La OEA crea un grupo de trabajo para Nicaragua cuatro meses después de estallar la crisis

Agencias

La Organización de Estados Americanos (OEA) seleccionó doce países que formaran parte del llamado Grupo de Trabajo, organismo que trabajara para intentar encontrar una solución para la enquistada crisis política que atraviesa Nicaragua desde hace casi cuatro meses.

Así, el Consejo Permanente de la OEA encomendó a Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EEUU, Guyana, México, Panamá y Perú conformar el Grupo de Trabajo, mecanismo previsto en el reglamento de la organización, con el que buscaran la colaboración con el Gobierno de Nicaragua para acordar una solución pacífica la conflicto.

La creación de este proyecto que añade un nuevo actor en la crisis nicaragüense, sin embargo, el presidente Daniel Ortega ha asegurado que su gobierno no colaborará con el Grupo de Trabajo. «No vamos a recibir al Grupo de Trabajo de la OEA, no tiene sentido», dijo Ortega durante una entrevista realizada esta semana. Para el sandinista, que gobierna el país ininterrumpidamente desde 2007, la llegada de este proyecto supone un acto de injerencia de la OEA en la política de su país, razón por la que se ha mostrado radicalmente en contra de la iniciativa.

«Caza de brujas» contra la oposición

Mientras tanto, la a Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió una nota de prensa en la que exigió al Gobierno de Nicaragua a frenar la represión y la «caza de brujas» contra los miembros de la oposición. «Estamos consternados, porque muchos defensores de los derechos humanos, periodistas y otras voces disconformes están siendo criminalizados y acusados de cargos infundados y desproporcionados, tales como «terrorismo»», indica la nota.

Según estimaciones de diferentes ONGs, cerca de 450 personas han muerto en el país como consecuencia de la represión policial desde que se iniciaron las protestas el 18 de abril. No obstante, los cálculos del Gobierno de Nicaragua son mucho más bajos y reducen a unos 197 muertos el número de personas que ha fallecido en los últimos cuatro meses.