Fundación Campo cumple 25 años desarrollando innovadores programas en el Oriente del país

En 1995 nació una fundación que tuvo como fin llevar desarrollo a las comunidades más necesitadas y vulnerables del país, con un método de intervención innovador y único en la región centroamericana que se basa en la participación ciudadana, las alianzas estratégicas y la cohesión social.

Es así como hace 25 años surgió la Fundación Campo que busca el fortalecimiento y el desarrollo de las comunidades y que hasta ahora han beneficiado a más de 100 mil familias de la zona oriental y paracentral del país con el proyecto «Comunidades en progreso».

Alexi Romero, director ejecutivo de la Fundación Campo, expresó que los diversos proyectos que se realizan en las comunidades buscan incidir en las personas; de modo que tengan conocimientos integrales como la administración de su comunidad, establecer alianzas con los gobiernos locales, buscar apoyos, rendición de cuentas, entre otras aristas.

A parte de ejecutar proyectos sociales y de infraestructura, la Fundación motiva a las mujeres de las comunidades beneficiadas para que sean partícipes en puestos claves de la organización y en toma de decisiones.

«Nosotros estamos rompiendo paradigmas para darle importancia a las mujeres, por lo menos 2 mujeres deben estar en puestos claves y de toma de decisiones en nuestros programas», añadió Romero.

Comunidades en progreso

Este es un programa que se ha perfeccionado en el transcurso de los años y que por hoy supone una herramienta de desarrollo en las comunidades donde interviene la Fundación Campo.

La Fundación ha creado un modelo de trabajo innovador que se caracteriza por colocar en el centro a la familia y comunidad rural, y por orientar sus actividades bajo el enfoque de medios de vida sostenibles y aplicando principios como: transparencia, solidaridad, responsabilidad, cooperación, respeto y equidad. En otras palabras, el modelo de intervención pone en práctica la visión y misión de la Fundación en respuesta a las necesidades y prioridades de las comunidades rurales.

“Comunidades en progreso” se define como el conjunto de acciones orientadas al fortalecimiento y la autosuficiencia de familias y comunidades rurales, a través de una caja de herramientas destinada a mejorar la organización y la capacidad de gestión comunitaria. En conclusión, es un plan estratégico para un horizonte de cuatro años finalizando en 2022.

Un aspecto relevante del modelo es que su fortaleza radica en el trabajo directo con líderes, jóvenes y mujeres de comunidades rurales. Consiguientemente, la presente sistematización resume los conocimientos, experiencia y aprendizajes de la Fundación Campo y sintetiza la forma en la cual operativiza su quehacer técnico para mejorar la convivencia, el sentido de pertenencia y la calidad de vida de la población rural.

Comunidades en progreso se ejecuta a través de 5 objetivos estratégicos.

  1. Fortalecer la organización y el liderazgo juvenil comunitario
  2.  Contribuir a la reducción de la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres.
  3. Apoyar la mejora de la infraestructura social básica a nivel comunitario
  4. Fortalecer la economía familiar
  5. Aumentar la resiliencia de las comunidades ante los riesgos y efectos del cambio climático

De acuerdo con el plan estratégico para los próximos dos años que faltan para su finalización, se busca cumplir los objetivos estratégicos con sus respectivas metas e indicadores de impacto.