Ademir Barbosa, cantante: “Me quedé con la espina de no llegar a ser jugador de fútbol profesional”

Por Santiago Leiva

La tierra está en constante rotación y las ilusiones de muchos giran alrededor de una pelota. Durante su niñez y adolescencia, Ademir Barbosa (hijo) correteó su sueño persiguiendo un balón de fútbol, pero lo encontró tras un micrófono. Con sangre brasileña navegando por sus venas y ADN futbolero, a Ademir le pareció viable seguir los pasos de su padre: el legendario portero Ademir Barbosa, campeón con Águila en los 70s, pero la corriente le llevó a seguir las pisadas de su madre: Marina Flores,  quien fuera trompetitas en la Orquesta de “Los Hermanos Flores”.

“Me da un poco de sentimiento no haberle hecho honores a mi padre, pero por otro lado si le estoy haciendo los honores a mi madre”, dice Ademir, ex vocalista de “Eskina Opuesta” y quien camina en busca de consagrarse como solista. Este músico salvadoreño-brasileño, dejó “Eskina Opuesta” en 2009 y durante siete años se dedicó solo a cantar en fiestas privadas, bares y restaurantes, pero en 2016 se lanzó profesionalmente como solista con la canción “Quiero Enamorarte” y en estos días promociona su sencillo “No Dejaré de Amarte”.

Aunque proviene de una familia de músicos “Los Hermanos Flores”, y cantaba en el coro y grupos juveniles de su iglesia, Ademir siempre tuvo como primera opción la pelota. De hecho con balón en mano y tacos en hombros siempre acompañó a su padre a los lugares donde el impartió enseñanzas de fútbol. Incluso, Ademir estudió becado por jugar al fútbol y se probó con la sub20, pero el destino lo arrastró hacía la música, donde él por méritos propios se está abriendo brecha. “Viendo como veo ahora el fútbol nuestro y todos los problemas que está atravesando creo que la mejor decisión que he tomado es dedicarme a la música”, expone. El cantante Ademir Barbosa es nuestro personaje de la semana.

 

Ademir Barbosa me suena más a nombre de futbolista brasileño que de cantante…

Y así es, mi padre fue un futbolista brasileño que vino para Águila en los 70s. Los aficionados del buen fútbol y sobre todo del Águila se pueden acordar de ese portero que hubo allá en San Miguel.

Te referís a Ademir Barbosa, el portero que llegó al país en 1975 y que fue campeón dos veces con Águila…

Sí, sí, él es mi papá. Fue campeón con Águila y luego estuvo en Santiagueño. Él vino al país, cuando nuestro fútbol podría decirse que era la época de oro. Como en la música puede decirse que hubo la época de oro en aquellos años el fútbol era lo máximo creo yo.

Eres músico con sangre futbolera…

Toda mi vida gracias a mi papá. Donde él andaba, en academias, entrenando equipos ahí andaba yo con mi mochilita y mis tacos en los hombros. Ahí anduve con él para arriba y para abajo en varios equipos. Jugué desde chiquito hasta mi bachillerato. De hecho estuve becado en el Colegio San Francisco y estuve becado por jugar fútbol. Incluso fuimos campeones del CODICADER en 2003.

¿Qué le pasó a tu sueño futbolero?

Fíjate que cuando fuimos campeones con el colegio, que nuestro entrenador era “El Chelis” Rugamas, a mi faltaba un año para salir del colegio y me pasaba de la edad para seguir jugando en el equipo, así que me dedique a estudiar, sacar mi bachillerato y me comencé a meter más de lleno en la música. En ese año que dejé de jugar me salí de forma y me fui a probar a la sub20, pero estaba fuera de forma y no quedé.

Adiós fútbol…

No, yo seguí jugando en la libre, en equipos federados y en equipos de pueblos que me decían que fuera a jugar.

¿Te pagaban algo por jugar?

Sí, me pagaban $15 dólares, pero yo llegaba como el hijo de Ademir Barbosa y era la estrella supuestamente.

Me contabas que también tienes vena de músico por el lado de tu mamá y su familia ¿tu sueño de niño cuál era, seguir los pasos de tu papá o los de tu mamá?

Seguir los pasos de mi papá. Y me quedé con esa espina de no poder llegar a ser jugador de fútbol profesional, en al menos nuestro país. Pero no me puedo quejar porque Dios sabe porque hace las cosas. Estaba en ese camino y me llevó a otro destino (la música). No me arrepiento, si me da un poco de sentimiento no haberle hecho honores a mi padre, pero por otro lado si le estoy haciendo los honores a mi madre.

¿Qué ídolos tenías de niño?, imagino que eran más futbolistas que músicos…

De niño yo admiraba obviamente el fútbol de Brasil. Mis ídolos eran Cafú, Roberto Carlos, Bebeto y Romario. Después Rivaldo, Ronaldinho, Ronaldo. Esos eran mis ídolos en aquel momento.

Pero vos también llevas sangre salvadoreña ¿tenías ídolos de acá?       

Sí, sí, bueno a Cienfuegos, Cerritos, Díaz Arce, De Moura, Raúl Toro que jugaban en Firpo. Aparte estuve rodeado de muchas leyendas cuando estuve jugando al fútbol. Mis entrenadores eran “El Tuco” Alfaro, “El Chelis” Rugamas, Guevara Mora…

¿Cuándo dices dejo la pelota y cojo el micrófono?

Es que fue sin querer fíjate. No fue algo que yo dijera dejó la pelota y agarro el micrófono, simplemente fue algo que pasó. Lo de la música calló de sorpresa. Estábamos tocando en la casa de un amigo, antes de irnos a jugar fútbol. Estábamos tocando por jodarria como decimos aquí en El Salvador, pero alguien nos escuchó y dijo este bicho no es tan destemplado para cantar jajaja. Ese que nos escuchó era el manager y representante de “ADHESIVO”, él quería formar su propio proyecto y venía con la idea de formar “Eskina Opuesta”, de hecho ya tenía hasta la idea de la canción y todo preparado. Simplemente lo que hizo fue buscar quien llenara el grupo y quien grabara el tema. Al final terminé siendo yo.

¿A cantar Ska?

“Eskina Opuesta” era un grupo de rock latino. Salimos en 2006 a la escena musical con el tema “El Superman” en una nueva versión.

Es Ska…

Correcto. Fue con ellos que me metí profesionalmente a la escena musical porque ya era pisar escenarios, ya era ir a radios, meterte a un estudio de grabación y valga la redundancia grabar temas. Entonces es con ellos que doy mis primeros pasos profesionales. Mis primeros pasos musicales habían sido en la iglesia porque desde chiquito estuve metido en la iglesia. Ahí estuve metido en actividades juveniles de la parroquia, primero cantaba en un coro, luego me pasé a la pastoral juvenil. Ahí comencé a aprender a tocar la guitarra para cantar las alabanzas en las reuniones. Después comencé a servir en los retiros de las nuevas personas que llegaban a la iglesia. Luego participaba en todos los actos del colegio: Día del Padre, que Día de la Madre, que Día del Maestro, lo que se te acurra; era la manera de ganarme un par de puntos extras jajaja. Eso era entre los 13 y 16 años más o menos.

¿No cantabas de niño?

Bueno siempre me gustó la música.  De niño siempre estuve metido en un escenario por el lado de mi madre.

¿Qué tanto influyo ella?                     

Mucho, ella y mi familia. Mi mamá (Marina Rodríguez Flores) era trompetista de “Los Hermanos Flores” y  ellos son mi familia, son mis tíos. Entonces yo siempre anduve en escenarios viendo a mis tíos tocar en las tarimas.

¿Cómo no terminas dentro de la orquesta, que te lo impidió?

Esa es una pregunta que yo mismo me la he hecho. Esa respuesta solo la tienen mis tíos, nada más ellos. En algún momento yo pensé que iba ser tomado en cuenta, pero no fue así y las razones no las sé.

¿Te gusta la cumbia?

Sí, sí, la traigo en las venas. Mi abuelito fundó esa orquesta. Y como te repito quizá en algún momento me vi dentro de la orquesta de mis tíos, pero por cosas de la vida no se dio.

¿Cómo es tu relación con ellos?

La relación con mis tíos, con mis primos siempre ha sido buena. La razón por la cual no estoy dentro de la orquesta no la sé, y al final quizá si yo estuviera dentro de la orquesta quizá sería alguien más dentro de una institución musical y no fuera lo que estoy siendo ahora: ser Ademir Barbosa, me entiendes.

Con “Eskina Opuesta” cantabas rock latino, ahora entiendo que baladas ¿cuándo das ese salto de género?

Lo que pasa es con “Eskina Opuesta” la idea surgió, yo no era rockero del todo, me gusta todo tipo de música, pero me tuve que adaptar al concepto del grupo, lo hice bien, me gustó y me gusta. Pero a mí me gusta todo tipo de música por lo mismo que en casa te ponían música disco, salsa, cumbia, merengue… antes no existía el reggaetón.

¿Y te gusta el reggaetón?      

Fíjate que sí. Me gusta, pero no todo. Tengo como que mis artistas vetados que no los soporto.

Ejemplos…

Ejemplos “Farruco”. “Ozuna” tampoco me gusta; no me gusta “Bad Bunny” en lo más mínimo. Si me gustan otros como “Mike Bahía” o “Piso 21”.

¿No son muy reconocidos?

“Mike Bahía” internacionalmente quizá no tiene mucha proyección, “Piso 21” es un grupo reciente. Pero de la vieja escuela me gusta “Daddy Yankee”, “Don Omar”…

¿Cantaras reggaetón alguna vez?

Sí, de hecho mi primer tema “Quiero Enamorarte” le hicimos un remix con “Dj Emsy” y la hicimos en una versión urbana. Yo no estoy cerrado a cualquier tipo de género. Las generaciones de ahora están escuchando otras cosas y tenemos que entender que, o vas en la corriente o te quedas. Yo de niño por ejemplo la mayoría de la música que escuchaba era cumbia, salsa y merengue. Y cuando fui creciendo y empecé a salir con los amigos escuchaba un poquito de Hip Hop, Rap; me gustaba el Rock. Te estoy hablando de mi generación de música. Aparte estaba lo que mi mamá escuchaba. Ella escuchaba música de “Bee Gees”, “Air Suplay”, “Chicago”, y por el lado de mi abuela escuchaba “Los Ángeles Negros” “Los Melódicos”, “La Sonora Matancera”.

Era una mezcla…       

Una mezcla, y por eso te digo yo no estoy cerrado. Me gusta un montón de música y  eso se plasma cada vez que yo voy a cantar a algún lugar porque la gente no se espera que yo pueda cantarle un bolero o un reggaetón.

¿Cuándo te sales de “Eskina Opuesta”?

Fíjate que me salí en 2009 y después de eso me dediqué a cantar, pero sin aparecer en medios de comunicación y sin hacerme mucha publicidad. Simplemente me dediqué a cantar en restaurantes, en bares,  hoteles y fiestas privadas.

¿Da eso para vivir, se vive de cantar en esos lugares?

La verdad es que sí, se vive. Yo vivo así, es mi modo de vivir yo no tengo otro trabajo. La música para mí no es un hobby, es mi trabajo, mi manera de vivir y como ganarme el pan de cada día. Gracias a Dios he logrado hacerlo, he logrado tener una estabilidad laboral en este ámbito que es muy difícil porque hay mucha competencia, y competencia desleal también hay mucha. Yo creo que lo que me ha valido a mi es ser muy versátil. Eso es lo que a la gente les gusta que tengas variedad de música para todos los gustos y para todas las edades.

Me contabas que 2016 marcó una pauta en tu camino…

Sí en 2016 se tomó la decisión de ser Ademir Barbosa, lanzarse de nuevo a los medios de comunicación y lanzar mi primer sencillo que fue “Quiero Enamorarte”. Digamos que de ahí parte ya mi carrera como solista, presentado a los medios de comunicación digamos. Mucha gente en los medios me reconoce a través del grupo, pero estuve desaparecido un tiempo y en 2016 aparecí.

¿Qué tal te ha recibido la gente ya como solista?

Me ha recibido bien, la gente se ha quedado con “El Superman” yo no me puedo quitar tan fácilmente esa marca. Mucha gente me mira en la calle y si se recuerdan me dicen hey “Superman” o si voy a un evento me dicen: hey podes cantar “El Superman”. No me molesta porque es parte de lo que yo  he hecho.

Tu agenda en 2018 ha estado ocupada, de hecho ahora mismo te he visto en los medios presentando un nuevo tema musical…

2018 ha sido muy bonito fíjate porque aparte de que he sacado mi nuevo sencillo desde principio de año ha sido lleno de sorpresas. Comencé asistiendo al Sexto Festival del Bolero en Nicaragua. Yo fui representando a El Salvador, no en una competencia si no una invitación a participar. Esa fue la primer sorpresa de 2018. Luego me contrataron para ir a trabajar a un hotel en España para la temporada de verano que son los meses de julio y agosto. Así que estuve cantando en ese hotel en España durante dos meses. Vine el dos de septiembre.

¿Tu nueva canción de que habla, le cantas al amor?

Pues le cantamos al amor. El amor se mira de diferente manera, se mira de una manera bonita o de una manera dolorosa. En esta ocasión es una manera dolorosa decirte que no dejaré de amarte.

¿No Dejaré de Amarte es una experiencia tuya?

No, no, no, es una canción que se me vino a la mente. Quizá en algún momento me ha pasado, pero no fue en ese momento que la canción se escribió. Yo pienso que con esta canción muchas personas se pueden sentir identificadas con lo que dice. “No Dejaré de Amarte” es un tema que yo escribí completamente.

¿Has escrito más?        

La primera canción: “Quiero Enamorarte” la escribimos mitad y mitad con Homer González, un productor nacional. Tengo otras por ahí guardadas que no están terminadas todavía.

¿Hay algún artista en particular con el que sientas que te identificas o es modelos a seguir?

Hay varios. De los artistas de antes me identifico mucho con Chayane por su versatilidad para cantar algo bailable o cantar algo con sentimiento. Aparte que él es “un showman”. Ser un “showman” significa dar un espectáculo tú y siempre he querido hacer eso. Sé que tengo esa facilidad de manejar al público y me gustaría poder tomar esa línea que el hizo. De los recientes me gusta mucho la música de Pablo Alboran que es alguien que tiene arreglos muy buenos, letras muy bonitas y un estilo fresco en la manera de verse. Son influencias que yo tomo como para poder seguir una ruta y poder trazar un camino. Igual me gusta mucho Fonseca.

¿Qué tan difícil es hacer que un tema suene en la radio?     

Es un tema bien delicado y no es hablar mal, pero siendo honesto hace falta un poco más de apoyo en las estaciones de radio. Hay algunas que si lo ofrecen.

¿Cuál es tu sueño de artista?

Poder consagrarme como tal. Poder llevar la bandera de mi país fuera de las fronteras y que sea reconocido. Poder ganar un “Grammy”. Que digan Ademir Barbosa de El Salvador.

¿Te identificas más con El Salvador o con Brasil?

Con El Salvador. Obviamente tengo muchas cosas de Brasil, pero mi país es El Salvador. Aquí nací, aquí crecí y pienso representarlo a él lo más que pueda.

Volvamos al fútbol, tu papá vive en Brasil ¿tienes comunicación con él?   

Sí de ves en cuanto nos comunicamos por las redes, ahora con eso es más fácil comunicarse.

¿Y qué te dice, ya no quiere seas futbolista?

Jajaja mi papá contento con lo que hago, pero me imagino que como todo padre le hubiera gustado que hubiera seguido sus pasos.

¿Ser portero?

No, él siempre quiso que fuera delantero, y no soy delantero, yo jugaba de carrilero derecho.

¿Por qué nunca te probaste en un equipo de la liga mayor?

Es que todo pasó rápido y estaba descanchado. No jugué, pero estuve en la reserva del Alianza y mi papá me llevo a jugar en la Tercera División en Nueva Concepción, pero al final me metí a la música y fue como que el fútbol se alejó de mí y ya no lo volví a retomar. Ahora ya de grande dentro de la música he conocido directivos de fútbol. Conocí a don Lisandro Pohl y le decía: Don Lisandro yo quiero jugar aunque sea una temporada aunque no me pague y me decía: nombre ya estás viejo jajaja, igual con un directivo de Santa Tecla, pero me decía lo mismo. Yo quería al menos cumplir el sueño, pero se quedó ahí el sueño.

Si estuvieras en un punto en el que pudieras escoger la música o el fútbol ¿cuál eligieras?

Mira sabiendo lo que sé y ya habiendo vivido de este lado de la música yo creo que siempre me hubiera inclinado por la música. Viendo como veo ahora el fútbol nuestro y todos los  problemas que está atravesando creo que la mejor decisión que he tomado es dedicarme a la música.

Háblame de tu niñez ¿cómo fue, cuales eran tus juguetes?

Mi niñez fue difícil, mi mamá y mi papá se separaron cuando yo tenía seis años. Entonces, mi papá desapareció por un tiempo, mi mamá quedó sola con tres hijos y ya vez una madre soltera con tres hijos no es fácil, pero como hijos supimos mantenernos y no desviarnos a malos pasos. Y bueno mi juguete era la pelota, yo de haber jugado con muñequitos no me acuerdo. Para mí era la pelota y la bicicleta. ¿Para qué me servía la bicicleta? para ir a jugar pelota. Yo le pego a una pelota desde que tenía cinco años, toda mi vida he salido a jugar a la calle con mis amigos.

Pero la pelota rueda, ahora la música es tu vida…

Ahora mismo sí, no hago más que trabajar para la música y dedicarme a la música. Ahora si mi vida es la música.