País redujo emisión de 250 mil toneladas de CO2

Foto Kevin Aguilera

El Metropolitano Digital

Doscientas cincuenta mil toneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente a (CO2) se dejaron de emitir a la atmósfera en 2018, debido a la reconversión del sector de fabricación de espumas rígidas aislantes de calor.
Este es uno de los grandes avances que El Salvador ha alcanzado en el último año para dar cumplimiento a Protocolo de Montreal, ratificado por todos los estados miembros de Naciones Unidas, que busca eliminar cierto tipo de sustancias y gases que se utilizan en los procesos de fabricación de productos refrigerantes, con el único fin de proteger la delgada capa de ozono, un filtro invisible formado sobre la atmósfera que evita que ingresen a los rayos ultravioleta emitidos por el sol.
La reducción de las 250 mil toneladas de CO2 fue posible porque el sector local que se dedica a la fabricación de espumas rígidas de calor reconvirtieron sus tecnologías sin dañar la capa de ozono ni afectar el clima. La reconversión tuvo el acompañamiento técnico y financiero del MARN y el PNUD.
El Salvador a partir del 2010, cumplió su primer compromiso de eliminación de las sustancias conocidas como “CFC” o Cloro- fluoro- carbonos, por lo que no se permite su importación, verificándose su no comercialización.
A partir del año 2013 inició el segundo compromiso de reducción hasta su eliminación en el 2030 de las sustancias conocidas por “HCFC” o Hidro – Cloro- Fluoro- Carbonos, contenidas como refrigerante en equipos de aires acondicionados, cuartos fríos, sistemas de refrigeración industrial, y como agente espumante en procesos de fabricación de espuma rígida aislante de calor.

Se cuenta con un marco regulatorio que limita progresivamente la importación de dichas sustancias según calendario indicado por el Protocolo de Montreal.
Paralelamente a la reducción de sustancias, se apoya a los sectores que las consumen, entre los que destaca a los técnicos de servicio en refrigeración y aire acondicionado, con capacitaciones técnicas orientadas a utilizar sustancias amigables con el ozono con alta eficiencia energética y la ejecución de buenas prácticas para el manejo ambientalmente adecuado, que incluye la recuperación y reutilización de sustancias agotadoras de la capa de ozono cuando procede.
Hasta la fecha se han realizado 17 talleres de servicio en refrigeración y aire acondicionado en el ámbito nacional y se les ha proporcionado equipo y herramientas especializadas para recuperar y reutilizar sustancias. Además se han capacitado a más de mil técnicos en refrigeración y aire acondicionado.
Este esfuerzo de país incluyó también el trabajo coordinado con Aduanas de El Salvador. Con el apoyo de ONU Medio Ambiente se capacitó a 40 oficiales aduaneros con el propósito de prevenir el comercio ilegal de las sustancias agotadoras del ozono y la inducción del nuevo marco regulatorio establecido internacionalmente para códigos arancelarios de sustancias con alto potencial de calentamiento global.
La ministra de Medio Ambiente y Recurso Naturales, Lina Pohl al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de ONU Medio Ambiente, por el apoyo y acompañamiento brindado al país para la implementación de los proyectos.
¿Qué es la capa de ozono? La capa de ozono se encuentra dentro de la atmósfera terrestre y tiene la función de ser una capa protectora que justamente preserva la vida del planeta Tierra, haciendo las veces de escudo contra los rayos del sol llamados UV o radiación ultravioleta, absorbiendo del 97 al 99% de ella. Se encuentra a una distancia de la superficie de la tierra de 15 a 50 kilómetros de altura en mayor concentración, aunque en el suelo también está presente.