Ricardo Navarro, ecologista: “Me fascina el café, tomo nueve o diez tazas al día”

Por Santiago Leiva

Cualquier otra imagen distorsionaría su realidad. Un traje por ejemplo sonaría a disfraz. Ricardo Navarro gusta mucho vestir coloridas camisas de manta o  frescas camisetas que armonicen con la naturaleza. Esa es la imagen que ha vendido a lo largo de más de 40 años como ecologista y quizá sea la única que registren las cámaras fotográficas y televisivas hasta el momento de su partida terrenal.

“Para mí sería un gran sacrificio que me obligaran a ponerme corbata en un país tan cálido como este. Andar con saco y corbata ese si es un gran sacrificio”, dice en su afán de convencer que ser “centinela” y protector del medio ambiente no arrastra ningún sacrificio.

Lo que si le resulta innegable, es que una vez enlistado en estas fuerzas protectoras de la naturaleza hay hábitos que se adquieren con el tiempo, como proteger el ecosistema o cuidar la salud. Don Ricardo por ejemplo no ha renunciado definitivamente a la carne, pero es escasa en su menú alimenticio.  “Carne sigo consumiendo, pero trato cada vez consumir menos; trato de consumir más verdura porque la carne tampoco es saludable. No es que nos hayamos prohibido la carne, pero tratamos por ejemplo de consumir más brócoli, pipianes y todo eso tipo de cosas porque son más saludables, y frijoles (comemos) por supuesto”, sostiene el ecologista. “Lamentablemente no soy vegetariano y digo lamentablemente, porque me hubiera gustado serlo.  Mi debilidad está  en el queso, a mí  me fascina el queso y esa sería mi dificultad para convertirme en un vegano”.

Don Ricardo se interesó por el cuido del medioambiente cuando era un joven estudiante de ingeniería mecánica en tierras norteamericanas, hoy el tiempo ha pasado, él ya pinta canas en su pelo y barba, pero sigue firme como paladín  en una lucha sin cuartel que pinta negra para el futuro del planeta.

“El problema más grave que tenemos es la integridad de la biosfera, ¿qué  significa? que si subimos un grado más la temperatura esto va a significar el colapso de las abejas y esto quiere decir el colapso de la producción alimentaria del planeta, y esto significa grandes hambrunas a nivel planetario”, advierte. Esta y otras perlas nos deja Don Ricardo Navarro en esta platicadita. Él es mi personaje de la semana.

Esperaba verlo con camisa de manta, esa es la imagen que tengo de usted…

Bueno si, lo que pasa es que esta camisa si usted lee dice: ¿dónde está lejos?, porque la gente dice a veces, voy a botar la basura lejos. Pues sí, pero lejos donde es lejos. Siempre hay gente cerca por ahí.

Usted tiene años de ser ecologista ¿cuál es el sacrificio, el precio de ser ecologista? Imagino  que es difícil  privarse de hacer de algunas cosas

Sacrificios ninguno, más bien satisfacciones, porque si usted está muy a gusto de lo que está  haciendo y eso le genera satisfacción no sacrificio. Hay gente que me dice deberías de divertirte, y si yo me estoy divirtiendo con lo que estoy haciendo. Hay gente que me dice deberías de salir al campo, si a veces he pasado tres días en la montaña, me entiende. Ósea el asunto es que a veces vemos el trabajo como dice aquella canción del “Negrito del Batey”, que el trabajo lo hizo Dios como castigo. Y bueno como canción esta bonita, porque es bonito el merengue, pero en realidad trabajar por el ambiente yo creo que es lo más satisfactorio que hay porque, a veces nos toca caminar y  eso es hacer ejercicio; a veces nos toca discutir y eso es ejercitar la mente; a veces nos toca ir a una manifestación y eso es sentirse en comunidad con miles de personas que están pensando más o menos lo que uno piensa. Entonces yo diría que sacrificios ninguno.

Quizá para alguien que no es ecologista si lo sea porque se privarse de muchas cosas…

¿Pero privarse de que  usted? mire yo más bien trato de beber agua limpia que es lo mejor que hay, aire que no esté  contaminado, y ejercicio hago todos los días. Entonces privarse de que. Para mí sería un gran sacrificio que me obligaran a ponerme corbata en un país tan cálido como este. Andar con saco y corbata eso es un gran sacrificio, encima de eso la gente que usa saco y corbata tiene que tener aire acondicionado, eso que significa gastar energía y eso que significa generar gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático y después tenemos grandes huracanes o grandes sequias.

Pero esa es una percepción de un ecologista, pero si por ejemplo yo le digo a alguien no tome  Pepsi, no tome Coca Cola, quizá para esa persona sea un sacrificio no hacerlo…

Mire varios de mis compañeros de colegio han fallecido, y yo sostengo que es por andar bebiendo Coca Cola, comiendo comida chatarra, vida sedentaria, peleándose con la gente, estar luchando por ver si hacen más dinero, y después queda el dinero en el banco. Yo siento que ellos se han sacrificado por eso. Mire lo que tenemos que tratar de entender es que nosotros somos parte de la madre tierra y la madre tierra nos da todo lo que necesitamos para vivir en armonía y ser felices. Eso es lo que debemos aprovechar. Claro necesitamos por ejemplo medios de transporte o dinero en una sociedad donde tenemos un comercio en el que hay que pagar por la camisa y el pantalón; y la comida todos los días. Y uno tiene que trabajar por supuesto, pero lo que uno debe buscar es que eso sea satisfactorio no le genere problemas.

En su caso desde ¿Cuándo no prueba una soda, una Coca Cola, Pepsi…?

Mire yo nunca compro eso, alguna vez he ido a la casa de un amigo y me dan un vasito me lo tomo porque también las relaciones con las personas son importante. Igual vasitos desechables yo nunca compro, pero a veces donde voy siempre a tomar un café la gente me dice: mire perdone ya se me acabaron las tazas, pero aquí tengo un desechable, ahí bueno pues ni modo porque no hay que ser, digamos religioso. Pero, respondiendo su pregunta, mire cuando yo estaba pequeño en el colegio  a veces yo me tomaba dos Coca Colas seguidas. Me gustaba, pero yo creo que la última vez debe a ver sido, hará unos 30 años.

Qué usted la compraba…

Que yo las compraba. Quizá más, quizá unos 40 años talvez que no he comprado. Me he acostumbrado a beber agua y limonada poniéndole poca azúcar porque la azúcar es mala para la salud de la persona. Y vive uno mejor.

En comida ¿es vegetariano le entra a la carne?

Lamentablemente no soy vegetariano y digo lamentablemente, porque me hubiera gustado serlo. Yo nací en un hogar donde comíamos carne y me gustaba la carne, y la verdad es que la podría reducirla bastante; donde está mi debilidad es en el queso. A mí  me fascinan los quesos. Cuando me ha tocado ir a Europa, a Francia, o algún otro lugar  a veces no almorzaba para ir a comer al buffet de quesos. A mí  me fascina el queso y esa sería mi dificultad para convertirme en un vegano. Carne pues si sigo consumiendo, pero trato cada vez consumir menos; trato de consumir más verdura porque la carne tampoco es saludable. Un poquito quizá no será muy grave el daño, como el licor por ejemplo, usted se toma un vaso de vino está fantástico pero que eso no se exceda, eso es lo importante.

¿Toma licor algunas veces? para navidad, fin de año quizá…

Vino tomo con alguna frecuencia, una botella de vino me puede durar una semana  o a veces 15 días, pero vino. El licor más fuerte solo cuando alguien me invita a un lugar, o yo estoy en algún lugar y lo sirven. Estuve, creo que fue en Costa Rica, hace poco y ofrecieron un licor ahí, bueno pues lo consumí, pero no soy adicto a eso, no me hace falta

El vino lo toma por motivos específicos,  un cumpleaños…

No, fíjese que yo lo tengo en mi casa, compro siempre unas botellitas, las más baratas por cierto, y vienen en cartón y pues cuando me acuerdo abro una y me tomo una copa antes de dormir y cosas así.

¿No hace falta motivo?

No. Y no me hace falta eso fíjese. Más me hace falta el café. Café si tomo bastante todos los días. Tomo bastante café fíjese.  Me fascina el café.

Lo normal son tres tazas diarias quizás…

Sí, pero yo tomo más. Yo tomo nueve o diez tazas al día.

¿Cómo ha  asimilado su hija, su esposa, el entorno familiar, por ejemplo el no cocinar ni comer carne?

No hay ningún conflicto con nadie. Lo que hay de entender es que el bien mío le conviene a todos y el bien de todos me conviene a mí. Hay que entender que nosotros somos parte de la madre tierra así como los pulmones del cuerpo humano. La forma para mí de vivir feliz seria que todos en El Salvador y en el resto del mundo tuviéramos  agua, aire, trabajo, educación y salud, me entiende. Porque estando todos ellos felices yo vivo mejor. El asunto es que debemos de comenzar a ver el mundo, no solo como algo que me conviene a mí, sino ver que eso que me conviene a mi debe ser consecuente con lo que le conviene a todos. A veces la gente piensa que le conviene ganar más dinero, yo necesito cierto dinero para vivir pero, imagínese para que necesito yo más dinero si con eso lo que logro es dejar a otros sin dinero; y que va a hacer el otro sin dinero me lo va a robar y hasta me puede llegar a matar por eso.

Fuera de la mentalidad ecologista, ¿qué  le divierte?, hoy la diversión son redes sociales, teléfonos, televisión, cosas modernas que de cierta forma  también contribuyen a destruir el medio ambiente…

Bueno a mí  me divierte nadar fíjese, bastante me divierte eso. En las redes sociales no había querido meterme, pero últimamente me metí en Facebook y tengo 5,000 amigos ahí y ya dice que no puedo tener más, ahí paso siempre discutiendo cosas que tienen que ver con lo social, con lo político, con lo ambiental, ósea tratando decir lo que uno piensa.

Eso es darle utilidad…

Claro y la ventaja es que hay mucha gente que escucha y algunos estarán en contra pero, mucha gente escucha. Yo sí creo que es importante esa interacción.

¿Ve mucha televisión?

Televisión veo algunas de esas películas así de detectives y espionaje y cosas así, y también cuando logro encontrar una película de esas que hablan de contactos con otras civilizaciones.

¿No le gusta ver fútbol? ¿No jugó futbol?

Fíjese que para el fútbol fui poco. Jugaba un poco básquetbol, y natación siempre hacia cuando estaba en el colegio al igual que voleibol. Esas son cosas que hay que promoverlas, pero a mí es la natación lo que más me satisfacía

En su tiempo, antes de llegar a ser ecologista, ¿en que se divertía, cómo fue su juventud?

Yo llevo como unos 40 años de trabajar de lleno con la ecología y, como le digo, en el colegio siempre me gustaba nadar. Siempre fui tranquilo no me gustó mucho fumar, comencé una vez, traté, pero no era para mí ese vicio. Era tranquilo y los compañeros que tuve eran tranquilos también.

¿No fue parrandero?

Poco, muy poco. Fui a alguna fiesta y cosas, pero poco.

¿No era de poner serenatas a sus novias?

Alguna vez, pero muy poco, muy muy poco. Acompañaba más bien a otros amigos que andaban en eso. Pero sí, no éramos muy fiesteros, salíamos a veces al mar y a nadar. Eso si nos gustaba.

¿Qué  música escucha un tipo ecologista como usted?

Mire a mí me gusta la música tropical, todo lo que tenga que ver con la cumbia, el merengue, las rancheras. Todo que lo que es de nosotros. Claro de vez en cuando salgo y pongo ahí en la radio alguna música extranjera de las últimas y me parecen bonitas también.

¿Consume bastante lo nuestro?

Sí, a mí me gusta más lo nuestro.

 ¿Qué grupos de acá le gustan?

Bueno, Marito Rivera me parece interesante, el grupo Lora también, esta señora Nori Flores…

Ósea que bailó el Atol de Elote jajaja…

Sí, sí me pareció  muy simpático y tiene su gracia Jhosse en esa música jajaja. Siempre  voy escuchando (esa música) en la radio, pero tengo años de no ir a una fiesta.

Cuénteme don Ricardo ¿Qué fue lo que lo motivó a convertirse en ecologista?

Mire yo comencé estudiando ingeniería mecánica y siendo estudiante en Estados Unidos un compañero mío que estaba sacando su doctorado, estaba haciendo un experimento, y yo le pregunte: bueno y vos ¿qué estás haciendo?, estoy midiendo el efecto invernadero, me dijo, le estoy hablando hace 40 años, y eso que es le dije. Y él ya me explicó. ¿Eso para qué  sirve?. A es que en el planeta hay unos gases que potencian y va calentar el planeta, me dijo. ¿Dónde puedo aprender más? toma los cursos de “Viskanta”, “Viskanta” era un maestro de los más brillantes que he conocido. Tomé los cursos y me pareció súper interesante, y yo dije: que barbaridad lo que está pasando.  Y así  fue como comienzo a preocuparme por el ambiente. Después ya me comencé a estudiar, estuve en Suiza estudiando en el Centro  Suizo de Tecnología Apropiada y ellos me enviaron a muchos países para ver como estaba el uso de bicicletas, cosas así, y así me fui metiendo cada vez más.

¿Terminó la carrera de ingeniería mecánica?

Si yo saqué cinco grados académicos. Dos a nivel de licenciatura, dos a nivel de maestría y uno de doctorado. Dejé también dos comenzadas, una que la terminé, pero no saqué la tesis: ciencia política; y otra que comencé a hacer la tesis pero nunca la terminé. Ese era un doctorado en física que estudiaba en una universidad de Dinamarca.

¿Cómo se aceptó en El Salvador su pensamiento ecologista, digamos venir con esa mentalidad futurista de aquel momento?

Bueno cuando vinimos no había gente que hablara de ecología públicamente. Siempre ha habido maestros por supuesto en la universidad, pero la ecología era más algo que los biólogos hablaban en sus reuniones. Y nosotros lo que hicimos con otras personas que formamos el CESTA fue hacer que (el tema ecológico) se llevara la discusión pública. Yo recuerdo que cuando alguien quería protestar porque le faltaba el agua, nos llamaba y nosotros acompañábamos en alguna manifestación o conferencia de prensa, lo que fuera. Ahora eso pasa todos los días, ahora hay centenares de organización y es una gran cosa. A mí me parece muy bien, y estoy muy contento porque la iglesia católica se haya metido en eso. Escuchar al señor Arzobispo preocupado por la minería y el agua es una gran cosa. Que las universidades se hayan metido, ver a la Universidad de El Salvador, al señor Rector en manifestación es una gran cosa; ver a la UCA también metido en esto es una gran cosa. Claro hoy tenemos la necesidad más fuerte, como se dice, tenemos el agua hasta el cuello. Si esto se hubiera hecho hace 40 años, tal vez muchas cosas las hubiéramos podido evitar, pero bueno el pasado, pasado.

¿Cómo lo tomó su familia cuando les dice: miren a partir de hoy ya no vamos a comer esto, esto, y esto. Nos vamos a limitar este tipo de cosas?

Bien. Es que no nos prohibimos. De vez en cuando hacemos algunas hamburguesas y cosas así. No es que nos hayamos prohibido la carne, pero tratamos por ejemplo de consumir más brócoli, pipianes y todo eso tipo de cosas porque son más saludables, y frijoles por supuesto.

¿Encontró oposición de sectores políticos o económicos su ecologismo?

Lo que pasa es que a veces la gente piensa que estamos contra el progreso. Mire acabo de escuchar un diputado, o creo que es concejal no estoy seguro, de apellido Varón protestando porque dice que hay que permitir que se consuma plástico y que el plástico se recicla. Ósea es lamentable como la ignorancia puede llegar a tanto.

¿Qué se consuma en que aspecto?

Que se siga consumiendo pues. Yo estaba pensando y dije: si la estupidez fuera dinero, este señor seria más rico que Bill Gates o alguno de esos potentados. Que se recicla, él no sabe que de continuar la tendencia de consumo de plástico para mediados de este siglo habrá en el océano, óigame, más plástico que peces. Imagínese usted, todos los peces ahora están consumiendo plástico porque hay mucho plástico que dicen los vendedores que se degrada y no se degrada. Se deshace y al deshacerse se forman partículas chiquititas. Partículas chiquititas que están flotando y que algunos peces la interpretan como que fueran algas o planton, se lo comen, y después usted se come el pez, ahí va el plástico y de ahí se genera el cáncer. Y por ello en todo el mundo hay muchas organizaciones ambientales y una de ellas es “Gaia”. “Gaia”  que está teniendo campañas fuertes en países de Asia porque el plástico está  destruyendo el planeta. Mire China ha sido de los países que está  tratando de comprar plástico en el mundo para reciclarlo y utilizarlo de nuevo, pero ya se saturo su capacidad y ya está  diciendo que no va a comprar más. Y entonces que hacemos con tanto plástico, tenemos reducir, tenemos que prohibir el uso de pajillas, prohibir el uso de las bolsas plásticas. Ir con bolsas de tela en el supermercado. Ayer (martes) pasé a comprar tres cositas y ya me daban la bolsa plástica, yo le dije: no mi hija no me de bolsa plástica, para que la bolsa plástica, para irla a botar, me entiende.

¿Qué es lo más dañino en este momento para el planeta?                                        

De lo que más se habla es del cambio climático porque la temperatura del planeta va aumentando. A aumentado más de 1.2 grados y están diciendo los científicos en un reporte de ahorita de que ahí por 2030 vamos a tener 1.5 y que en un par de décadas después vamos a llegar a 2 grados, esa es la predicción. El problema es que todo está relacionado. Lo físico, el incremento de temperatura, los cambios en los patrones de lluvia eso afecta la flora y la fauna, y de echo me atrevo a afirmar yo que el problema más grave que tenemos es la integridad de la biosfera, ¿qué significa? que si subimos un grado más la temperatura esto va a significar el colapso de las abejas y esto quiere decir el colapso de la producción alimentaria del planeta, y esto significa grandes hambrunas a nivel planetario. Eso es lo que va a pasar.

¡Por el colapso de la abeja?

La abeja es el polinizador principal que hay en el planeta. Entonces si usted ve lo físico está relacionado con lo biológico. Yo creo que el problema fundamental va a venir por ahí, por el lado biológico. Ósea el primer impacto del cambio climático o integridad de las biosferas va ser grandes hambrunas a nivel planetario. Esa es una cosa. Otra cosa, usted ha visto ahorita que en todo el mundo hay el zika y aquí le estaba diciendo el gobierno a las señoras no embarazarse por el zika, el zika era un virus que estaba allá en Uganda tranquilito o en alguna montaña por ahí, pero cambiaron las condiciones climáticas y se salió el zika, esperemos un ratito que se salga el ébola, esperemos que hay como seis o siete virus así que son mortales y entonces vamos a tener enfermedades terribles. Esa es otra predicción de lo grave que estamos a nivel planetario. Y una tercera. Usted sabe que a los seres humanos nos gusta resolver los problemas con la pistola en la mano, si no mire como estamos llenos de armas en el mundo y a veces hay líderes políticos que con facilidad dicen que van a destruir a otro con el armamento nuclear. Entonces una mala decisión, un mal cálculo nos puede llevar a nosotros mismos a la autodestrucción antes que nos destruya la naturaleza. Ese es el menú que tenemos enfrente.

¿Usted fue hombre de armas en algún momento?

No.

Pero vivió y creció en escenarios de guerra…

Sí, pero yo nunca participe en ninguna cosa que tuviera que ver con armas. Siempre tuvimos un revólver por ahí como quien dice por cualquier cosa, pero no nunca participé.

¿Lo tuvo o lo tiene?

Lo tuve y además lo tengo matriculado. Ahí está y yo hay veces llego a verlo para ver si no me lo han robado y no me he dado cuenta.

Ya se le enmoheció jajaja…

De hecho es cierto eso. La última vez que me lo estaban enseñando acá parece que ya no funciona. Lo tenemos aquí (en CESTA). Yo en mi casa lo que tengo ahorita son dos perros Rottwailer y cundo usted los oye ladrar no fácil se atreve a meterse.

¿Alguna vez disparó?

Disparar si he disparado. En Suiza por ejemplo iba yo al campo de tiro porque yo viví en Suiza año y medio trabajando en el Centro Suizo de Tecnología Apropiada.

¿Nunca lo reclutaron acá en el país?

No, nunca me reclutaron ni me interesó. Yo me dediqué a otras cosas.

¿Comulga con la izquierda?

Nosotros somos ecologistas y creemos que todo debe partir de un entendimiento armónico con la madre tierra y en esto creo que coincidimos en los aspectos sociales porque los aspectos ecológicos para llevarlos a cabo como debe ser requiere usted  de ciertos aspectos sociales. En ese sentido diría que en un 80% compartimos las ideas de la izquierda, en un 10% quizá con las ideas de derecha y en otro 10% con ninguno. Pero si somos mucho más allegados a la izquierda ciertamente. Por ejemplo en la lucha por el agua están más metidos de forma genuina los grupos de izquierda.

A propósito ¿cómo ve esto de que el agua la administren manos privadas?

No mire eso es una tontería solemne, el agua al igual que el aire son recursos a los que todos deberíamos tener acceso. Tenemos que garantizar eso, y cuando digo todos digo todos. Mire aquí tenemos una lluvia fuerte, llueve 1.8 metros cada año. Qué significa, debería haber agua para todos. Lo que se necesita es que nos organicemos y la usemos bien. Pero por ejemplo barrer las calles con agua no se deberían permitir.

La preocupación por cuidar las plantas, los animales y la naturaleza en general ¿la trae desde la niñez, o cuándo nace?

Sí, yo fui tranquilo y me gustaba andar en bicicleta de niño, recién graduado daba clase de energía solar en la universidad, fui profesor en la UCA y cada vez más me fui relacionando con gente que sabía mucho de ecología y así fui aprendiendo mucho. Cuando tenía 16 años, eso fue hace 50 años ya, se me ocurrió formar parte de un grupo de salvadoreños que se llamaba “Amigos de la Tierra”, y ahí comencé a conocer mucha gente y a entender que el ambiente no había que destruirlo.

¿Usted se crio en la ciudad?

Si yo me crie en la ciudad.

En el campo muchas veces la realidad es diferente toca matar pájaros para comer u otros animales…

No claro si fuera para comer, para vivir se puede tener un sistema donde las cosas se mantengan, el asunto es cuando se mata por deporte, andar matando pajaritos por deporte. La gente tiene pajaritos enjaulados, yo vivo en una casa en la que tengo media manzana con árboles alrededor y llegan un montón de pájaros, pero ninguno está enjaulado; y ahí estoy rodeado de animales, a veces hasta con miedo porque de pronto una vez vi un coral y no era un falso coral.

¿Existe animal que no le simpatice?

Tengo que decir que las cucarachas no me simpatizan jajaja, pero por lo demás no. Los que me gustan más son los delfines, me gusta verlos mucho. Y los perritos también.

Don Ricardo ¿Cómo fue su niñez, con qué se divertía, qué jugaba? 

A mí  me gustaba estudiar y yo me siento contento de haber encontrado diversión en lo que me tocaba hacer. Fíjese que yo me acostaba con el libro en la mano y lo hago todavía a estas alturas. Si usted va a mi casa ahí a la par de mi cama hay un rimero de libros.

¿Qué le gusta leer?

Me gusta leer cosas relacionadas con el planeta, con la filosofía y con la religión.

¿Qué piensa de la filosofía y pensamiento de Monseñor Romero?

A no, Monseñor Romero yo creo que fue la personificación de Jesucristo. Yo creo que Jesucristo lo mandó. Yo estuve varias veces en las homilías de él y me daba esa impresión. Cuando yo lo oía hablar decía este parece como que fuera Jesucristo. Él es lo mejor que hemos tenido aquí, y eso que lo hayan hecho santo me parece fantástico.

¿Usted que soñaba ser de niño?      

Yo me acuerdo que quería ser médico, pero cuando fui creciendo vi que lo que más me interesaba era la física.

Acá estamos rodeados de cerros de bicicletas, me contaba que le gustaba anda en bicicleta de niño ¿es usted de andar en bicicleta?

Mire yo anduve mucho tiempo en bicicleta, lo que pasa es que ahora vivo en Zaragoza y se me hace difícil, y la edad también como que lo va evitando a meterse en cosas, pero el uso de bicicleta si es algo que tenemos que promover o por lo menos facilitar.

Acá lo viral últimamente son las motos…

Si están llenas las calles del el país, escuché que hay como 400 mil motocicletas en el país, es terrible. Habría que promover más el uso de bicicletas. Se escuchan voces pero son aisladas y es que vivimos en un país donde estamos en la edad de piedra todavía.

¿Su voz que tanto eco tiene?         

Un poco diría yo, pero por lo menos hablan de eso y dicen cosas.

Bueno hemos hablado de la necesidad de preservar la naturaleza ¿usted cuantos arbolitos ha sembrado?

En lo personal no creo que pasen de 100, no he sido un gran plantador de bosques, pero si hemos participado en muchas campañas, en una tierra que teníamos por allí plantamos 75 mil árboles entre mucha gente. Pero mire además de plantar lo que tenemos que hacer es cuidar lo que está plantado y yo creo que en eso debería de ponerse más estricto el gobierno y las alcaldías de no permitir que los talen.

¿Cuándo piensa poner punto final a su lucha ecologista?     

Cuando Dios me ponga punto final a mí, ahí será el momento.

 

¿Tiene alguna decepción como ecologista?

Quizá la decepción es que las fuerzas políticas económicas del planeta no entienden que están destruyendo el mundo.