Cientos de capitalinos participaron esta tarde en la celebración de la tradicional “bajada” del Divino Salvador del Mundo. La actividad marca el final de las festejos patronal de San Salvador.
“La bajada” o “transfiguración” representa el momento en el que el rostro de Jesús cambió de aspecto y sus vestiduras se tornaron de un color blanco en el monte Tabor. En esa ocasión, de acuerdo a los evangelios de la Biblia, se le aparecieron a Jesús los profetas Moisés y Elías, además se escuchó la vos de Dios desde una nube.
La actividad fue precedida por una procesión que recorrió los principales puntos de la capital y culminó, como todos los años, frente a la Catedral Metropolitana donde simbólicamente la imagen de Jesús se oculta sobre un mundo y reaparece con sus vestiduras blancas.
«Esta es la noche de la esperanza para contemplar al transfigurado y todos somos invitados por él para trabajar en la transfiguración de nuestro país», dijo monseñor José Luis Escobar Alas, durante la actividad.
La procesión y todas las actividades religiosas realizadas este sábado, contaron con un fuerte dispositivo de seguridad por parte de agentes policiales y miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM)
