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Lottie Moss se sintió «morir» tras una sobredosis de Ozempic.
La modelo de 27 años -hermana menor de la leyenda de las pasarelas, Kate Moss,- perdió una cantidad considerable de peso utilizando el famoso inyectable, pero fue «llevada de urgencia» al hospital y sufrió un ataque.
En un próximo episodio del programa de ITV, El precio de la perfección, dijo: «Había perdido unos seis o siete kilos, fue muy dramático. Bajé muy rápido, y casi ni te das cuenta, porque estás muy enferma y cansada todo el tiempo. Es por eso que, como, me llevaron de urgencia al hospital. En urgencias, empecé a sentir algo muy raro en cuanto me subí a la cama, tuve el ataque y me estaban sujetando. Estaba aterrorizada. Lo recuerdo, empecé a sentir, sinceramente sentí que me moría. Y suena muy dramático, pero nunca antes había tenido un ataque».
Lottie se dio cuenta entonces que tomar el fármaco -que inicialmente estaba pensado como tratamiento para la diabetes, pero que esencialmente funciona como supresor del apetito- no «valía la pena» y se preguntó por qué había decidido hacerle eso a su cuerpo.
Y añadió: «Yo pensaba: ‘¿esto vale la pena?’. ‘¿Qué le estoy haciendo a mi cuerpo?’. ‘¿Por qué sentí que tenía que hacer esto?’. Pero recuerdo que justo después de salir del hospital, me sentía bien porque estaba muy delgada, y ahora entiendo cómo esa sensación puede ser tan adictiva».
La ex creadora de OnlyFans señaló anteriormente que obtuvo el medicamento de un médico, pero que estaba «por debajo del tablero» y admitió que, para empezar, estaba destinado a personas que pesaban mucho más que ella, pero calificó su decisión como la «peor» que ha tomado nunca.
Dijo: «Estaba por debajo de las normas, por parte de un médico, pero no era como cuando vas a la consulta de un médico y te lo receta, te toma la tensión y te hace análisis, que es lo que necesitas cuando tomas algo como Ozempic. Al fin y al cabo, es un medicamento, es peligroso y realmente está pensado para la pérdida de peso de personas de talla muy grande. Cuando yo lo tomaba, la cantidad era para personas de 100 kilos o más, y yo estoy en la cincuentena. Son esas pequeñas cosas que me gustaría haber sabido antes de tomarlo. Pero lo tomé, te lo inyectas en la pierna, y fue la peor decisión que he tomado nunca. Preferiría morir cualquier día antes que volver a tomarlo. Me daba muchas náuseas. Lo tomé durante dos semanas. Viene con una pluma y diferentes dosis, tomas una inyección una semana, una inyección la semana siguiente y la tomas cada semana, y nunca me he sentido tan enferma en mi vida. Vomitaba, era horrible. Tomé una dosis más baja la primera vez que la tomé y luego subí más. Acabé en cama dos días, me sentía muy mal, mi peso había bajado».







