El Salvador sigue bajo la influencia de las mafias del chavismo, advierte informe

POR ANTONIO MARIA DELGADO

La victoria del independiente Nayib Bukele en las elecciones presidenciales del año pasado debían conducir a El Salvador a una nueva era que dejara atrás la corrupción asociada con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y sus financistas en el régimen de Caracas.

Pero el nuevo gobierno salvadoreño sigue penetrado por la estructura criminal congregada entorno a Alba Petróleos, controlada por el ex comandante guerrillero José Luis Merino, quien entre otras cosas hizo desaparecer más de $1,000 millones de los subsidios venezolanos, asevera un informe elaborado por el centro de investigaciones (Think Thank) con sede en Washington, IBI Consultants.

El informe resalta que Alba Petróleos se ha convertido en una máquina para lavar dinero del narcotráfico y la corrupción y que Bukele mantiene claros vínculos con Merino, incumpliendo con sus promesas de limpiar casa.

“Mientras que Nayib Bukele prometió un nuevo paradigma de gobierno que rompía con la derecha tradicional y con la izquierda tradicional, su gobierno sigue estando profundamente penetrado por los elementos más criminalizados de ambos grupos”, concluye el informe titulado “Como hacer desaparecer $1,000 millones”.

“Estos elementos están congregados a través de la estructura de Alba Petróleos y bajo la dirección de José Luis Merino …, quien no se amolda al modelo de gobierno limpio que Bukele alega estar construyendo ni el que los aliados de Estados Unidos deberían estar buscando en el hemisterio”, agrega el documento elaborado por el presidente de IBI Consultants, Douglas Farah.

Merino – quien ejerce gran influencia dentro del nuevo gobierno – ha sido acusado en el pasado de participar en orquestar secuestros, lavar dinero y traficar armas con organizaciones designadas por Estados Unidos como terroristas, resaltó el documento.

Alba Petróleos, filial de PDVSA usada por Caracas para financiar al FMLN, actualmente está bajo investigación en Estados Unidos y El Salvador por lavar dinero de las drogas provenientes de organizaciones como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Cartel de Sinaloa.

El estudió cuestionó que Bukele y las compañías de sus familias aceptaran $2 millones de Alba Petróleos cuando la empresa mostraba resultados financieros “irracionales y distorsionados”, lo cual genera dudas sobre la disposición del presidente de emprender los procedimientos más básicos de debida diligencia”.

Pero las preocupaciones sobre la influencia de Merino en el nuevo gobierno recae principalmente en los asesores y ministros que rodean a Bukele.

“El que uno de sus amigos más cercanos y asesores económicos más importantes [Erick Vega] no solo haya estado sentado en varios de los directorios de las filiales de Alba Petróleos sino que también se desempeñara por décadas como el jefe de asistentes de Merino genera dudas adicionales”, señaló.