Ana Cristina Gutiérrez, nutricionista, máster en Nutrición y miembro del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, advierte: “Cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo necesita agua para realizar sus funciones básicas. Durante las actividades de las fiestas patrias, la combinación de movimiento físico, calor y horas de pie aumenta la pérdida de líquidos. Por eso, mantener una adecuada hidratación es esencial para regular la temperatura corporal, prevenir golpes de calor y sostener la energía a lo largo del día”.
La deshidratación puede presentarse de manera gradual y afectar tanto el rendimiento físico como el estado de ánimo. Algunas señales de alerta incluyen:
- Sed intensa y boca seca
- Mareos, fatiga o dolores de cabeza
- Orina de color oscuro y en poca cantidad
- Calambres musculares o sensación de confusión
Además de reconocer estas señales, es clave adoptar hábitos preventivos. Beber agua de forma constante a lo largo del día, incluso antes de sentir sed, es la medida más efectiva. “Durante las celebraciones de independencia, llevar una botella siempre a mano puede marcar la diferencia. El agua natural debe ser la primera opción, aunque también pueden disfrutarse alternativas como agua con infusión de frutas, agua de pipa o infusiones frías; y, en casos de mayor exigencia física, bebidas con electrolitos”, recalca la experta.
De acuerdo con la Opinión Científica sobre los Valores de Referencia Dietéticos para el Agua de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la ingesta adecuada es de 2 litros de agua al día en mujeres y 2,5 litros en hombres. Estas cantidades deben incrementarse en situaciones de mayor demanda física, exposición prolongada al sol o temperaturas elevadas, condiciones habituales durante las celebraciones de independencia.
La alimentación también juega un papel importante en la hidratación. Incorporar frutas y verduras frescas como pepino, sandía, melón, fresas, naranjas, apio o lechuga ayuda a mantener el nivel de líquidos en el organismo, al igual que el consumo de yogurt natural. Por el contrario, el consumo excesivo de alcohol favorece la pérdida de líquidos y aumenta la fatiga, por lo que se recomienda moderación.
La prevención no exige grandes sacrificios, sino pequeños hábitos diarios. Celebrar con entusiasmo y responsabilidad también significa cuidar la salud. Mantenerse hidratado es un gesto sencillo que protege al organismo, conserva la energía y permite disfrutar plenamente de las festividades.