Cuando el pueblo dice “No”

Lenny Castro

El Salvador, se está preparando para vivir el cambio más significativo de su historia, después de la firma de los acuerdos de paz.

Por primera vez, posterior a cerca de tres décadas de bipartidismo, un candidato sin ideología política definida (entre izquierda y derecha) llega al poder.

Armado con su juventud, un discurso que muchos tildan de populista, explotando las redes sociales, apadrinado por un partido político involucrado en casos de corrupción (porque su movimiento Nuevas Ideas no pudo ser inscrito como partido político por burocracia) y sobreviviendo a una campaña de miedo orquestada por sus oponentes. Nayib Bukele se convirtió en la máxima expresión del descontento social y el desencanto político de una gran parte de la población.

Demostrando con ello, que cuando la parte del pueblo que vota dice “No”, no hay estrategias y lealtades partidistas que valgan.

El gane sin precedentes de Bukele en primera vuelta, con un número de votos más alto que lo logrado entre ARENA y FMLN, es un claro mensaje de la parte de ese sector del pueblo salvadoreño que vive y sobrevive odiando todo lo que representa la clase política actual del país.

A quiénes ven como ladrones que ha empobrecido al país y no han hecho más que mentir  y burlarse de los electores que los llevaron al poder.

Al parecer los “troles” si votan y fueron quienes tomaron la decisión frente a los indecisos y ortodoxos.

Fueron ellos quienes se tomaron la revancha y en un acto de rebeldía contra un sistema corrupto, se liaron una manta a la cabeza para burlarse del sistema establecido por dirigentes partidistas obsoletos, sin credibilidad y usaron su libertad ciudadana para decidir el rumbo de un país que hasta la fecha no ha obtenido una respuesta ante los grandes problemas que aquejan al país y que lo han llevado a ganarse la imagen de ser una de las naciones más violentas y pobres del mundo.

Aun está por verse si Bukele es la respuesta milagrosa que los salvadoreños necesitan y desean; sin embargo el paso para un cambio ya está en camino y es de reconocer que los que generan cambios son los valientes y los que asumen su responsabilidad si se equivocan.

Si los salvadoreños que creen en las “Nuevas Ideas” de Bukele, se equivocaron, estoy segura que asumirán su error con responsabilidad y seguirán buscando una salida para darle un El Salvador mejor a sus hijos. Tienen la alternancia de su lado y la experiencia de sobrevivir a gobiernos nefastos durante los últimos años.

Si acertaron, pasaran a la historia como los entes del cambio.

En esta nueva página que se escribe para el país solo hay dos caminos, el de seguir postrados como estamos o levantarnos como nación y en cualquiera de los dos ya se ganó, porque se rompió el círculo vicioso de ARENA – FMLN.

Y aunque según las encuestas fue con poca participación ciudadana, yo lo traduciría que fue con la participación de los que se los supieron amarrar y actuaron.

Lo siguiente, ya sea que usted eligió o dejó que eligieran por usted, es asumir un rol activo en la fiscalización del accionar del nuevo gobierno y vivir la democracia más allá de las elecciones, e informarse para no estar a merced del político y evitar la impunidad.