Malla flotante, una tecnología para protección de hortalizas

Foto cortesía CENTA

Redacción 

La agencia de extensión del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA) en Usulután, realizó una gira de campo para observar el cultivo de pipián protegido con malla flotante.

Esta tecnología consiste en colocar encima del cultivo, establecido a campo abierto, un tejido plástico (agryl), con el objetivo de protegerlo de los insectos chupadores y reducir el uso de insecticidas. Se coloca al día siguiente de haber sembrado la semilla y cuando la planta nace ya está tapada y protegida contra el viento y las plagas.

La actividad fue realizada en el cantón Puerto Parada, del municipio y departamento de Usulután, en la parcela del productor José Osvaldo Chávez, a la que asistieron más de 20 productores para observar la tecnología.

“El cultivo de pipián es de los principales en la zona, donde se siembra cerca de 60 manzanas tres veces al año, por lo que es importante protegerlo durante los primeros 20 días para evitar que sea dañado por todos los insectos chupadores, especialmente la mosca blanca que causa la virosis”, dijo el coordinador de la agencia, Juan Martín Iglesias.

Agregó que “una de las tecnologías para la protección del cultivo que estamos transfiriendo es el uso de malla flotante, por ello hemos invitado a los productores para que observen el buen desarrollo de la planta que está protegida”.

José Osvaldo Chávez es un productor con experiencia en el cultivo de pipián a campo abierto y sin ninguna protección, pero este año con la asistencia técnica del CENTA está conociendo nuevas tecnologías para mejorar sus rendimientos, producir más sano y disminuir los gastos en la compra de agroquímicos; por ello le está apostando al uso de malla flotante en su cultivo de pipián.

“Tengo 550 metros del cultivo protegidos con el agryl, y las plantas presentan crecimiento normal, sin ninguna plaga, y espero buena producción”, dijo el productor, quien ve la diferencia entre esta tecnología y las plantas que no tienen protección, las cuales tienen virosis, y aunque ya les aplicó venenos y abonos, sus predicciones no son muy halagadoras.

Otro de los asistentes a la gira de campo fue José Efraín Parada, un joven productor de 22 años que ha estado cultivando pipián desde hace cinco, quien al conocer la tecnología le pareció interesante, pues “he observado que el hecho de estar protegido, a la planta no se le observa ningún virus ni insectos como la mosca blanca, ácaros, pulgones, creo que dará su fruto sin ningún problema”, dijo.

Solo en este cantón son cerca de 100 familias productoras las que atiende la agencia del CENTA en los cultivos de pipián, maíz y frijol, a quienes también se les está capacitando en la elaboración y uso de otras tecnologías agroecológicas como los caldos bordelés y sulfocálcico, soluciones que protegen a las plantas contra hongos, ácaros y enfermedades.

La ventaja que tienen los productores de esta zona es que la humedad de las tierras les permite cultivar todo el año, de ahí la importancia y el interés de la agencia porque aprendan nuevas tecnologías que dañen menos el medioambiente y minimicen la dependencia de los agroservicios.