¿Qué puede pasar en El Salvador tras el triunfo arrollador de Bukele en las elecciones?

POR:EFRÉN LEMUS | UNIVISIÓN

SAN SALVADOR, El Salvador. Tras el triunfo arrollador en las elecciones municipales y legislativas, el partido del presidente salvadoreño Nayib Bukele tendrá un amplio margen de actuación y no necesitará negociar con la oposición política la aprobación de deuda externa ni el nombramiento de los nuevos funcionarios de justicia.

El partido del presidente tendrá la mayoría calificada, 56 de los 84 diputados, que le permitirá hasta suspender garantías constitucionales sin el apoyo de los otros partidos. Al tener la mayoría del congreso algunos analistas temen que el gobierno de Bukele se vuelva autoritario.

“Es cierto que han obtenido el poder en unas elecciones democráticas y tener mucho poder no es un problema, el problema es cómo se ejerce este poder. Es decir, si a pesar de tener la mayoría buscas consenso, diálogo, escuchas a la oposición y se construye en pro del país esto no es malo, pero me temo que es lo que no va suceder. En este año y medio de presidencia de Bukele lo que hemos visto es autoritarismo”, dice Arnau Baulenas, abogado del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA).

Nuevas Ideas, el partido oficialista, no necesitará así de la oposición política para aprobar préstamos, una queja reiterada de Bukele contra la actual Asamblea Legislativa, a la que acusaba de bloquear sus programas de gobierno. En febrero de 2020, ante la negativa de los diputados para aprobar el financiamiento para un plan de seguridad, Bukele y la Fuerza Armada invadieron el Salón Azul, el lugar donde sesionan los diputados. Ahora, ya no tendrá ese problema porque en su partido no hay voces que critiquen sus decisiones.

Con la mayoría legislativa, Bukele también podrá promover leyes polémicas como la nacionalización del sistema de pensiones o reformas a la Ley de Integración Monetaria para revertir la dolarización. Los resultados de las elecciones han dejado a los partidos tradicionales en la irrelevancia política.

“En todo aquello que no beneficie al pueblo salvadoreño yo no voy a dar mi voto. La oportunidad es para el gobierno porque si nosotros dos votamos o no votamos no le interesa”, reconoce Reynaldo Cardoza, diputado del Partido de Conciliación Nacional (PCN), partido que apenas ganó dos diputaciones.

Bukele tomó las riendas del gobierno en junio de 2019, y apenas un año y medio después ya controla la Asamblea Legislativa. Y en los próximos meses, el presidente podría extender su control sobre el Órgano Judicial porque los diputados de su partido deben elegir al nuevo fiscal general de la República y a cinco nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Baulenas teme que la elección de los nuevos funcionarios sea política, sin tomar en cuenta la capacidad e idoneidad de quiénes serán nombrados. “Me temo que Nuevas Ideas va hacer lo mismo, va poner alguien afín. Y esto va ser igual de malo que lo que ha hecho Arena y el FMLN durante todo este tiempo”, dice.

Temor al autoritarismo

El gobierno de Bukele se ha caracterizado por confrontar con la Asamblea Legislativa, por usar a la Fuerza Armada con fines políticos y por no cumplir con sentencias de la Sala de lo Constitucional. Y ahora que ha ganado la mayoría de diputados, organizaciones de la sociedad civil temen que el presidente quiera controlar el Órgano Judicial para, entre otras cosas, permitir su reelección en el 2024, algo que la Constitución prohíbe.

“Lo que me temo es que ahora la Asamblea va ser simplemente el ejecutor de las voluntades y decisiones del presidente y se va desconfigurar lo que sería un poder del Estado. Esto me preocupa porque podríamos agarrar una deriva más autoritaria”, dice Baulenas.

“Lo que me da más temor es el tema de la reelección y la destitución de funcionarios”, opina Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana. Uno de los posibles escenarios, dice Escobar, es que el nuevo fiscal responda a los intereses del gobierno y que ese poder sea utilizado para desarticular a la Sala de lo Constitucional.

“Tanto el presidente como la órbita política de él, han estado diciendo que los magistrados han estado cometiendo delitos. Ellos perfectamente pueden utilizar el poder del fiscal general para pedir un antejuicio contra ellos en la Asamblea Legislativa a efecto de que sean juzgados”.

El posible cambio de una Sala de lo Constitucional abriría las puertas, por ejemplo, para permitir la reelección del presidente. “Veamos lo que pasó en Nicaragua y Honduras, Daniel Ortega y Juan Orlando Hernández presentaron demandas de amparo contra la Constitución y se les permitió competir en la reelección. Suenan escenarios surrealistas, pero ya lo hicieron. Ese escenario lo veo más probable que destituyan a la Sala de lo Constitucional y que se intenten este tipo de argucias para la reelección”.

El diputado Cardoza teme que exista una persecución política contra los opositores. “A mí me ha preocupado un poco la actitud de algunos funcionarios hoy que ya tienen esta mayoría. No creo que les han dado poder para hacer lo que quieran. Si a mí no me cae bien alguien y solo por eso le voy a querer echar el tráiler, eso no sería correcto. Se necesita tener armonía, sensatez”.

Nuevas Ideas tendrá la mayoría calificada, suficiente para destituir a funcionarios. “Todo es posible porque tienen 56 votos solo ellos, eso es lo preocupante y que podría ser que puedan haber algún tipo de revanchas. Ahora lo correcto no es eso, hay un proceso para todo y no creo que el presidente Nayib Bukele esté comenzando a querer venir atropellar la institucionalidad, el sistema democrático del país. Yo no apoyaría jamás. Todo tiene su tiempo y por eso es que los magistrados se eligen una vez cada tres años. Es como el fiscal de la República tiene que terminar sus tres años”, dice Cardoza.