Ricardo Santamaría: Nuestro trabajo es intenso y de campo

Ricardo Evert Santamaría, presidente del Fondo Ambiental de El Salvador. Foto El Metropolitano Digital

Por: Liset Orellana

Ricardo Evert Santamaría dirige una de las autónomas creada hace más de 21 años (1994) en el país con el objetivo de captar fondos para proteger y recuperar el medio ambiente. Se trata del Fondo Ambiental de El Salvador (FONAES), que en los últimos dos años ha fortalecido el trabajo con las comunidades.

Es una institución que nació sin una partida presupuestaria del Ejecutivo para operar. Los fondos que recibe para financiar planes, programas, proyectos o cualquier actividad relacionada a revertir la degradación ambiental y reducir la vulnerabilidad ante el cambio climático; los consigue –en su mayoría- con la ayuda de la cooperación internacional.

De julio de 2014 a mayo de 2015 el FONAES sumó una veintena de logros institucionales como: Reestructuración interna y funcional, implementación de una política de austeridad, acercamiento a los pobladores beneficiarios con los proyectos, creación de la unidad de archivo institucional, entre otros.

Los programas Guardianes ambientales, Techo y agua, y la firma de convenios para las compensaciones ambientales, son algunos de los proyectos más fuertes de la institución, al igual que la parte educativa y de cambio de actitud de los estudiantes en materia ambiental.

“Somos el único Fondo Nacional Ambiental, no existe otro con esta naturaleza, pero es un Fondo que no tiene fondos como otras instituciones como el FISDL que nacen con línea presupuestaria. Pero podemos captar cooperación directa de multinacionales e incluso estamos ejecutando una partida de recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) directamente con ellos. Nuestro mandato es coadyuvar a la Estrategia Nacional de Medio Ambiente”.

 

¿A qué se refiere con una Estrategia Nacional de Medio Ambiente, en términos prácticos?

La estrategia se declara en un Consejo de Ministros y la estrategia más reciente aprobada en Consejo  fue hace 4 años, es decir, que llegamos al tiempo que debió haberse revisado la Estrategia Nacional de Medio Ambiente porque hay otros factores que entran en toda la determinación de este tipo de políticas.

Como el cambio climático…

Tenemos parámetros predecibles de cambio climático, por ejemplo, el aumento de 2 grados de la temperatura; los esfuerzos que se hacen para que bajen a 1.4 grados porque estamos asumiendo que ahí va la causa antrópica pero entrópica de la tierra.

La Estrategia Nacional de Medio Ambiente que no se ha actualizado pero tenemos acciones de ministerios que se adaptan al cambio climático a partir del qué hacer propio de los ministerios como Salud, Educación, Obras Públicas, Agricultura…no están articuladas, ese es un paso que pronto se dará.

El FONAES tiene en su junta directiva representaciones de los ministerios de Salud, ISDEM, Agricultura, Medio Ambiente, quienes trasladan al FONAES las acciones que sus ministerios visualizan como la adaptación al cambio climático. Aquí es la búsqueda de financiamiento.

Tratamos de crear la resiliencia, que en educación por ejemplo es el cambio de conciencia de los estudiantes; es decir, ya no ver al medio ambiente como lo verdecito; sino la sustentabilidad, un cambio de conciencia.

Si no hay resiliencia no tenemos cultura ambiental, la resiliencia tiene que ser un cambio de actitud.

Parte del trabajo del FONAES se enfoca en lo educativo. Enseñan a los alumnos a crear huertos escolares. Foto FONAES
Parte del trabajo del FONAES se enfoca en lo educativo. Enseñan a los alumnos a crear huertos escolares. Foto FONAES

¿Ya están trabajando eso en los centros escolares?

Ese es el punto. En nivel de centros escolares tiene que ver con creación de resiliencia, con incorporar actitudes ambientales, la práctica consiente, pero no tiene que ver con lo educativo, sino que también impulsamos los huertos escolares que son una fuente de alimento para las cocinas escolares. Entonces en tiempo de sequía estarían los huertos caseros que va para la cocina y alimentación en las escuelas. Tenemos 300 centros educativos acompañados con Techo y agua, estamos garantizando la disponibilidad de agua para los estudiantes, eso es resiliencia también.

Usted habla que no tiene presupuesto

No

Y trabajan con cooperantes

Si

¿Quiénes son los cooperantes que más ayudan a FONAES?

Ahorita nuestros principales amigos y solidarios en todo esto es el gobierno de Francia a través del Fondo Franco Salvadoreño y las buenas relaciones con la embajada de Francia

¿Se puede cambiar el mecanismo para que FONAES tengan presupuesto propio o en la ley hay una especie de candado?

Es mental, porque imagínate que el 27 de mayo hemos previsto con el vicepresidente (Óscar Ortiz) un programa que vamos a iniciar con 100 escuelas para dotar de techo y agua, y vamos a dotar con apenas $300 mil ¡por Dios! cuánto sería el presupuesto normal, estaríamos hablando de millones y nosotros lo hacemos con esos recursos, es motivo para voltear a ver quiénes son las pulgas de FONAES que están picando por todos lados.

Sorprende que funcionen sin fondos del Estado

Y el trabajo que hacemos es verificable, estamos para servirle a la gente. El FONAES de antes se creó para captar fondos. El FONAES lo creó ARENA y su objetivo era captar fondos y ustedes saben cómo se manejaron los fondos en esos gobiernos. De hecho, acá se crearon estructuras raras.

Nunca se le dio mayor protagonismos al FONAES porque en la medida que se conociera el trabajo los ojos se iban a enfocar en qué estaba haciendo la institución, luego pasan tres gobiernos más de ARENA, viene el de Mauricio Funes que tuvo un cambio pero no fue un cambio a nivel publicitario. No se hicieron cambios estructurales ni de fortalecimiento a la institución

¿A qué se refiere?

Por ejemplo, llevaste un tanque (para captar agua) a un lugar y llevaste al vicepresidente a inaugurar, al embajador, pero no pasaba de tener una apropiación del cambio climático ni de impulso a la resiliencia.

Habitantes beneficiados con el programa Techo y agua trabajan en conjunto para trasladar los captadores de agua. Foto FONAES
Habitantes beneficiados con el programa Techo y agua trabajan en conjunto para trasladar los captadores de agua. Foto FONAES

¿En qué condiciones encontró el FONAES?

Internamente había una especie de falencia, por ejemplo, no había un reglamento para el personal que estaba desprotegido de sus derechos laborales, lo que se iba ganando era por un favor que se hacía en las administraciones anteriores.

Hubo despidos injustos, indemnizaciones exorbitantes; entonces, cuando vengo lo encuentro desfinanciado y con atraso en ejecución. Todavía estamos ejecutando proyectos del 2011

Digamos que encontró una casa desordenada

Esto era cualquier cosa menos una autónoma, las personas creían que era dependencia de ministerios. Ahora todo lo vamos haciendo conforme a la ley. De los recursos que captamos solo el 7% nos sirve para funcionar. Es decir, si captamos $100 mil dólares no nos quedamos con eso, solo es el 7% para funcionar.

Con lo poquito que hemos hecho logramos nivelaciones salariales (antes de la política de austeridad) y con ahorros hemos ido avanzando; incluso hoy tenemos seguro médico hospitalario, viáticos razonables porque se entregan viáticos basados en 1994.

Yo tengo la percepción que en el 2011 se incrementó la crisis porque hay mayores actos esporádicos y no tan institucionales y es con la entrada de nuestro presidente que recibo mandato de poner orden, ser transparente, rendir cuentas.

Tenían un plan estratégico absurdo. Hay una Unidad de Gestión del Conocimiento que nos da risa porque todavía existe (hay planes para cambiarlo) porque ahí adentro están los proyectos.

¿Cómo logró levantar las nuevas bases?

¡Con magia! Cuando tu hablas con la gente, no la entuturutas, les hablas claro, trabajas a la par con ellos. Acá con los compañeros salimos a las 3:00 de la madrugada cuando vamos para Morazán. La gente ve que es un estilo diferente, que lo que queremos es trabajar por la gente, nuestra amplitud mental nos lleva a trabajar con todos los partidos políticos.

Y también combatiendo las malas prácticas que los trabajadores habían adoptado para sobrevivir en la selva. Acá hubo despidos injustos, indemnización injusta que tenían a la base en favoritismo, se contrataban consultorías de miles de dólares y nunca se supo qué paso. Los consultores sin terminar la consultoría se quedaban trabajando en el FONAES, no era buen ejemplo.

Los empleados pensaron que yo venía a lo mismo. Cuando vine ya tenían un listado de las personas que iba a despedir, a dejar y que iba a dejar en calidad de jefe y aquí no se ha ido nadie despedido como política. El trabajo nuestro es intenso, ordenado, responsable y de campo. Ya van dos auditorías de corte de cuenta que salimos nítidos, cero observaciones a la institución y eso ha creado una cultura de prestigio y responsabilidad.

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Los programas insignia

FONAES ejecuta una diversidad de programas y proyectos en todo el país a favor del medio ambiente. Uno de ellos es Guardianes ambientales, un programa de educación ambiental que se ejecuta en centros escolares bajo la metodología de “aprender haciendo”.

En este programa se crean líderes ambientales en cada centro escolar que inciden en un cambio de actitud en el resto de los estudiantes. FONAES tiene presencia técnica en 65 centros educativos y el año pasado se conformaron cuatro módulos de este proyecto: Ardillitas ambientales;  integrado por niños de 7 a 9 años, Observadores ambientales con niños de 10 a 12 años, Gestores ambientales con jóvenes de 13 a 15 años y por último los jóvenes de 16 a 18 años serán los Formadores Ambientales.

FONAES también trabaja proyectos de compensación ambiental gracias a un acuerdo firmado con el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales en el 2013. Con este acuerdo la institución administra un mecanismo de cumplimiento a las medidas establecidas en los estudios de impacto ambiental para desarrollar proyectos que compensen los daños ocasionados por obras públicas o privadas.

Otro de los programas es Techo y agua, uno de los proyectos que más beneficios generan a las comunidades más vulnerables con la entrega de sistemas domiciliares de captación de agua lluvia. Este proyecto se realiza con fondos provenientes del canje de deuda franco salvadoreña.

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