Crece la tensión en Perú: Fujimori pidió auditar el escrutinio de actas

¿Habrá final para esta trama? Este lunes, la candidata Keiko Fujimori solicitó al órgano electoral hacer una auditoría de las actas presidenciales, que por ahora ponen a Pedro Castillo como virtual ganador. El pedido, con una demanda de amparo, llega luego de que las autoridades le negaran su declaración de nulidad sobre 802 actas, alegando que no solo llegaron tarde sino que no presentaron pruebas fehacientes de «fraude».

Más de una semana después de sus comicios del 6 de junio, Perú sigue sin definir quién ganó las elecciones presidenciales tras una polarizada segunda vuelta. Si bien Pedro Castillo es citado en el país como vencedor virtual –se mantiene en cabeza en el estrujado recuento de votos–, no habrá mandatario/a del Bicentenario hasta que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) lo declare electo.

Este lunes, la candidata conservadora Keiko Fujimori solicitó a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) una auditoría informática del proceso de digitalización de las actas electorales: «Solo (les) pedimos elecciones limpias y que se revisen todas las irregularidades. No nos vamos a rendir».

Uno de sus abogados y asesores en derecho electoral, Julio César Castiglioni, afirmó que han encontrado nuevas supuestas irregularidades.

«Un acta tiene 85 votos y en la ONPE aparece cero votos. O sea, hay una diferencia sustancial. Y eso se ha podido verificar cuando los propios personeros de mesa han entrado a ver sus actas. Y al ver sus actas, han visto que Fuerza Popular gana por lejos y la ONPE les consigna cero», denunció Castiglioni al diario local El Comercio, que ocupa el 80% de los medios peruanos.

Sin embargo, las autoridades electorales y el candidato de izquierda por Perú Libre, Pedro Castillo, han señalado que el equipo de Fujimori no ha entregado pruebas concretas sobre un presunto fraude electoral. El recuento pone hasta ahora a Castillo como virtual ganador.

La petición de auditoria informática por parte de la ex primera dama y excongresista se produjo después de que la mayoría de los 802 recursos de anulación, que representan 200.000 votos, fuera rechazada por los jurados electorales. Estas autoridades argumentaron que las solicitudes llegaron fuera del plazo debido y no presentan pruebas fehacientes de fraude en las mesas de votación.

Ante esta situación, la líder del partido Fuerza Popular también presentó una demanda de amparo para que acepten revisar sus peticiones de nulidad.

Entretanto, Castillo, aferrado a una estrecha ventaja, ha pedido no retrasar la confirmación de los resultados. El representante de la izquierda –que ya ha empezado a planificar el próximo Gobierno– ha asegurado que los peruanos ya «eligieron su camino», mientras que su partido ya ha aplaudido una victoria aún no ratificada.

Desde esta ala política, el abogado Aníbal Torres exhortó en las últimas horas a Fujimori a respetar la democracia como se había comprometido en campaña. La acusó de tratar de «dilatar la proclamación de Castillo», reflejando a la vez el ambiente crispado en la nación, con marchas a favor de cada aspirante.

Castiglioni, del equipo legal de la hija del expresidente Alberto Fujimori, aseveró por su parte que agotará la instancia jurisdiccional del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) –el máximo órgano electoral del país–, pero que no contempla acudir al Poder Judicial, pues eso sería desconocer los resultados.

El único dato claro: la polarización de la sociedad peruana

Perú se encuentra ante una profunda polarización política desde antes de la contienda electoral y las cifras de las urnas lo sentencian. Hasta ahora, este es el único resultado claro de las presidenciales.

En el recuento electoral, que ha aumentado menos del 0,02% desde el sábado y se sitúa en el 99,963% de actas contabilizadas, Castillo obtiene un 50,134%, mientras que la postulante de Fuerza Popular logra un 49,866%.

El resultado pone al exmaestro de 51 años con una ventaja apretada, pero casi irreversible de 48.000 votos.

La división se sigue sintiendo en las calles. Las marchas de simpatizantes de ambos candidatos se han tomado las calles de Lima, con votantes a favor de Castillo que llegaron de áreas rurales y simpatizantes de Fujimori que respaldaron sus acusaciones de fraude.

Todo pese a que el país atraviesa por su peor fase de la pandemia. La nación cuenta con la mayor tasa de mortalidad per capita del mundo, debido a la enfermedad del Covid-19.

Magaly Roca, residente en la capital limeña, confiesa que votó por Castillo en la segunda vuelta. Aunque inicialmente no era su candidato preferido, Fujimori lo era aún menos.

«Ha estado poniendo demasiados obstáculos (…) Todo el tiempo que tuvo la mayoría en el Congreso, bloqueó todo. Ella es la razón por la que no hemos avanzado antes. No la considero capaz de gobernar», dijo Roca, de 42 años.

Carlos Gurmendi, de 66 años y quien trabaja como portero declaró que había votado a regañadientes por Fujimori. «Voté por el menor de dos males», dijo. Agregó que considera la situación política un «bochorno», pero que «pudo haber fraude, no sería nada inusual».

Una migrante venezolana que trabajaba como manicurista afirmó que estaba «aterrorizada» por la posible presidencia de Castillo. «Salí de Venezuela porque nuestro país ha sido destruido (…) Es muy triste lo que pasó en estas elecciones, ya lo hemos vivido», dijo la mujer que se rehusó a dar su nombre, al señalar temor a una deportación.

Sin embargo, Castillo ha tratado de desligarse de las acusaciones al asegurar que ni él ni su partido son «comunistas». «Somos trabajadores, como cualquiera de ustedes, nos hemos encontrado en las calles y en ese marco a pedirles a ustedes tranquilidad», defendió durante su campaña.

De confirmarse, la victoria del exmaestro rural sería recibida con beneplácito por la izquierda latinoamericana. El socialista, que proviene de una zona pobre del norte de Perú, ha galvanizado a los votantes rurales que se sienten abandonados en la historia de crecimiento del país. Aunque no solo. Muchos otros peruanos, cansados de la corrupción y de la pobreza, ponen en él la esperanza de ver a alguien fuera del sistema de poder.

Entretanto, los observadores internacionales en Perú han dicho que las elecciones se llevaron a cabo limpiamente y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó a todas las partes a mantener la calma, defendiendo que las decisiones que tomen las instituciones electorales «deben respetarse».

Aún no está claro cuándo el organismo electoral del país anunciará formalmente al ganador, pero se espera que pueda tardar al menos una semana más.