Mujer salvadoreña liberada de prisión tras ser condenada a 30 años por perder embarazo en accidente

Agencias

Una mujer en El Salvador ha sido liberada de la cárcel tras recibir una sentencia de 30 años por sufrir un accidente que le provocó la pérdida de su embarazo.

El Salvador tiene una de las prohibiciones de aborto más extremas del mundo: la interrupción del embarazo es incluso ilegal en casos de violación e incesto, cuando la vida de la mujer está en peligro o si el feto está gravemente deformado.

El país centroamericano encarcela rutinariamente a mujeres que han tenido accidentes durante su embarazo, o abortos espontáneos, y también mortinatos al afirmar injustamente que han tenido abortos.

Sara, cuyo nombre no ha sido revelado a los medios para proteger su identidad, tuvo un accidente grave y perdió su embarazo después de caerse mientras hacía las tareas del hogar en 2012.

Los activistas dicen que tuvo que ir al hospital después de que comenzó a sangrar por el accidente, pero fue detenida por la policía mientras estaba acostada en su cama de hospital debido a que la acusaron falsamente de haber tenido un aborto.

Sara fue posteriormente condenada a 30 años de cárcel por homicidio agravado y cumplió nueve años. Su caso ha sido ampliamente condenado por organizaciones de derechos humanos de todo el mundo.

Paula Avila-Guillén, directora ejecutiva del Centro para la Igualdad de la Mujer, dijo: “Si bien nos sentimos aliviados de ver que Sara finalmente se reunirá con su familia, la injusticia a la que fue sometida es inaceptable”.

“Y no dejaremos de luchar hasta que se reconozca su inocencia y se libere al resto de mujeres que siguen injustamente encarceladas. Más de 17 mujeres siguen detenidas injustamente en El Salvador tras sufrir emergencias obstétricas”.

“Cada uno de estos casos muestra las insidiosas consecuencias de la absoluta criminalización del aborto, resultando en un estado que persigue y encarcela a las mujeres en el momento en que más necesitan acceso a la salud y protección”.

Hizo un llamado a El Salvador para detener la “persecución sistemática y el encarcelamiento indebido de mujeres vulnerables” que pierden sus embarazos como resultado de abortos espontáneos y otras emergencias obstétricas.

Los abortos espontáneos y mortinatos en El Salvador a menudo se tratan como presuntos abortos, que se consideran legalmente como asesinato desde 1997.

Morena Herrera, destacada feminista y activista de derechos humanos salvadoreña, dijo: “Sara nunca mereció estar en prisión. Mientras estaba de luto por la desgarradora pérdida de su embarazo, Sara debería haber estado con su familia y, en cambio, fue encarcelada injustamente durante nueve años”.

“Continuaremos exigiendo la eliminación de las prohibiciones extremas e inhumanas del aborto que conducen a estas injusticias en primer lugar. El Salvador tiene la obligación de proteger la salud y la vida de sus mujeres y niñas, y eso debe incluir el fin de esta draconiana prohibición del aborto que les falla a las mujeres y conduce a la injusticia”.