Por: Bayron Romero
Corresponsal en Los Angeles California
Reportaje especial
En su mirada aún brilla la ilusión del niño que soñaba con los aplausos. Nació en Santa Ana, El Salvador, una ciudad donde las montañas abrazan el cielo y los sueños parecen escaparse entre los ecos del tiempo. Allí, en los pasillos de la Escuela República de Guatemala #2, un pequeño Hugo E. Donis descubrió el poder de la expresión artística. Participaba en números culturales, cantaba, actuaba y sentía cómo el público lo llenaba de una energía distinta, mágica, que lo acompañaría para siempre.









Lo que en ese momento parecía un juego infantil, con los años se convertiría en una misión de vida: llevar alegría, arte y esperanza a su comunidad.
De Santa Ana a Los Ángeles: una maleta llena de sueños
El año 1988 marcó un antes y un después. Hugo, con apenas una maleta y un corazón repleto de ilusiones, emigró a Los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Como muchos salvadoreños en aquel tiempo, dejó atrás a su familia, sus amigos y su tierra natal, pero nunca renunció a sus sueños.
Sin embargo, su mayor obstáculo no fue la distancia ni el idioma: fue la timidez. “Siempre quise estar frente a la gente, pero me daba miedo”, recuerda. Para vencerlo, decidió integrarse al Grupo Juvenil Santo Tomás en 1989, una experiencia que le cambió la vida. Allí aprendió a bailar, actuar, hablar en público y dirigir eventos, descubriendo el poder transformador del arte y la comunidad.
Poco a poco, el joven salvadoreño fue encontrando su voz y su propósito: usar el arte como puente para unir a las personas.
El nacimiento de Flash LA: la ventana al talento latino
El 2008 fue el año en que Hugo Donis dio un salto hacia sus sueños más grandes. Con visión y esfuerzo, creó el programa Flash LA, un proyecto digital pionero que buscaba destacar el talento latino emergente en Los Ángeles y ofrecer un espacio para la cultura, el arte y la comunidad.
“Flash LA nació con una cámara sencilla, mucha fe y la intención de dar voz a quienes no la tenían”, cuenta Hugo. Lo que comenzó como una idea modesta se transformó en una plataforma que ha dado visibilidad a artistas, líderes y personalidades de renombre.
A lo largo de los años, Hugo ha tenido el privilegio de entrevistar a figuras icónicas como Gloria Trevi, Jenny Rivera, Carmen Salinas y Gerardo Ortíz, así como a líderes comunitarios y religiosos, entre ellos Monseñor Rosa Chávez, arzobispo de San Salvador. Cada entrevista ha sido una oportunidad para conectar con historias humanas, para inspirar y, sobre todo, para rendir homenaje a la fuerza del talento latino.
Más allá de las cámaras: un artista multifacético
Pero Hugo no se ha limitado al papel de conductor. Su inquietud creativa lo ha llevado a explorar múltiples escenarios: obras de teatro, películas, videos musicales, concursos de baile y ceremonias públicas donde ha participado como Maestro de Ceremonias. En cada presentación deja ver su pasión, su carisma y ese toque de humildad que lo caracteriza.
“Me gusta reinventarme. No solo se trata de entrevistar, sino de vivir el arte desde todos sus ángulos”, comenta.
La Familia Flash: una comunidad que brilla unida
Uno de los proyectos más queridos por Hugo es la llamada Familia Flash, una comunidad artística que ha crecido con los años y que incluye a Los Chikos Flash, Los Chikillos Flash, Los Orgullos Flash y Los Padrinos Flash. A través de ellos, ha impulsado la creatividad, la disciplina y el trabajo en equipo de jóvenes y adultos apasionados por el arte.
Con el mismo entusiasmo, ha producido eventos emblemáticos como:
Flashion Flash (8 ediciones), una pasarela que mezcla moda y talento latino.
Flash LA Infantil (5 ediciones), donde los niños tienen su propio espacio para brillar.
Los Premios Flash (15 ediciones), que reconocen a lo mejor del arte y la cultura en la comunidad latina.
Además, cada año celebra el Aniversario del Show, que en 2025 llega a su 17ª edición, símbolo de constancia y amor por su trabajo.
El eco de un sueño que no se detiene
Han pasado más de tres décadas desde que aquel joven salvadoreño cruzó las fronteras con una maleta llena de ilusiones. Hoy, Hugo E. Donis es mucho más que un presentador o un productor: es un embajador del talento latino, un hombre que ha sabido convertir la timidez en fortaleza y los sueños en realidad.
“Esto apenas es el comienzo”, dice con una sonrisa. “Aún tengo muchos proyectos que quiero compartir con mi gente. Todo lo que he hecho ha sido gracias al apoyo del público y de mi familia artística. Ellos son mi motor.”
Su historia, tejida entre escenarios, luces y aplausos, es un recordatorio de que los sueños no tienen fecha de vencimiento. Desde Santa Ana hasta Los Ángeles, Hugo E. Donis sigue demostrando que cuando el arte se hace con el corazón, los límites desaparecen.








