Amal, entrega y pasión por la danza desde los cinco años de edad

El Metropolitano Digital

Gabriela Rocío Martínez, mejor conocida como Amal, inició sus estudios de danza en la Escuela Morena Celarié  a la edad de 5 años,  pasando por danza creativa y luego de lleno a la danza contemporánea.

Ahí se mantuvo por ocho años en los cuales, desarrolló un talento y una pasión única hacia esta disciplina, la cual se mantuvo con ella a lo largo de los años.

«Poco más tarde estuve en gimnasia olímpica por un corto tiempo, pero tuve experiencias grandiosas, pude realizar competencias de gimnasia a nivel centroamericano, y tuve resultados muy satisfactorios durante los años en que practiqué este deporte. Me inscribí  en cursos de diferentes expresiones: locución, modelaje, pero nunca pude dejar la danza de un lado, y me metía a cursos de cualquier tipo», recuerda Amal.

Para el año 2008 inició sus clases de danza árabe y desde el primer día, se enamoró de ese arte que recién descubría.

«Fuí poco a poco empezando a estudiarla, comprender la cultura, sus expresiones y cualidades de cada estilo de la danza oriental  y me salieron oportunidades para poder seguir con mi aprendizaje fuera del país», agrega.

Un día, Amal se atrevió a  participar en unos casting de las compañías más importantes de la danza oriental a nivel mundial, y para su sorpresa calificó  para realizar giras en México en dos ocasiones, y con dos montajes diferentes cada vez.

«En el 2015 realicé una competencia a nivel centroamericano siendo sede Panamá y la jurado era la bailarina egipcia más famosa del CAIRO – RANDA KAMEL y tuve la fortuna de ser la ganadora del primer lugar», explica.

Recientemente, Amal ha realizado una certificación con el proyecto RAKS MASRI y la UNESCO, este proyecto le permitió conocer muchas danzas folclóricas de Egipto, las cuales espera compartir acá en El Salvador.

Mujer emprendedora 

Esta salvadoreña, además de tener un talento para la danza, también es una joven emprendedora ya que desde hace cuatro años tiene su propio estudio de danza, Amal Dance Studio, de Amal Belly Dance Company,  en el cuál se ofrece como especialidad la danza oriental, yoga, ritmos latinos, percusión árabe y cuerdas orientales y la fabricación de instrumentos de todas partes del mundo a cargo del luthier Mauricio Alvarenga.

«Además, la compañía de danza oriental que tengo está unificada por chicas jóvenes emprendedoras, visionarias, estudiantes y profesionales que desean crecer en la compañía; realizando así montajes de diferentes tipos pero siempre relacionados a la cultura oriental», comenta Amal.

La disciplina que practica Amal  se llama danza oriental porque no solo ejecuta el Belly Dance o danza del vientre, sino que abarca otras danzas tradicionales, folclóricas, etc

Actualmente, Amal se dedica a dos pasiones en la danza: Danza Oriental y Flamenco, y además está en proceso de graduarse de la carrera Ciencias de la Comunicación.

Algunas de sus metas a mediano plazo son  viajar al país de donde se origina estas danzas, aprender más de su cultura estando dentro de ella, y seguir mostrando al público montajes con mucho más nivel que incluya elementos culturales, teatrales, musicales, completo,  y que de esta forma  las personas ya no desconozcan ésta cultura.

«Si me decidiera a competir nuevamente, me gustaría asistir al festival y competencia «AHLAN WA SAHLAN», que se realiza en el Cairo y van bailarinas de todas partes del mundo. En realidad en el Cairo hay diferentes festivales con un gran nivel y son muy bonitos, pero se escogería uno sería este», dice.

Amal ve en este arte no solo una fuente de superación personal, sino también una forma clara de expresión.

«Nunca he pensado o cuestionado del por qué me dedico a ésto, yo pienso que nací para poder expresarme libremente y lo hago siempre por medio de la danza. Disfruto el proceso, disfruto saber que hay nuevas formas de expresarme dentro de ella y transportarme a otra cultura por medio de la danza y la lectura», concluye.