Los cadáveres de al menos 117 migrantes han sido hallados durante las últimas horas en las playas de la costa oeste de Libia, según ha informado en su página de Facebook la sección de la Media Luna Roja en la ciudad libia de Zuara la madrugada del miércoles. Los migrantes se habrían ahogado al volcar su embarcación mientras se dirigían hacia Italia. De momento, todavía se desconoce cuándo se produjo el naufragio y cuántas personas se encontraban en la nave. Las autoridades costeras de Zuara han lanzado una operación de rescate para intentar salvar a posibles supervivientes del naufragio y recuperar todos los cadáveres.
Durante los últimos días, con la llegada del buen tiempo, se han multiplicado las embarcaciones que zarpan desde las playas libias hacia las costas europeas. Según estimaciones del Alto Comité de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tan solo durante la semana pasada se ahogaron 880 migrantes intentado cruzar el Mar Mediterráneo.
En su página de Facebook, la Media Luna Roja ha colgado una decena de fotografías en las que se puede ver a varias personas trasladando cadáveres envueltos en sacos blancos de plástico, y depositándolos en una ambulancia aparcada en la playa. Al Kamis al Bossaifi, un portavoz de la organización humanitaria en Libia, ha asegurado a la agencia EFE que la mayoría de las personas fallecidas parecen ser migrantes subsaharianos. Sin embargo, el hecho de que los cuerpos se encuentren ya en un estado de descomposición avanzado dificulta su identificación.
Tras la firma de un acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para la repatriación masiva de migrantes y refugiados que llegan a las costas griegas, se teme que el tráfico de embarcaciones se desvíe hacia la llamada ruta central, que une Libia con las costas italianas. En esta vía, el viaje es bastante más largo que desde Turquía, y por lo tanto, más peligroso. Por esta razón, durante los meses de invierno prácticamente se frena en seco la salida de barcas. Habida cuenta que Libia es un país sumido en el caos desde la caída del régimen de Gadafi -actualmente, cuenta con tres Gobiernos paralelos-, las mafias que trafican con refugiados y migrantes pueden actuar con gran libertad.
“De momento, la mayoría de migrantes rescatados son de origen subsahariano. Hay pocos refugiados sirios, ya que se ha endurecido la política de visados de Libia y sus países vecinos”, explica Mohamed Elshabik, coordinador de emergencia de la ONG Médicos Sin Fronteras, que posee una oficina en Zarzis, una ciudad tunecina situada a unos 40 kilómetros de la frontera libia.
La trágica noticia coincide con el rescate de otros cientos de migrantes a unos 100 kilómetros al sur de la isla griega de Creta, según han informado los guardacostas griegos. En total, 340 personas habían sido ya salvadas a media mañana de una embarcación que estaba hundiéndose, mientras los equipos de rescate recuperaron al menos cuatro cadáveres. De acuerdo con la agencia Reuters, se desconoce todavía la nacionalidad de los migrantes y las víctimas, así como también de dónde había zarpado el barco hecho de madera que los transportaba.
De acuerdo con los cálculos de ACNUR, unas 880 personas han muerto durante la semana pasada en diversos naufragios en el Mar Mediterráneo, y otras 14.000 personas fueron rescatadas mientras intentaban llegar a las costas europeas. Desde principios de año, la agencia de la ONU cree que han fallecido 2.510 personas que habían zarpado de precarias embarcaciones desde las costas de Turquía, Libia o Egipto, frente a las 1.855 que perecieron en las mismas fechas el año pasado.
Tomado del País
