y registraba todo lo que entraba y salía. Hacía también los formularios aduaneros, para entonces era un chico de 17 años, pero en mi mentalidad estaba ser camarógrafo.

¿Y tu sueño de niño cual era?

Era ser cirujano. Me gustaba mucho la medicina, tan es así que yo compraba muchos libros de medicina y libros de siquiatría.

¿Dónde viviste tu niñez?

Yo me crie acá cerca del Parque Centenario por la colonia Guatemala. Éramos una familia muy numerosa, Santiago, y vivíamos con mucha pobreza porque casi todos estábamos cerca de edad. Éramos siete hermanos y le tocaba solo a mi mamá porque mi papá nos dejó cuando yo tenía cinco años.

¿Trabajaste durante tu niñez?

Sí, me gustaba mucho trabajar para ayudar a la familia, antes daban las minutas en unos cartuchos de papel, y yo hacía cartuchos y me daban cinco  centavos por cada mil.  Así que trabajaba en eso, pero me gustaba más estudiar.

¿Hubo estudio?

Hubo estudio para sacar el plan básico y seguir con el bachillerato, pero mi familia no podía pagarme el bachillerato y por eso entré a trabajar y no terminé el bachillerato, pero me hice auto didacta. Aprendí muchas cosas sobre matemáticas y cultivé la lectura que es mi pasión.

¿Lees mucho?

Leo muchos libros. Una vez, hace como unos 20 o 25 años, entré a una librería y compré mil colones en libros.

Uff eso es bastante…

Es una cantidad grande y mi esposa estaba muy enojada. Era un montón de libros.

¿Pero no te quedaste sin comer en la quincena?

Jajaja tenía unos ahorros gracias a Dios. Le dije a mi señora no vuelvo a hacer eso, pero todos los libros me los leí.

¿Cómo cuantos libros habrás leído?

Bastantes, me gusta leer de todo.

  ¿Qué más te apasiona?

Me gusta mucho el deporte. Desde chico siempre hice de todo. Yo iba al estadio Flor Blanca (Mágico) y corría en pista con obstáculo. Me gustaba la garrocha, los anillos de los gimnastas, el potro, pero nunca me metí a competir.

Te criaste en una zona roja, por el Centenario hay de todo ¿vos en que te divertías?

A nosotros se nos cayó la casa para el terremoto de 1965, quedamos en la calle y la alcaldía de San Salvador nos proporcionó un terreno en la Décima Avenida Norte, que luego se nos quemó. La casa que te digo estaba por la iglesia Concepción era un mesón porque en existían muchos mesones antes.

¿Eras un chicho de mesón?

Sí yo fui un chico de mesón y de champas y no me avergüenza porque son mis raíces y bendito Dios me sacó. La champa que nos construyeron también se nos quemó y quedamos otra vez en la calle.

¿Lo de corresponsal de guerra es un sueño frustrado o sueño pendiente?

A esta edad, 66 años que tengo, ya estoy un poquito más avanzado.

Jajaja ya estás para el tigre…

Ya estoy para el tigre jajaja. Pero si viví este episodio negro de El Salvador como lo fue el conflicto armado.

¿Si no fueras camarógrafo que serías?

Te decía que me gustaba la medicina, pero también me apasionaba la administración de empresas, creo que eso habría sido aunque de joven me pasé mucho tiempo en la iglesia, en la iglesia Concepción y en la Don Rúa. Fui monaguillo con el padre Jaime en la iglesia Concepción, y en la iglesia Don Rúa hacía retiros espirituales.

¿No te llamó la atención el sacerdocio?

No, siempre me gustó y hasta la fecha me gusta lo místico, me gusta lo religioso. Tengo muchos libros que compré sobre religión, pero no..

Nunca te viste con sotana, como sacerdote…

No. Yo siempre me preguntaba porque no se podía casar un sacerdote y eso no me gustaba. El sacerdote tenía que ser casado decía yo. Yo me casé muy joven, a los 20 años.

Y si los sacerdotes se hubieran podido casar…

A lo mejor hubiera sido jajaja. Yo siempre cuestionaba eso.

Vos aun mantienes cuerpo atlético ¿no tuviste vicios?

Si tuve vicio de cigarro y de tomar los fines de semana con muchos compañeros de Canal 4,  pero yo nunca quise llegar a viejo y tomando y fumando. A los 30 años yo ya no tenía vicios, y los vicios los agarré tarde, a los 25 años.

¿Tienes 66 años, hasta que edad te ves con una cámara?

Uno nunca sabe que le depara el destino, pero en la empresa ya me dijeron que yo llego trabajando hasta diciembre. Yo ya soy una persona jubilada y la empresa ya me dio espacio por seis años siendo jubilado, así que yo llego hasta diciembre como camarógrafo de El Noticiero de Canal 6.

¿Qué harás?

Hasta ahorita no lo he pensado porque no me veo desempleado, pero a mi me gustan mucho los bienes y raíces.

¿Triste dejar la cámara?

Sí y va ser difícil. Hay veces me pongo a pensar porque yo me siento todavía con capacidad física y mental. Haya veces me da mucha tristeza y nostalgia al pensar que ya no podré hacer eso.

¿Por qué te dicen tigre, de donde viene lo tigre de alguna tigra?

Jajaja que bueno fuera jajaja. Todo sucedió porque durante conflicto armado llegaban algunos colegas a algunas zonas donde estaban combatiendo yo les decía: tigre, tigre tenga cuidado aquel lado están los muchachos y a este el ejército. Ya después todos me identificaban por tigre, te cuento mi nombre muy pocos lo sabían. Cuando decían a Héctor Salazar pregúntele tal cosa, decían: y quien es Héctor Salazar, el tigre el del Noticiero le decían, a ya contestaba.