Amnistía Internacional: Despliegue de fuerzas de seguridad en la Asamblea Legislativa debe alertar sobre el futuro de los derechos humanos

Foto cortesía de Agencias

Amnistía Internacional -movimiento global de derechos Humanos- reaccionó ante el despliegue de efectivos de seguridad que realizó el ministerio de Defensa y la Policía al interior de la Asamblea Legislativa en la tarde del domingo 09 de febrero.

Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, catalogó de “ostentoso” el despliegue de militares y agentes de la policía al interior del Salón Azul, donde se realizaría la sesión extraordinaria convocada por el Consejo de Ministros liderado por el presidente de la República, Nayib Bukele.

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“El ostentoso despliegue policial y militar en la Asamblea Legislativa nos recuerda las épocas más sombrías de la historia de El Salvador y emite una alerta internacional sobre el futuro de los derechos humanos en el país. El presidente Nayib Bukele debe resguardar el importante legado de los acuerdos de paz,” expresó Guevara.

Agregó que las múltiples denuncias de francotiradores apostados en las proximidades de la Asamblea Legislativa, la presencia militar innecesaria y las restricciones a la libertad de prensa podrían marcar el inicio de una ruta peligrosa para la institucionalidad y para los derechos humanos en el país.

“El gobierno y la Asamblea Legislativa deben asegurar que sus decisiones se tomen respetando las normas nacionales e internacionales, sin poner en riesgo la institucionalidad que debe estar al servicio de los derechos humanos de todas las personas sin distinción. El pueblo salvadoreño no se merece revivir los años de tragedia y abuso estatal”, señaló.

El domingo miles de simpatizantes del presidente Bukele atendieron al llamado a la insurrección contra la Asamblea Legislativa para superar el impasse ocasionado por la no aprobación de un préstamo de $109 millones para la fase III del Plan Control Territorial.

Tras varios minutos de tensión, el mandatario dijo que Dios le habría pedido paciencia; pero dio un ultimátum de una semana para que los parlamentarios puedan aprobar los fondos.